Ben Affleck y Ana de Armas, la relación en la que nadie confiaba y todavía dura
La pareja se ha dejado ver en el rodaje de la película donde se conocieron hace un año tras noticias que apuntaban al fin de su noviazgo
Ben Affleck y Ana de Armas cruzaron sus caminos hace justo un año. Cuando en noviembre de 2019 los actores comenzaron a rodar la película que ambos protagonizan, Deep Water, cuyo estreno previsto para este mes se ha pospuesto debido a la pandemia por el coronavirus, ninguno de los dos imaginaba que de este proyecto saldría otro mucho más personal: su relación como pareja. Unos meses después, en marzo, los actores fueron vistos durante un viaje a la tierra natal de ella, Cuba, y también en Costa Rica, y la confirmación llegó cuando la intérprete que se dio a conocer en la serie española El internado publicó en sus redes sociales varias fotografías por su 32º cumpleaños en las que aparecía abrazada al actor de Batman.
Desde entonces ninguno de los dos se esconde. Ella ha conocido a la familia que él formó junto a la también actriz Jennifer Garner, de cuyo matrimonio de una década nacieron tres hijos: Violet, de 14 años; Seraphina, de 11; y Samuel, de 8. Con ellos juega, sale a pasear y les enseña español. También conoce a la madre del actor, Christine Affleck, quien se escapó unos días junto a su hijo y su nuera a Georgia en verano, y al círculo más íntimo del intérprete, quien asegura que De Armas ha sido “una gran influencia” en Affleck para superar sus problemas con el alcohol, adicción por la que ha estado internado en varias ocasiones y contra la que lleva batallando varios años.
Tras su primer verano juntos, en el que han tenido tiempo para disfrutar en familia y con amigos, como cuando pasaron unos días en las playas de Malibú junto a Matt Damon y su esposa, la argentina Luciana Barroso, amigos íntimos de Affleck, desde hace unas semanas algunos portales estadounidenses han hablado de una posible separación de la pareja. Con la llegada del otoño, las demostraciones públicas de afecto casi diarias —paseando juntos a sus respectivas mascotas, imágenes de ambos en las redes sociales de ellas o montando en la moto que Ana de Armas le regaló a Ben Affleck por su cumpleaños— comenzaron a disminuir a medida que la pareja cumplía con sus obligaciones laborales que los han llevado a diferentes estados. Sin embargo, Affleck y de Armas han retomado el camino justo donde empezaron y se han vuelto a dejar ver estos días en Nueva Orleans, durante el rodaje de algunas escenas de la película en la que ambos interpretan a un matrimonio y que está por terminar.
La conexión entre ambos fue inmediata durante los primeros días de rodaje. “Tuvieron muchísima química desde el primer momento”, dijeron fuentes cercanas a la pareja a People entonces. Algo que la propia De Armas corroboró hace unos meses en una entrevista con Vogue, donde alabó el trabajo del que ahora es su pareja. “La primera vez que leímos las escenas juntos, quedó bastante claro que iba a hacer algo excepcional con un papel muy complejo”, dijo sobre Affleck, de 47 años. “No solo sabe cómo hacerlo con facilidad, sino que también logra sorprenderte en cada toma. Su talento es infinito”, siguió piropeando la actriz a su pareja.
El reencuentro esta semana después de varios días separados por sus profesiones causó un gran revuelo entre sus compañeros del set, quienes observaban embobados los besos y abrazos que los actores se profesaban de manera continua; y también entre sus admiradores, quienes idealizaron con la posibilidad de un compromiso mayor en su relación al ver en la mano de la actriz un gran anillo de diamantes. En una imagen en el rodaje, se puede ver la joya que luce De Armas, pero según E! News se trata simplemente de un accesorio del personaje que interpreta la actriz, pues ya el año pasado se la vio utilizando este mismo complemento. “Ben parecía extasiado de volver a ver a Ana después de haber estado separado de ella durante algunas semanas. Estaban muy felices de estar juntos y no podían quitarse las manos de encima”, dijo un testigo al mismo portal estadounidense. “Entre toma y toma se besaban sin parar. Eran muy dulces y claramente se habían echado de menos el uno al otro”, contó otro.
De lo que no hay duda es de que además de su situación personal, ambos disfrutan de un momento pleno también en lo profesional. Mientras Affleck parece haber vuelto a encaminar su vida lejos del alcohol y con varios proyectos en el horizonte —además de Deep Water, este año ha estrenado también The Way Back, donde interpreta a un entrenador de baloncesto que intenta salir de sus adicciones y Su último deseo, en Netflix—, para De Armas este 2020 ha sido un año lleno de triunfos y éxitos.
La actriz cubano-española que alcanzó la fama en 2007 gracias a la exitosa serie española juvenil El Internado no se equivocó cuando ocho años después, y casi de manera obligada por la ausencia de papeles más allá de adolescente sexy, decidió cruzar el charco para establecerse profesionalmente en Hollywood. Allí lleva desde entonces y allí ha dado un alto vuelo a una carrera de un éxito insospechado conquistando por igual a directores, productores y público. Ha sido nominada por primera vez al Globo de Oro a la mejor protagonista de una comedia por Puñales por la espalda —que finalmente se llevó la actriz Awkwafina por The Farewell—; protagoniza a la nueva chica Bond en Sin tiempo para morir, la última entrega de la saga del famoso espía cuyo estreno se ha visto pospuesto por la pandemia; y se ha dejado ver caracterizada como Marilyn Monroe para la película biográfica de Netflix, Blonde.
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