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Toñi Moreno hace bandera de su tardía maternidad en solitario

La presentadora, tras concluir su relación con Rosana, cuenta en un libro su papel como madre pero no habla de sus amores: “Hay una parte de mi vida que solo es mía”

La presentadora Toñi Moreno.
La presentadora Toñi Moreno.gtresonline

Toñi Moreno dividió las horas del confinamiento entre la escritura y aprender a ser madre. El 21 de enero nació Lola y en marzo comenzó el estado de alarma. Durante esos meses a la presentadora de televisión, con una recién nacida incluida, le dio tiempo a escribir Madre después de los 40. La verdad del cuento, que se ha publicado en noviembre y en el que, afirma, se ha “abierto en canal”. En cada línea del libro, Moreno tenía la mente puesta en su hija, en contar su historia desde la verdad, afirma: “Cuando ella tenga la capacidad de hacerme preguntas, ahí estarán todas las respuestas”.

La presentadora habla en voz baja. “Tengo a la niña en brazos dormida”, explica por teléfono desde su casa en Sevilla. Con la llegada del bebé empezaron a escribirle mujeres por Instagram pidiéndole consejo sobre la maternidad y con más tiempo, tras la cancelación de los programas por la covid, se puso manos a la obra con un proyecto que, aunque varias editoriales se lo habían propuesto, nunca pensó que llevaría a cabo. Hasta que ocurrió. Estos días cambia de rol y pasa de entrevistadora a entrevistada y, confiesa, se siente muy incómoda en su nuevo papel. “Estoy deseando que acabe la promoción del libro y que todo el mundo se olvide de él”, bromea. “Yo soy periodista, y a mí lo que me gusta es preguntar”.

Tener hijos era un deseo que siempre había sobrevolado a Moreno, pero la inestabilidad laboral fue retrasándolo. “No había otra razón”, reconoce, solo el trabajo. “Cuando tenía un programa estable que parecía que funcionaba no quería quedarme embarazada por no perder mi lugar. Y cuando estaba en paro no me lo podía permitir, porque quién me iba a contratar estando embarazada. Y así me planté en los 46”. Moreno, que comenzó a trabajar a los 14 años en la televisión de su pueblo, ha llegado a compaginar hasta nueve empleos. Durante el embarazo trabajó en tres programas a la vez. Telemadrid canceló Aquellos maravillosos años en noviembre de 2019 y Mediaset puso a Jesús Vázquez al frente de Mujeres y hombres y viceversa el pasado julio.

“El entrenador ha decidido que me toca chupar banquillo y ahora lo que me toca es entrenar mucho para que me saquen a jugar otra vez, no me queda otra. Y luego, claro, me han sentado para sacar a Messi, porque Jesús Vázquez es Messi, así que lo que tengo que hacer es aprender de Messi”, bromea la presentadora. A pesar de todo, Moreno asegura que no se puede quejar. Está en Canal Sur cada lunes en prime time con el programa de entrevistas Un año de tu vida, escribe en la revista Lecturas y sigue colaborando en Mediaset, aunque “no a los niveles de antes”.

Moreno está acostumbrada a esa inestabilidad y a ir donde la lleve el trabajo. Así que sin nada fijo en Madrid y con un programa estable en la televisión andaluza regresó a su casa de Sevilla tras el confinamiento, donde está su familia. Sus hermanas, su madre y la madrina de su hija han sido su principal apoyo. Estos meses a Moreno no paran de preguntarle si le hubiera gustado tener a su hija en pareja. “Esto es una antigüedad de pregunta, porque hay muchísimas familias y familias muy diferentes. Yo con mi niña formamos una familia monoparental, pero tengo una red familiar maravillosa”, destaca.

La periodista también ha tenido que acostumbrarse a ser el foco de la prensa del corazón. En octubre de 2019 la revista Lecturas adelantó que Moreno y la cantante Rosana habían roto su relación tras año y medio. Y tres meses antes el mismo medio anunció el embarazo de la periodista. “Estaba de dos meses y había tenido dos abortos. Yo pensaba: ‘Cómo publican esto, si lo puedo perder otra vez, qué presión’. Sí, me pillaba unos rebotes y unos disgustos…”. Al final aprendió a relativizarlo, e incluso avisaba a los periodistas apostados en el hospital de su horario. Su vida, afirma, es muy aburrida, centrada en su trabajo y su niña. “Y hay una parte de mi vida que es mía y que no la pienso contar”, avisa. En el libro también marca un límite. “No niego, no oculto, no me escondo, no me enfado, solo vivo y dejo vivir. Mis amores son míos, y ahora de mi niña, que es a la única que debo explicaciones”, escribe.

Moreno expone su propia experiencia sin ningún objetivo en mente, aunque si puede ayudar a otras madres, eso que se lleva. Pero, avisa, lo que le pasa a ella no es la verdad absoluta. “Luego están los ejemplos de otras amigas mías, como Pilar Rubio o Ana Rosa Quintana, que están estupendas. Pero yo no”. La presentadora ha tenido “todo lo que ponía en Google”, desde vómitos a ciática. Con su particular humor, porque ella es muy “payasa” —”y en Andalucía hasta las tragedias las hacemos cómicas”—, el libro refleja dos partes: una práctica, escrita por la especialista Raquel López, y su propia realidad. “Hay cosas que las mujeres no hablamos del embarazo porque nos da pudor. Nos da pudor decir que después de haber parido a un ser precioso estamos tristes, eso se llama depresión posparto. Yo estuve cuatro días sin parar de llorar y no sabía por qué. Hasta que una doctora me dijo: ‘Esto es normal, es hormonal, necesitas descansar, deja a la niña con alguien por las noches, tómate una pastilla y duerme 14 horas’. Y se me fue. Pero cuesta mucho hablar de ese tipo de cosas”. Moreno tiene claro que, como ella, muchas mujeres necesitan conocer esa otra verdad del cuento.

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