Isabel Pantoja declara por insolvencia punible en Málaga: “Yo de papeles no llevaba nada”
Tras estar en prisión entre 2014 y 2016, la cantante se enfrenta ahora a una petición fiscal de tres años de cárcel como supuesta “cooperadora necesaria”
Seria, cabizbaja y totalmente de negro, Isabel Pantoja ha acudido poco antes de las diez de la mañana a la Ciudad de la Justicia de Málaga. Entre gritos de “¡Guapa!” y “¡Estamos contigo!” la tonadillera se ha hecho paso entre una maraña de periodistas ayudada por la Guardia Civil para acudir al juicio en el que está acusada, como administradora única de Panriver 56, de un supuesto delito de insolvencia punible por el que se enfrenta a tres años de prisión. Durante su declaración, Pantoja ha asegurado desconocer la existencia de la deuda que le ha sentado en el banquillo de los acusados. “Yo de papeles no llevaba nada”, ha afirmado, sosteniendo que no conocía al otro acusado en la causa: “A este señor lo he visto aquí por primera vez en mi vida”.
La Fiscalía malagueña cree que Isabel Pantoja es “cooperadora necesaria” de un delito de insolvencia punible, un tipo de delito económico que se produce cuando alguien debe una cantidad de dinero y decide dar una imagen falsa de su solvencia económica, perjudicando así al acreedor. También hay un empresario acusado, al que se considera autor de los hechos. La situación se originó cuando la cantante contrajo, a través de su sociedad Panriver, una deuda relacionada con La Pera, su casa de Marbella, con otra empresa. El administrador de esta y la acusada, presuntamente, se pusieron de acuerdo para eludir otros pagos pendientes y evitar el embargo de sus bienes, perjudicando a terceros.
Las acusaciones sostienen que Panriver y otra empresa, Codabe, a la que la primera debía 114.000 euros, actuaron “en perjuicio de los derechos de créditos” de una tercera sociedad, con la que Codabe había reconocido una deuda de más de 800.000 euros, y llegaron a un acuerdo para pagar la deuda con una quita importante. La Fiscalía pide por ello tres años de prisión, donde la artista ya pasó año y medio entre 2014 y 2016 condenada por blanqueo de capitales en el caso Malaya, celebrado en la misma sala en la que ha declarado esta mañana.
En un juicio con constantes problemas de sonido, a la tonadillera le ha costado entender las preguntas de la Fiscalía, que en numerosas ocasiones han debido ser repetidas por el juez. Ella ha insistido una y otra vez en que nadie le informó de la deuda que había contraído su sociedad —cifrada en 114.000 euros— o los posibles embargos. “La casa era del banco, yo solo pagaba la hipoteca. Ojalá me hubiera enterado de todo antes de entrar en aquel lugar”, ha dicho, en referencia a la prisión.
Ante las preguntas del Ministerio Fiscal, Isabel Pantoja ha asegurado que ella supo de la existencia de la deuda relacionada con La Pera cuando se encontraba en la cárcel. Entonces, firmó un poder a favor de su hermano, Agustín Pantoja, que también ha declarado como testigo en el juicio. “Lo firmé delante de un abogado y un notario”, ha dicho la artista, con el objetivo de que vendiese la vivienda y, de esa manera, “pagar lo que se debiese”. “Lo que mi hermano haya hecho, lo ha hecho bien. Confío plenamente en él. Moriría por mí y no me haría ningún daño”, ha destacado.
La cantante ha asegurado que cuando se enteró de todo en prisión “no tenía la cabeza para nada”, pero que era consciente de que podía perderlo todo. “El gran problema no era la casa. El problema era que estaba avalada con todo mi patrimonio, con todos los bienes conseguidos trabajando toda mi vida”, ha dicho Pantoja, que ha subrayado además que ni su hermano ni el resto de sus familiares le informaban de estos problemas económicos en los vis a vis de prisión. “Venían mis hijos, mi hermano y mi sobrina. Solo teníamos hora u hora y media y aprovechábamos para podernos abrazar y saber cómo estábamos de salud”, ha dicho entre lágrimas antes de volver al banquillo de los acusados, después de que el juez le señalase que no era necesario entrar en temas personales.
Pantoja fue juzgada y condenada por la Audiencia de Málaga por un delito de blanqueo de capitales en un procedimiento en el que también fueron condenados el exalcalde marbellí Julián Muñoz, que había sido pareja de Pantoja, y la exmujer de este, Maite Zaldívar.
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