El fervor feminista de Jennifer Garner

Con un trozo de pizza en la mano de su restaurante favorito en Los Ángeles, Barone's, así subió Jennifer Garner el pasado martes a recoger su premio de la revista Elle Women in Hollywood (Mujeres en Hollywood), donde denunció el sexismo que viven las mujeres de la industria. La actriz ahora puede comer pizza sin mala conciencia, bromeó al inicio de su discurso, porque ya no tiene que preocuparse por cómo lucirá en ropa interior, como le pasaba en la serie Alias. Es lo que implica cumplir años en la Meca del cine: ahora sólo le ofrecen papeles de madre y puede comer pizza.

"El hecho de que incluso necesitemos hacer un evento como este de Mujeres en Hollywood es un poco triste", dijo la actriz de Dallas Buyers Club. "El día de los Hombres en Hollywood es todos los días: se llama Hollywood. El 51% de la población no debería tener que programar un día especial para celebrar el hecho de que nos toca asumir un papel en este arte que habla sobre lo que significa ser humano y estar vivo".

La actriz, que estrena próximamente Hombres, mujeres y niños y Alexander y el día terrible, horrible, espantoso y horroroso, puso como ejemplo de esta desigualdad una experiencia que había vivido recientemente con su marido, Ben Affleck. "Mi marido y yo hacemos el mismo trabajo, más o menos. Hace no mucho, los dos tuvimos uno de esos mágicos días que llamamos junket, donde vas y la gente viene cada cuatro minutos y te hace las mismas preguntas una y otra vez. Cuando llegamos a casa, lo comentamos. Yo le dije que en cada una de las entrevistas, todo el mundo me hizo la misma pregunta: '¿Cómo compaginas el trabajo y la familia?'. Y él me dijo que la única pregunta que le hicieron repetidamente fue sobre las tetas de la chica de Blurred Lines [la actriz, Emily Ratajkowski, se hizo famosa por ese videoclip de Robin Thicke; y es coprotagonsita de Affleck en Perdida]".

El día de los Hombres en Hollywood es todos los días. Se llama Hollywood"

"Nadie le preguntó ese día sobre cómo compaginaba trabajo y familia", continuó Garner en su discurso. "De hecho, nunca nadie le ha hecho esa pregunta. Ni una vez. Y los dos compartimos la misma familia. ¿No es hora de que cambiemos esta conversación?".

Poco después de Jennifer Garner subió al escenario a recoger su premio la actriz de Los juegos del hambre, Elizabeth Banks, quien también quiso llamar la atención sobre el papel de "las mujeres en Hollywood". "Creo que es realmente difícil… Creo que requiere mucho apoyo a lo largo del camino". Además, en la ceremonia premiaron a algunas de esas pocas actrices veteranas que siguen trabajando en el cine y la televisión, como Jessica Lange o Annette Bening.

El discurso de Jennifer Garner había quedado hasta ahora en un segundo plano. Hasta ahora, la principal noticia de aquella noche fue el nuevo rostro de Renée Zellweger. El exceso de atención y críticas que recibió dan razón a las palabras de Garner y han reabierto el debate sobre la presión que sufren las actrices para mantener una carrera en Hollywood.