Jennifer Garner, la madre de Hollywood

Las reglas son claras al empezar la entrevista: nada de preguntas personales. Jennifer Garner se enfrenta a la prensa por primera vez desde que el pasado verano, un día después de su décimo aniversario de boda con Ben Affleck, anunciara su divorcio. En mitad de aquella montaña rusa mediática, con escándalo de posible infidelidad de por medio, la actriz rodaba Milagros desde el cielo, la película que ahora le toca promocionar y por la que se enfrentará a más que posibles preguntas sobre su situación familiar.

El filme está basado en la historia real de la lucha de Christy Beam y su hija Anna, una niña que sufría una rara enfermedad sin tratamiento posible, pero que se acabó curando, sin explicación científica, después de un accidente. El tema de la fe envuelve toda la película, y gracias a ella, Garner, madre de tres hijos como su personaje, consiguió recuperar su propia fe justo cuando se estaba enfrentando a un gran cambio en su vida.

"La película fue un regalo y me dio perspectiva", dice la actriz, de 44 años, que no menciona a su familia directamente, pero sí recurre a su experiencia constantemente para explicar una historia que le tocó muy de cerca. "Definitivamente, me trajo de nuevo la fe, porque creo que en Los Ángeles, donde vivimos, es muy fácil que se olvide y se politice, en vez de hacerla una parte natural de la vida, como era donde yo crecí en Virginia Occidental o donde rodamos en Atlanta. Nos sentábamos en la iglesia y hablábamos sobre fe entre toma y toma todo el rato. De alguna forma, normalizó mi cabeza otra vez".

Jennifer Garner nació en Texas, pero creció en Virginia Occidental en un entorno muy conservador. Su madre era profesora de Inglés, y su padre, ingeniero químico, y con ellos, ella y sus dos hermanas iban todos los domingos a la iglesia. "En ese sentido, me identifiqué completamente con el personaje y la historia", explica la actriz. "Aunque no la hemos hecho con intención de predicar sobre fe religiosa, ni queremos decirle a la gente qué debe creer o qué debe hacer. Solo intentamos retratar a una familia en un momento de crisis y cómo la fe les ayudó a superarlo". Exactamente como le ocurrió a Garner, que, tras el rodaje, volvió a ir a la iglesia semanalmente, acompañada de los tres hijos que tiene con Ben Affleck, Violet, de 10 años; Seraphina, de 8; y Samuel, de 6.

La actriz dice, sin embargo, que a pesar de las similitudes en ningún caso se puso en la piel de su personaje. “Te tienes que distanciar. La gente asume que porque soy madre pienso que mis hijos podrían pasar por lo que pasó esa niña, pero jamás pensé eso, ni una vez”, explica. En realidad, hizo justo el proceso mental contrario. "Durante todo el rodaje, lo único que hacía es dar las gracias porque aquello no era mi vida real. Siempre fui consciente de que estaba interpretando un papel. ¿Fue agotador emocionalmente? Sí, pero lo fue para todos los actores, no solo para mí porque soy madre. Es inevitable no sufrir al imaginar el dolor que tuvo que pasar esta niña".

Viendo los últimos títulos en la filmografía de Jennifer Garner y la imagen pública que ha dominado en los últimos años, como madre de familia y esposa entregada, lejos quedan ya los papeles de superheroína con los que la actriz despegó hace 15 años. Con la serie Alias recuperó en televisión una tradición de mujeres de acción protagonistas. Y con Elektra en Daredevil lanzó su carrera en el cine y conoció a Ben Affleck. Pero, salvo excepciones, como Dallas Buyers Club, desde Juno (2007) Hollywood parece tenerla reservada a papeles de madre con los que ella está satisfecha. Aunque como bailarina de formación y mujer muy activa eche de menos la acción.

"Me gustan los papeles bonitos. Aunque mi siguiente personaje sea una persona horrible, sí he interpretado a muchas madres", reconoce. "Siento que van con mi edad y son papeles que quiero interpretar porque están en sincronía conmigo ahora mismo. Algo que no ha ocurrido con tanta frecuencia a lo largo de mi vida. Así que estoy encantada de interpretar a una madre, porque no hay nada más primario", concluye.