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Hunter, el polémico hijo de Joe Biden que hace carrera como pintor

El abogado, de 50 años, cuyas cuentas están siendo investigadas y que es blanco constante de los ataques de Donald Trump, expondrá su obra en una galería de arte de Nueva York

Hunter Biden, en Washington en 2016.
Hunter Biden, en Washington en 2016.Getty
María Porcel

Hunter Biden es conocido por muchos aspectos. El hijo de Joe Biden, flamante presidente electo de EE UU, es un famoso abogado, lobista, empresario y habitual blanco de las iras de Donald Trump, que al pedir que investigaran sobre él sobrepasó sus funciones hasta tal punto que se vio condenado a pasar por un impeachment. Pero el más popular, al menos estos días, es por sus esfuerzos por dedicarse al arte. Hunter Biden, el hombre que ha pasado por todo —ataques públicos, rehabilitación, la muerte de su madre, de su hermano— busca su refugio en la pintura.

A sus 50 años, Hunter Biden está cerrando un acuerdo con la galería Georges Bergès de Nueva York, con quien a lo largo de 2021 realizará una exposición de su obra en solitario. Biden es un gran aficionado al arte. “Me mantiene cuerdo”, explicó en una entrevista con The New York Times en febrero de este año, donde mostraba parte de su obra, formada por cuadros florales abstractos pintados sobre un papel japonés de gran resistencia, en su casa de las colinas de Hollywood. ”Durante años no me he podido llamar a mí mismo artista, pero ahora me siento cómodo haciéndolo”.

No todos los medios especializados han acogido con el mismo entusiasmo la obra del hijo del futuro presidente. El crítico del New York Magazine, Jerry Salt, lo denominó “ilustración formalista genérica postzombi”. Para un exeditor del medio especializado Artsy, las pinturas de Hunter Buden son “vagamente científicas, vagamente psicodélicas” y “el proceso parece más importante que la obra acabado”. “Creo que es importante que hombres heridos de una cierta edad y de origen privilegiado tengan la oportunidad de encontrarse a sí mismos en lo creativo. Lo malo es que esperen que todos los demás les presten atención”, declaró en la web artnet.com.

La pintura le ha ayudado a superar las adicciones, que no han sido pocas. Una de las primeras noticias por las que su nombre saltó a la palestra, en el año 2014, cuando su padre era vicepresidente con el Gobierno de Barack Obama, fue que había sido expulsado de la marina apenas un mes después de haberse unido a ella. Aquello fue en la primavera de 2013, cuando dio positivo en un control de drogas, en este caso por cocaína.

La cocaína, el alcohol o el crack le han hecho pasar por un centro de rehabilitación tras otro. Su historia familiar tampoco se lo ponía fácil. Hunter estaba muy unido a su hermano mayor, Beau. En la Navidad de 1972 los dos pequeños viajaban en el coche familiar con su madre, Neillia, y su hermana pequeña, Naomi, de un año, cuando sufrieron un grave accidente en el que ambas perdieron la vida. Dicen que cuando se despertó en el hospital, lo primero que hizo Hunter fue mirar a su hermano Beau y decirle repetidamente: “Te quiero, te quiero”.

La unión de los hermanos se perpetuó en el tiempo. Joe Biden volvió a casarse y tuvo otra hija, Ashley, pero ellos se convirtieron el uno en el pilar del otro. Hunter, lobista con negocios de éxito, pagó el caro crédito universitario de su hermano cuando empezó a ganar dinero. Beau, por su parte, le acompañó a su primera reunión de Alcohólicos Anónimos.

De ahí que la muerte de Beau en mayo de 2015 a causa de un tumor cerebral le impactara como un mazazo. Su esposa y madre de sus tres hijos hasta el momento, Kathleen Buhle, le dijo que no bebiera una gota de alcohol, porque tendría que lidiar con ello fuera de casa. Él agarró una botella de vodka y se marchó.

Para terminar de hacer las cosas más chocantes, empezó una relación con la viuda de su hermano, Hallie Biden, con quien estuvo durante algo más de un año. Al parecer empezaron a intimar en 2016, durante visitas a la casa familiar de los Hamptons. Pero fue tras pasar una semana en un centro de desintoxicación de Arizona cuando empezó su romance. Hunter Biden había llegado al mismo después de pasar por Los Ángeles, comprar y consumir crack en un suburbio de sintechos de la ciudad y acabar en un club nocturno de Hollywood, donde un tipo se apiadó de él y le llevó a una oficina de alquiler de coches. Desde allí alquiló efectivamente un vehículo (al devolverlo, sus ocupantes llamaron a la policía porque había una pipa de crack y una bolsa con polvo blanco junto a su carnet de conducir y su identificación de abogado), condujo hasta Arizona, pasó por el centro de rehabilitación y acabó en un spa, donde finalmente se le unió Hallie y decidieron salir juntos. Joe Biden se enteró por la prensa, pero la cosa no duró, apenas un año. En mayo de 2019 conoció a la sudafricana de 32 años Melissa Cohen, y una semana después se casaron.

Joe Biden visita a sus hijos Beau (tumbado) y Hunter en el hospital de Delaware tras el accidente sufrido en Navidad de 1972.
Joe Biden visita a sus hijos Beau (tumbado) y Hunter en el hospital de Delaware tras el accidente sufrido en Navidad de 1972.USA TODAY Network (Cordon)

Más allá de lo puramente personal, ahora Hunter Biden está en el punto de mira por una investigación que la fiscalía de Delaware está realizando sobre sus finanzas. Trump llegó a acusarle de corrupción por trabajar en una empresa ucraniana de energía llamada Burisma y por ser parte de su junta directiva, con un salario de unos 50.000 dólares al mes. Tales eran las ganas del hoy aún presidente de hundirle, y hundir a su padre con él, que en julio de 2019 le pidió al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que iniciara una investigación sobre Hunter, como se supo meses después. Él sigue afirmando que se toma el asunto “muy en serio”, y ya le aseguró a su padre hace años que sabía lo que estaba haciendo y que su trabajo en Ucrania fue “una mala decisión”, pero no un problema ético.

“Todo el mundo tiene traumas. En cada familia hay adicciones. Yo estaba perdido. Estaba en un túnel, un túnel sin final, del que nunca sales. Solo aprendes cómo lidiar con él”, afirmó Hunter Biden en una entrevista al New Yorker en septiembre de 2019. Parece que ahora ha encontrado la luz que necesitaba para salir de él.

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Sobre la firma

María Porcel
Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.

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