Isabel II reaparece sin mascarilla y con Guillermo de Inglaterra siete meses después
Tras confinarse en Windsor junto al duque de Edimburgo al inicio de la pandemia, la monarca británica asiste a su primer acto público fuera de palacio acompañada por su nieto
Vestida con un abrigo rosa de Stewart Parvin y un sombrero a juego de Rachel Trevor Morgan pero sin mascarilla. Así ha lucido la reina Isabel II de Inglaterra en la que ha sido su primera aparición pública fuera de palacio desde hace siete meses. La monarca británica, que se confinó al inicio de la pandemia en el castillo de Windsor junto a su marido, el duque Felipe de Edimburgo, y tras unas semanas entre Balmoral y Sandrigham, ha participado en su primer compromiso público de manera presencial junto a su nieto Guillermo de Inglaterra.
Isabel II y el príncipe Guillermo han visitado las instalaciones del Laboratorio de Tecnología y Ciencia de Defensa de Porton Down, donde han tenido la oportunidad de conocer de cerca el trabajo que los científicos realizan para combatir la covid-19. En su charla con los expertos, la monarca comentó que el aumento de contagios por coronavirus en el Reino Unido, uno de los países más castigados por la pandemia, eran “esperados”, aunque reconoció que es una situación “horrible”.
Abuela y nieto llegaron por separado. Ella lo hizo en helicóptero y Guillermo en coche. Aunque guardaron la distancia entre ellos en todo momento, ninguno optó por ponerse la mascarilla pese a que la monarca, de 94 años, se encuentra dentro de la población de riesgo. Según recoge la prensa británica, las 48 personas que establecieron contacto con Isabel II, incluido el príncipe Guillermo, tuvieron que someterse a un test previo para comprobar que eran negativos en coronavirus. Una medida que, aunque algunos la han interpretado como una decisión para dar un mensaje positivo y alentador, otros, como el periodista experto en la realeza Omid Scobie o el presentador Piers Morgan, han criticado por considerándolo un gesto poco inteligente por parte de la reina, a quien le han reclamado que debe dar ejemplo.
Se trata de la primera salida de Isabel II de una de sus residencias oficiales en los últimos siete meses, abandonando así lo que la prensa británica llama “la burbuja de seguridad de Su Majestad”, para cumplir sus deberes como jefa de Estado. La última vez que se vio a Isabel II fuera de alguno de sus palacios fue el pasado 9 de marzo en la abadía de Westminster, donde asistió junto al resto de miembros de la familia real al acto conmemorativo de la Commonwealth. Después de pasar unos meses confinada en el castillo de Windsor, se mudó junto al duque de Edimburgo al de Balmoral para pasar allí el verano y luego pasó unas semanas en Sandringham, la residencia en la que habitualmente la familia real pasa la Navidad, antes de regresar a Windsor el pasado 6 de octubre, según la prensa británica.
En este tiempo, la reina se ha dejado ver en contadas ocasiones. En junio apareció montando a caballo por los jardines de Windsor y en julio acudió a la boda de su nieta Beatriz de York también dentro de los terrenos del mismo castillo y cuyas imágenes se distribuyeron 36 horas después del evento. Estos meses, Isabel II ha optado por utilizar un perfil más bien virtual, aunque no se descarta que a raíz de esta primera salida oficial la monarca vuelva a retomar poco a poco su agenda.
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