Charlene de Mónaco habla por primera vez sobre su matrimonio con Alberto y critica “los rumores” difundidos por los medios
La princesa pasó ocho meses fuera del principado por problemas de salud y, aunque su marido ya desmintió que tuvieran problemas o que estuviera “exiliada”, ella había permanecido en silencio hasta ahora
Hace más de un año que Charlene de Mónaco es apenas una sombra en Mónaco. Tras 15 meses sin apariciones públicas, la princesa se dejó ver por fin en el principado el pasado 30 de abril, en una competición de la Fórmula E, y una semana después en un torneo de rugby. En ambos actos, la esposa de Alberto de Mónaco se limitó a saludar y sonreír, acompañada de su marido y de sus dos hijos. Pero el martes 24 de mayo volvía a acudir a un acto y esta vez, de forma excepcional, ha explicado cómo se encuentra de salud, pero también ha realizado declaraciones acerca de su matrimonio, siempre en el foco público.
La noche del martes, Charlene, de 44 años, acudió con su hija Gabriela —melliza de Jacques, el heredero; ambos de siete años— a un acto de la semana de la moda de Montecarlo. Allí habló con la prensa congregada y en concreto con el diario Nice Matin. El rotativo ha publicado la entrevista este miércoles. “Mi salud sigue siendo frágil y no quiero ir demasiado rápido”, ha contado la esposa de Alberto de Mónaco. “El camino ha sido largo, difícil y doloroso. Hoy me siento más tranquila”, explicó la princesa, como recoge AFP.
Los medios también le preguntaron por los rumores de separación que habían circulado durante su larga ausencia, pero ella fue tajante: “Usted quiere hablar de los rumores de divorcio o de mi nueva residencia en Suiza. Me parece lamentable que algunos medios de comunicación difundan tales rumores acerca de mi vida o de mi relación”, lamentó.
Es también el primer acto en el que Charlene lleva a su hija pero no a su hijo. La niña llevaba un vestido plateado con bordados en rosa y azul, tal y como mostró su madre en una foto en su perfil de Instagram, con 425.000 seguidores. “Me ha encantado cada momento de la preparación de mi princesa para su primer evento oficial. Estamos deseando tener una gran velada en los premios de la moda”, escribía junto a la misma.
El pasado verano, la princesa no estuvo junto a su marido, el príncipe Alberto, cuando celebraban sus 10 años de casados. Ahí empezó la odisea que se ha postergado durante un año. “Han sido tiempos difíciles”, dijo entonces. Poco después llegó una operación causada por una infección de oído, nariz y garganta que se realizó de urgencia en Sudáfrica, su país natal, y que le impidió volar, lo que la mantuvo lejos de casa durante meses. De hecho, fueron sus hijos los que viajaron a verla. Tanto tiempo separados hizo que Alberto de Mónaco saliera al paso de las informaciones y declarara en agosto, en una entrevista con la revista estadounidense People, que su esposa no estaba “exiliada”. “No se fue porque estuviera enfadada conmigo o con alguien más. Se fue a Sudáfrica para comprobar el trabajo de su fundación allí y para pasar algo de tiempo con su hermano y sus amigos”, relataba él. “Se suponía que iba a ser una estancia de una semana larga, máximo 10 días, y todavía sigue allí a causa de su infección y de todas las complicaciones médicas que han surgido”.
Fue en noviembre, tras ocho meses de ausencia, cuando Charlene regresó al principado, pero en pocos días fue ingresada por sufrir una recaída por “agotamiento emocional y físico”. En abril, por fin, se la pudo ver en un posado con sus hijos y su marido, y este mayo reapareció en público después de 15 meses. Sin embargo, en todo este tiempo apenas ha pronunciado palabra: lo han hecho Alberto, el palacio o sus familiares más cercanos. Hasta ahora.
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