Jennifer Garner, la ‘novia de América’ que reivindica su soltería
Tras una década casada con Ben Affleck y un largo divorcio, la actriz impulsa su carrera en el cine, sus negocios y tareas filantrópicas sin ganas de volver a emparejarse
Jennifer Garner dice que está “muy lejos” de querer casarse de nuevo seis años después de separarse de Ben Affleck: “No necesito complicarme la vida”. El divorcio de Jennifer con Affleck finalizó en 2018, casi tres años después de que la pareja se separara y más de una década después de empezar su matrimonio. Se casaron en la playa en 2005, después de que él rompiera con Jennifer Lopez. Desde entonces, la actriz ha protagonizado muchas portadas, por este divorcio y por los incesantes rumores de reconciliación que solo cesaron cuando Affleck inició una relación con Ana de Armas, ahora también finalizada. Pero lo cierto es que la actriz también retomo su vida amorosa con el ejecutivo de tecnología John Miller, con el que rompió hace unos meses. Ahora Garner está de promoción por su nuevo trabajo y ocupa portadas y concede entrevistas tras meses de silencio. Está decidida a impulsar su carrera en el cine, sus negocios y a centrarse en sus tareas filantrópicas. Volverse a emparejar no entra en los planes de la conocida como la “novia de América”.
Su imagen de buena esposa, buena amiga y ejemplar madre se ha convertido en el argumento de su nuevo proyecto, como si su vida personal y profesional no pudieran separarse. En El día del sí, que ya se puede ver en Netflix, se recogen situaciones que provienen de su círculo de amigas mamás. “Si una amiga mamá dice que ha probado algo y que le funcionó, lo intento”, dice. “Todo el tiempo. Y realmente lo hago. Eso es lo que hace una red de mamás entre sí, ¿verdad? Criamos a los niños en la comunidad, no en el vacío”.
Garner, de 48 años, vivió durante la pandemia en su casa en Los Ángeles con sus tres hijos, Violet, de 15, Seraphina, de 12, y Sam, de 9, nacidos de su matrimonio con Ben Affleck. Y de ahí salen muchas de las situaciones que se reflejan en su nuevo trabajo. “Creamos una cabaña en la playa y una tienda de delicatessen en Nueva York. Hicimos un restaurante con pista de patinaje donde los niños estaban en el coche; compré esas bandejas que se enganchaban a las ventanas e hicieron hamburguesas”. El tiempo en casa también le enseñó un poco sobre sí misma. “Aprendí que soy bastante fuerte”, agrega en la entrevista que People lleva a su portada.
La actriz es una firme defensora de la privacidad de sus hijos y ello le ha llevado hasta el Congreso de EE UU reclamando medidas. “Es tan difícil ser un niño ahora... Protejo la privacidad de mis hijos tanto como puedo y nunca he publicado fotos de ellos en Instagram. Solía negarme a decir sus nombres durante las entrevistas, ¡pero todos saben sus nombres! Solo decía ‘mi mayor’, lo que sigo haciendo por costumbre. Estoy segura de que a veces a mis hijos les encantaría verse reflejados en mis redes sociales de una manera divertida y disfrutar de la atención que obtendrían. Pero he luchado mucho contra ello. No hay un juicio implícito a las personas que ponen a sus hijos allí”, ha asegurado en más de una ocasión. “No creo que la mayoría de los niños hayan sido acosados como los míos cuando eran pequeños. Fuimos acosados por completo las 24 horas del día, los siete días de la semana, durante 10 años seguidos, y eso te cambia. Incluso dejé de ir al mercado porque me fotografiaban allí constantemente. Me di cuenta de que estaba arruinando el mercado para todos; era muy egoísta”.
Garner se ha convertido también en una experta de la multitarea. Además de ocuparse de su carrera como actriz trabaja para la ONG Save the Children y dirige su empresa de alimentos orgánicos prensados en frío, Once Upon a Farm. La actriz insiste en que sus hijos ni siquiera notan su vida en Hollywood: “Hago tantas cosas diferentes... A veces siento que trabajo dentro de una licuadora”.
Nacida en Houston saltó a la fama interpretando a la agente de la CIA Sydney Bristow en la inolvidable serie de acción Alias (2001 a 2006). El papel bien le valió a la actriz un Globo de Oro que, posteriormente, le abriría las puertas para interpretar al personaje protagonista de El sueño de mi vida (2004), la comedia romántica que le ganó el cariñoso apelativo de la “novia de América”. Desde entonces, Garner no ha dudado en tocar todos los palos de la industria, desde Juno (2007) a Dallas Buyers Club (2013), aunque su vida personal ha eclipsado a veces su carrera.
Cerca de cumplir 50, dice que ya no es una “chica sexy” y que no le ofrecen tantos papeles como cuando tenía 20 años. “No recibo las ofertas que recibí durante la primera portada de InStyle en 2004”, desveló en un artículo escrito para esta publicación con motivo de su 25 aniversario. “Pero sé que lo que me ofrecen es porque alguien realmente quiere verme interpretar un papel”, agregó.
“Me siento mucho menos estresada sobre la industria y mi lugar en ella ahora que antes. Cuando eres una de las chicas de moda del momento, tomas decisiones que te definen. Primero me definí al elegir hacer una pausa, y luego me definí muy rápidamente por los embarazos y los bebés. Ahora mis elecciones están definidas por diferentes cosas. No recibo las ofertas que recibí durante la primera portada, pero sé que lo que se me presenta es porque alguien realmente quiere verme interpretar un papel”, cuenta al rememorar aquella portada.
“Siempre he buscado otros intereses fuera de la actuación también. En 2008 comencé a trabajar para Save the Children para ayudar a los niños que crecen pobres en las zonas rurales de América. Pensé que iría a programas de edad escolar, pero Mark Shriver, quien ha sido mi jefe allí durante 11 años, dijo: ‘Si quieres ayudar a los niños que crecen pobres, tienes que ayudarlos desde el nacimiento’. Me involucré en la educación de la primera infancia y aprendí mucho sobre el desarrollo del cerebro. Desearía poder volver a hacerlo todo de nuevo con mis hijos y arreglar lo que seguro que arruiné”.
Con su exmarido mantiene una buena relación. Ella ha sido uno de sus grandes apoyos en sus numerosos intentos de dejar sus adicciones. Él ha reconocido públicamente su papel. “El mayor arrepentimiento de mi vida es mi divorcio de Jennifer Garner. Cuando comencé a beber cada vez más mi matrimonio se fue derrumbando, eso fue en el 201, 2016. Mi alcoholismo fue los que creó los problemas”, ha confesado Afflkeck.
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