Kate Middleton en Dinamarca: toboganes, hogueras y una audiencia con la reina Margarita
La duquesa de Cambridge ha realizado un viaje de dos días al país para tratar la cuestión de la salud mental infantil y donde ha dejado curiosas anécdotas
Las visitas oficiales que realizan los miembros de la familia real británica, sobre todo los más jóvenes, suelen dejar multitud de momentos sorprendentes, de fotografías inéditas y de anécdotas. El martes 22 de febrero Kate Middleton, esposa de Guillermo de Inglaterra, voló hasta Dinamarca para encarar una visita oficial de dos días al país centrada en la importancia de la salud mental en los niños, uno de los temas en los que está más centrada y en el que vuelca más esfuerzos, y donde en solo unas horas ha dejado imágenes curiosas.
El primer día de su visita, Catalina, de 40 años, vestida con una americana de Zara en color rojo en un guiño a la bandera del país, visitó el Museo de Niños de Copenhague, así como la universidad de la ciudad y en concreto un centro sobre salud mental infantil a edades tempranas que depende de la misma y donde se promueve el bienestar de padres e hijos y el desarrollo emocional de los pequeños en distintos momentos de la infancia. Allí la duquesa de Cambridge contactó con expertos, pero también con padres y sus bebés que forman parte del programa. De ahí que, en una charla informal cuando acabó la cita, Kate comentara que se sentía con mucho “instinto maternal”, algo que afirma que le pasa a menudo cuando tiene niños pequeños alrededor.
La madre de Jorge, Carlota y Luis (de ocho, seis y tres años, respectivamente) bromeó con que su marido, el príncipe Guillermo, sabe de su debilidad por los bebés y de lo que siente cuando está con ellos. “Me provocan un fuerte instinto maternal. Guillermo siempre anda preocupado cuando tengo encuentros con bebés de menos de un año. Vuelvo a casa diciendo: ‘Vamos a tener otro más”. De hecho, la anécdota ya sucedió el mes pasado cuando ambos visitaron Lancashire y Kate cogió en brazos a una niña para una foto, ante lo que el público que había alrededor soltó un “ooooh” generalizado y tras lo que Guillermo bromeó con un: “No le deis más ideas a mi mujer”. Entre las risas de la gente, cuando Kate devolvió a la pequeña a sus padres, quien es su marido desde hace 10 años comentó: “No te la vayas a llevar...”.
Tras su visita a ese centro, y también dentro de las instalaciones del campus, Kate estuvo en el PlayLab (algo así como un laboratorio de juegos) de la Fundación Lego, donde conoció detalles sobre la importancia del aprendizaje unido al juego y sobre cómo este puede ayudar a gestionar las emociones. Y allí dejó una de las estampas más curiosas de la jornada, al tirarse por el tobogán de metal que preside ese PlayLab. Kate logró aterrizar con bastante elegancia y levantarse entre risas y aplausos. “Tenía que hacerlo”, se la oye decir, divertida.
#DuchessofCambridge arriving in style at the Lego foundation playlab in #Copenhagen 😀🇩🇰 pic.twitter.com/mUa3RcgVs4
— Nick Dixon (@NickDixonITV) February 22, 2022
En su segundo día en el país, la duquesa ha acudido a una escuela infantil que potencia la conexión de los niños con la naturaleza. La duquesa se ha dejado ver alrededor de una hoguera con los pequeños, que también le han demostrado cómo cortaban troncos.
Apenas unas horas después, Kate se ha desprendido de las botas de campo, los vaqueros y el grueso jersey que ha llevado para protegerse de los apenas seis grados que hacía por la mañana en la capital danesa y lo ha cambiado por un vestido negro con guantes y bolso a juego, un elegante abrigo de Emilia Wickstead y unos zapatos de tacón del mismo tono para reunirse con Mary de Dinamarca, de 50 años y esposa de Federico, el heredero al trono. Mary la ha recibido en el patio del palacio de Amalienborg, donde ambas iban a almorzar juntas, y después han acudido a saludar a la reina Margarita, ya recuperada del coronavirus, del que se contagió a principios de febrero.
Margarita ha querido tener un detalle de hermanamiento con Reino Unido y ha recibido a Catalina, dentro de Amalienborg, en el llamado palacio de Cristian IX, que reinó durante 42 años y fue bisabuelo de la soberana danesa —que acaba de cumplir 50 años en el trono— y a su vez de la reina Isabel II de Inglaterra —que celebra sus 70 reinando—. “El vínculo familiar entre estas dos familias reales se remonta muchos años atrás”, ha explicado la casa real danesa, en un texto acompañado de unas imágenes donde se ha podido ver la buena sintonía entre la reina y las dos herederas. La visita ha acabado con Mary y Kate acudiendo juntas un centro de atención a niños que han sido víctimas de violencia de género y que está apoyado por la fundación de la princesa Mary.
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