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Anna Allen, de una vida ficticia en Hollywood a regresar a ‘Cuéntame’

La actriz, que desapareció del foco mediático en 2015, retoma poco a poco su trabajo en televisión, bromea con Los Javis sobre los errores del pasado y recupera su actividad en redes sociales

La actriz Anna Allen.
La actriz Anna Allen.Pepe Andrés / Getty

La nueva temporada de la serie Cuéntame cómo pasó está repleta de grandes novedades: la incorporación de Silvia Abascal para interpretar a una María Alcántara adulta, la primera vez que su narrador, Carlos Hipólito, actuará frente a las cámaras y el regreso de Anna Allen al barrio de San Genaro. La actriz, de 43 años, dio vida entre 2001 y 2008 a Marta Altamira, el primer gran amor de Toni Alcántara (Pablo Rivero) y responsable de introducirle en el mundo del activismo. Fue el propio Rivero quien anunció la vuelta de Allen al publicar una fotografía de ambos en Instagram: “Este año se han adelantado los Reyes Magos”.

El actor ha sido durante estos últimos años una de las pocas celebridades que ha defendido a la actriz después de que se descubriera en 2015 que esta mentía sobre sus proezas profesionales. Allen y su representante, Mar Rodríguez, urdieron —supuestamente juntas, pues la intérprete ha insistido en varias entrevistas en que se desconoce la verdad— un plan para convencer a la prensa española de que Allen estaba haciéndose un hueco en Hollywood. Un papel en The Big Bang Therory, un proyecto junto a Matt Bommer, amiga de Julia Roberts y embajadora de prestigiosas marcas fueron algunas de las inventivas que vendieron a través de varios montajes fotográficos subidos a las redes sociales. También entró en juego un falso publicista americano que contactaba con los medios de comunicación españoles para informar sobre las hazañas de la actriz. El interés que suscitó por dar el salto a la meca del cine la llevó a ser entrevistada en prensa escrita y programas de radio. Incluso hablaba de su exitosa carrera cada vez que pisaba el plató de Pasapalabra, donde llegó a afirmar que había recibido un premio en Italia.

La actriz, que había trabajado en algunas series de televisión pero sin lograr todavía un papel que la llevara al estrellato, estaba triunfando fuera de las fronteras españolas y eso era digno de ser contado. Pero un falso retrato suyo en la alfombra roja de los Oscar hizo saltar las alarmas por la pésima edición de la imagen y poco a poco se descubrió que su idílica vida no era verídica.

Anna Allen, en la alfombra roja de los Oscar.
Anna Allen, en la alfombra roja de los Oscar.

Al principio la historia generó sorpresa y alguna que otra risa. Luego hubo quienes dejaron pasar el tema, a modo de anécdota graciosa, y quienes iniciaron una campaña de desprestigio que superó a Allen. Debates sobre un posible trastorno mental, motes como “la pequeña Nicolasa” —en referencia al pequeño Nicolás, el joven que se hizo pasar por enviado del Rey y agente del CNI—, entrevistas con su antigua casera, trapos sucios del pasado y acoso a su familia. “Había coches delante de la casa de mi madre, perseguían a mi hermano… Lo he pasado muy mal. El escarnio es una tortura legal. Se veja a nivel personal, y eso hace mucho daño”, comentó a la revista S Moda en julio de 2019, una entrevista en exclusiva donde admitió ser más prudente que antes y que aquella experiencia le enseñó que las palabras son interpretables. En 2015, mientras su nombre se convirtió en uno de los más buscados en Google, ella desapareció del foco mediático.

Algunos compañeros de la industria echaron más leña al fuego y otros prefirieron ser más comedidos con sus palabras. Ese fue el caso de Pablo Rivero, que en una ocasión no pudo evitar señalar: “Esta profesión es muy cruel y muy difícil”. Cuando Allen regresó tras cuatro años escondida gracias a la serie de Paquita Salas, creada por Javier Calvo y Javier Ambrossi, Rivero solo tenía elogios hacia ella. “Siempre esta profesión se ve desde afuera, siempre con lo que queremos proyectar. Y a veces nos equivocamos. Más cuando queremos dar una imagen de superactores o súper lo que sea, como si no nos equivocáramos. Y eso nos juega malas pasadas y no solo en el caso de Anna”, explicó el intérprete a El Mundo, donde añadió: “Por eso es importante Paquita Salas, porque humaniza lo débiles que somos en el fondo, lo susceptibles”.

Los Javis intentaron contactar con ella desde la primera temporada de la serie pero no fue hasta la tercera que lograron incorporarla al reparto, al menos para el episodio final. “Dijo que todo lo que pasó cuando vio Paquita Salas y cómo lo contamos le emocionó y le sanó un poco”, comentó la pareja de directores durante un evento. También tuvo mucho que ver unas palabras de apoyo del protagonista de la serie, Brays Efe, que calificó a la actriz de talentosa y cándida. “Sintió que no estaba tan sola, se sintió entendida y por eso se atrevió a hacer esto, porque se sintió segura en nuestras manos”, afirmaron los directores.

Una seguridad que ahora le permite incluso bromear con ellos sobre este fatídico episodio de su vida. En enero del año pasado, durante los Premios Feroz, Javier Calvo subió un vídeo en el que la actriz decía bromeando con una estatuilla que no era suya en las manos: “Hola, soy Anna Allen y quiero agradeceros este premio. Sin Los Javis no habría sido posible”. Algo similar también sucedió en Paquita Salas cuando su personaje le pedía a la protagonista ejercer como su representante: “Llámame. Me están ofreciendo cosas en Hollywood”.

De manera paulatina Allen retoma su carrera profesional como si fuera un repaso a su vida, pero desde el final hacia el principio. La serie de Paquita Salas abordó la polémica que la obligó a ocultarse durante un tiempo como si hubiera cometido algún pecado —en un país con políticos con títulos universitarios falsos o famosos que defraudan a Hacienda— y Cuéntame es el recuerdo de sus inicios como actriz, esa profesión que tanto ama y por la que ha decidido regresar. De por medio un cameo en Veneno, otro proyecto de Los Javis, expertos en el resurgir de actrices olvidadas y descarriadas.

Y con Allen lo han conseguido. La actriz ya no solo vuelve a trabajar frente a las cámaras, sino que ha retomado su presencia en las redes sociales, aquellas que le jugaron una mala pasada hace seis años. El pasado 12 de octubre reapareció en Instagram con una imagen que daba a entender que estaba surfeando. En su renovada cuenta publica momentos de su día y día y promociona sus trabajos, tanto presentes como pasados, como Cuéntame, proyecto sobre el que ha expresado: “Me encanta volver a dar vida a Marta”.


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