Vanessa Bryant desvela los nombres de los cuatro agentes de policía que filtraron imágenes de la muerte de Kobe

La muerte del ídolo del baloncesto Kobe Bryant, de 41 años, a finales de enero de 2020 dejó al mundo impactado y a su familia —que además también perdía a una de sus hijas, Gianna— sumida en el dolor. Pero lejos del inmovilismo, su viuda, Vanessa, rápidamente tomó cartas en el asunto de su fallecimiento y advirtió de que iba a actuar. Primero, para dirimir las culpas sobre cómo había tenido lugar el accidente de helicóptero en el que perdieron la vida su marido y su hija; después, para conocer quién había filtrado algunas de las imágenes del lugar del accidente y de la muerte de Bryant. El morbo por la catástrofe fue tal que la policía tuvo que vigilar la zona para evitar que fotógrafos y carroñeros merodearan por el lugar.

Ahora, Vanessa Bryant ha tomado cartas legales en el asunto y ha interpuesto una denuncia contra los ayudantes del sheriff de Los Ángeles que considera que difundieron las imágenes del lugar del accidente donde murieron su marido y su hija. Si apenas un mes después del accidente ya se mostraba enfadada por la difusión de las fotografías, puesto que había pedido a la policía que protegiera su intimidad y esta no lo hizo, el pasado septiembre demandó definitivamente al sheriff de Los Ángeles, Alex Villanueva, y pidió daños por negligencia, porque se le causó “dolor emocional de forma intencional” y por la invasión de su derecho a la intimidad. Ahora, en su perfil de Instagram ha colgado 12 fotografías de la demanda que ha interpuesto, señalando de llamativo color rojo los nombres y apellidos de los cuatro hombres a los que acusa.

En su demanda, Bryant señala a cuatro individuos, pero también a varias instituciones: al condado de Los Ángeles, al Departamento del Sheriff de Los Ángeles y a los Bomberos de la ciudad. Los cuatro hombres ya habían sido denunciados en septiembre, pero un juez ha permitido este mes de marzo que sus nombres se hagan públicos, de ahí las publicaciones de Vanessa Bryant. Algo de lo que se han quejado los abogados del condado, argumentando que el hecho de que la identidad de esas cuatro personas se haga pública les puede causar enfrentamientos y ataques, especialmente por internet.

En la demanda que ha colgado en su perfil —donde tiene más de 14 millones de seguidores—, se explica cómo los abogados de Vanessa Bryant hablaron con el sheriff Villanueva la misma mañana del siniestro para pedir de forma clara que se protegiera la zona en pos de la privacidad familiar. Ahora, los documentos legales afirman que esa seguridad que le tenían que proporcionar los policías era “una garantía vacía”, porque “los agentes del sheriff que acudieron al lugar del accidente utilizaron sus teléfonos móviles para sacar fotografías innecesarias de los padres, niños y entrenadores fallecidos”.

Los abogados de la familia Bryant explican que según la investigación realizada en el departamento del sheriff, uno de los cuatro acusados “sacó entre 25 y 100 fotos de la escena del accidente en su teléfono móvil, muchas de las cuales no tenían el propósito de servir a la investigación y estaban enfocadas directamente en las víctimas”. Además, esas imágenes se difundieron “rápidamente en el departamento, porque los oficiales se las pasaron unos a otros por mensaje de texto y por AirDrop”, una funcionalidad de los dispositivos de Apple que permite compartir archivos de forma inmediata mediante Bluetooth sin pérdida de calidad. “En 48 horas, al menos 10 miembros del departamento tenían fotos de las víctimas, que permanecieron en sus teléfonos móviles pese a no tener derecho de uso legítimo de las mismas”, se lee en la demanda.

Las acusaciones de la demanda van en contra de algunos de esos cuatro miembros en concreto y, por ejemplo, se acusa a uno de ellos de tomar y compartir fotos de Kobe y de Gianna y de mandárselas a compañeros que no tenían un papel en la investigación “sin más razones que el cotilleo morboso”. Los letrados también se quejan de que las imágenes no solo se compartieron entre miembros del departamento, sino que las mostraron, por ejemplo, a compañeros de otros condados, pero también a sus madres, sobrinos o sus compañeros de partida de videojuegos, gente en absoluto implicada en el caso. En concreto, ponen como ejemplo a un camarero de la ciudad californiana de Norwalk al que le enseñaron algunas imágenes dos días después del accidente, algo que ese hombre luego fue contando y describiendo con todo detalle a otras personas del establecimiento. Alguien que escuchó esa conversación fue quien alertó a las autoridades.