Colin Firth y Hugh Grant, así han cambiado los protagonistas de ‘El diario de Bridget Jones’ a los 60
Los actores pasan de década con un día de diferencia mientras parecen haberse invertido los papeles en su vida personal, recién divorciado el primero y ahora devoto del matrimonio el segundo
Cuando se estrenó la película El diario de Bridget Jones en 2001 la fama de sus tres principales protagonistas, Renée Zellweger, Colin Firth y Hugh Grant, dió un salto cuantitativo pese a que ninguno de ellos era un desconocido para los cinéfilos. Lo curioso es que de alguna manera sus dos intérpretes masculinos reflejaban en la ficción parte de lo que eran en su vida privada. El sensato, educado y familiar Mark Darcy que interpretaba Colin Firth no se alejaba tanto de los modales de perfecto caballero británico del actor nacido en Grayshott (Inglaterra) de padre catedrático de Historia, madre catedrática de Teología comparada y educado en la elitista escuela de Winchester.
Y el divertido, espontáneo e infiel Daniel Cleaver al que daba vida Hugh Grant le venía como anillo al dedo al intérprete que nació en Hammersmith, al oeste de Londres, que ya había dado muestras en su vida real de sus dotes de seductor y de que la ironía, el sarcasmo y las características expresiones faciales que forman parte de su ADN personal y de su carrera interpretativa.
Casi dos décadas después del estreno de la famosa película convertida en epítome de las dudas, complejos y crisis sentimentales de las mujeres treintañeras, Firth y Grant se enfrentan a un cambio de década. Ambos cumplen 60 años con un día de diferencia –el primero nació el 10 de septiembre y el segundo el día 9 de 1960– y sus vidas fuera de la ficción parecen haber girado radicalmente en los últimos años hasta poder llegar a imaginar una nueva versión de la película con los papeles intercambiados. Sus personalidades siguen intactas, pero sus realidades personales son bien distintas.
El primer amor mediático de Hugh Grant fue la actriz y modelo Liz Hurley, su romance comenzó cuando él tenía 25 años y ella 21 justo rodando una película del director español Gonzalo Suárez, Remando al viento. Su relación fue tan intensa y libre como sonado el motivo de una crisis que no consiguió romper la pareja: el 27 de julio de 1995 el actor, en pleno auge de popularidad, decidió dar un paseo nocturno en su BMW por las calles de Los Ángeles y fue pillado por dos policías tras haber contratado los servicios de una prostituta que le realizó una felación en el coche. La detención y las fotografías correspondientes aparecieron en medios de todo el mundo y algunos dudaron de que los papeles románticos de Grant podrían mantenerse pero pocos de que aquello era el fin de su relación con Hurley. Se equivocaron. La pareja apareció unida poco después en la alfombra roja para el estreno del film Nueve meses y ella no solo continuó su relación sentimental sino que produjo dos películas de su novio, Al cruzar el límite y Mickey blue eyes. Estuvieron juntos 13 años y se separaron, sin romper una amistad que perdura en la actualidad, en mayo de 2000.
Su vida sentimental posterior ha sido intensa pero no escandalosa y, sobre todo, el actor siempre ha mantenido discreción sobre este aspecto. Durante siete años fue pareja de Jemima Goldsmith, amiga de Diana de Gales y exmujer del que fue primer ministro de Pakistán, Imran Khan. Después tuvo cinco hijos don dos mujeres distintas. Su primera hija, Tabitha nació en 2011 de su relación con Tinglang Hong, una mujer de origen chino que conoció en Chelsea. En septiembre de 2012 nació John, cuya madre es la productora sueca Anna Eberstein y en diciembre del mismo año Felix, nuevamente de Hong. Idas y venidas con dos mujeres que finalizaron con una relación sólida con la productora sueca, con quien ha tenido otros dos hijos, una niña en 2015 y un niño a principios de 2018, y con quien rompió su fama de sempiterno soltero cuando contrajo matrimonio con ella en mayo de ese mismo año.
Grant se ha reinventado en todos los terrenos. Sobre el matrimonio llegó a afirmar, pocos meses después de casarse que “es muy agradable”. “Debería haberlo hecho antes. Soy muy afortunado, la verdad. Mi mujer es increíble, la adoro”, reconoció en una entrevista en Today. Su amiga y expareja, Liz Hurley también dió su versión sobre él en faceta de padre: "Es encantador y muy dulce. Tener estos hijos le ha transformado de ser una persona muy desgraciada a otra razonablemente desgraciada. Le ha mejorado”, dijo con sentido del humor cuando tuvo a su último hijo. Y en cuanto a su carrera cinematográfica, la edad le ha dado la oportunidad que dejar en el recuerdo las películas románticas que le hicieron famoso para conseguir otros papeles de mayor carácter en series como Un escándalo muy inglés o The Undoing que protagoniza junto a Nicole Kidman y se estrenará el próximo mes de octubre, o la película The Gentleman dirigida por Guy Ritchie. Y su seguridad y compromiso ha aumentado tanto como para hacer campaña puerta a puerta para pedir el voto contra el Brexit y mostrar sin pudor su rechazo a la política del partido conservador que representa Boris Johnson.
La vida de Colin Firth, sin embargo, ha cambiado en un sentido que ni él mismo puede que esperara. Se estrenó como actor de teatro y su flema británica y su saber estar sobre las tablas le condujo hacia el cine. La fama le llegó por su interpretación en la miniserie de la BBC Orgullo y prejuicio y después formó parte del elenco de títulos de la gran pantalla como El paciente inglés, Shakespeare in love, La joven de la perla, El discurso del rey, que le valió un Oscar y el título de comendador de la Orden del Imperio Británico que le otorgó Isabel II emocionada por la interpretación que había hecho de su padre, Jorge VI.
Mantuvo dos discretas relaciones con las actrices Meg Tilly, con quien tuvo un hijo, Will, que actualmente tiene 30 años y con Jennifer Ehle, y en 1997 se casó con la productora de cine italiana, Livia Giuggioli. Hasta 2018 su matrimonio pasaba por ser uno de los más sólidos y estables del mundillo cinematográfico. La pareja vivía a caballo entre Gran Bretaña e Italia y derrochaban complicidad cuando se le podía ver juntos en algún estreno o en compañía de sus dos hijos, Luca y Matteo, que en la actualidad tienen 18 y 16 años. Ella era una empresaria de éxito y él un actor consolidado y oscarizado que había convertido su estilo británico en su seña de identidad. La flema y el saber estar del caballero inglés la demostró con creces cuando se conoció que el matrimonio había presentado una denuncia en Roma contra el periodista italiano de la agencia Ansa Marco Brancaccia por presunto acoso y amenazas. El motivo: que el reportero comenzó a acosar a Giugglioli tras haber mantenido una aventura sentimental con ella mientras estaba casada con Firth.
La infidelidad había tenido lugar años antes y el actor lejos de dar por finalizada su relación recompuso su matrimonio y apoyó públicamente a su esposa frente a su examante reconvertido en acosador. Firth mantuvo el tipo y siguió hablando de que se sentía italiano de adopción, país del que obtuvo la nacionalidad sin renunciar a la británica, un hecho que algunos atribuyeron al convulso escenario de Reino Unido después del referéndum del Brexit y que el Ministerio del Interior italiana justificó por “el amor” que el actor demostraba por el país y por estar casado con una italiana. La presión pudo con el matrimonio y terminaron divorciándose a finales del año pasado. Ahora Colin Firth es un hombre soltero y en su carrera se ha atrevido incluso a cantar y bailar junto a Meryl Streep y Pierce Brosnan en Mamma Mia, la película que rememoró los éxitos del grupo Abba.
Tanto Colin Firth como Hugh Grant afrontan la década de sus sesenta años con los aciertos y fracasos profesionales y privados que la vida ha ido poniendo en su camino y que ahora parece haberles intercambiado los papeles por los que engancharon con una comedia, El diario de Bridget Jones, que cambió la perspectiva sobre las crisis sentimentales de las mujeres de medio mundo.
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