Operaciones, nuevo novio y sobriedad: la vida de Miley Cyrus después de separarse de Liam Hemsworth
Hace un año la fotografía de la cantante besándose con la bloguera Kaitlynn Carter precipitaba su divorcio del actor, con quien se había casado solo ocho meses antes
Hace un año unas fotos de Miley Cyrus besando a la bloguera Kaitlynn Carter en la cubierta de un barco hicieron saltar todas las alertas y se comenzó a hablar de problemas en el recién estrenado matrimonio entre la cantante y el actor Liam Hemsworth. Unas horas después de que esas imágenes dieran la vuelta al mundo, un portavoz de Cyrus confirmaba la noticia: la pareja se había separado. Una separación que llegaba solo ocho meses después de que Cyrus y Hemsworth se hubieran dado el “sí, quiero” la víspera de la Nochebuena de 2018 en la casa que la cantante tiene en Franklin, Tennessee, junto a sus familiares más cercanos.
La relación de la ahora expareja se remontaba hasta una década atrás, cuando se conocieron en el rodaje de La última canción. Prometidos en 2012, cortaron un año más tarde, pero en 2015 volvieron a encontrarse y en 2016 retomaron su noviazgo. Un agitado romance al que pusieron el final a finales del pasado mes de enero, cuando la cantante, de 27 años, y el actor, de 30, firmaron los papeles del divorcio. A lo largo de todo este año cada uno ha vivido su nuevo estado —civil, emocional y profesional—a su manera. Liam, con su habitual discreción y Miley acaparando cada titular con sus alborotadas acciones o comentarios.
Lo que en un primer momento pareció que quedaba en aparente armonía tardó poco en explotar. Solo tres días después de conocerse la separación ella se desahogó en las redes sociales sobre la necesidad de un cambio global en su vida, después él desveló lo hundido que estaba y el refugio que encontró en su hermano Chris y su cuñada, la española Elsa Pataky. Y más tarde amigos de ambas partes comenzaron a filtrar informaciones interesadas a los medios que hablaban de drogas e infidelidades. Atrás quedaron las iniciales intenciones de discreción y paz que ambos pidieron en el comunicado de su separación. Mientras que Hemsworth decidió apartarse del foco mediático y centrarse en el deporte, el trabajo y su nueva pareja, Gabriella Brooks, una modelo australiana que ya ha conocido a los padres del actor, Cyrus no hizo más que sortear un bandazo tras otro. Tras unos meses saliendo con Kaitlynn Carter, la influencer que protagonizó la imagen estival de la ruptura del efímero matrimonio y quien llegó a hacer vida con la familia de la artista, la intérprete de Wreking Ball puso punto y aparte a esa relación.
Llegó entonces a su vida Cody Simpson, con quien sale desde el pasado octubre y con quien parece haber encontrado tanto la estabilidad como esa completa sintonía que tanto anhelaba Miley Cyrus. “Él es la única buena persona con la que he salido. El resto es una mierda”, dijo en una retransmisión en directo en su Instagram para después alegar: “Pensé que era gay, ya que todos los hombres me parecían malos hasta que llegó Cody. Así que chicas: no os rindáis. Hay buenos chicos por ahí, solo hay que encontrarlos”. Un dardo que muchos internautas interpretaron dirigido directamente a su relación con Hemsworth. Pero acostumbrada a no callar, la cantante no dudó en volver a hablar cuando las críticas sobre su nuevo noviazgo no arreciaban. “No pienso recluirme y tener citas en casa porque no es divertido”, comentó la artista, quien reclamó su libertad como mujer: “Soy mayor y tomo decisiones como una persona adulta conociendo la verdad, los detalles, la realidad. La gente solo sabe lo que ve en Internet […] a los hombres, sobre todo a los de éxito, nunca se les acusa de ser ‘unos putones’. Pasan de una mujer joven y guapa a la siguiente y la mayor parte del tiempo sin consecuencias. Se les califica de ‘leyendas’, ‘rompecorazones’, ‘donjuanes’... mientras que a ellas se les llama putas o guarras”.
Sin embargo no ha sido ni su divorcio, ni su nueva relación ni la defensa por la libertad femenina lo que ha hecho cambiar de manera radical a Miley Cyrus, sino su problema con las cuerdas vocales. El pasado noviembre la cantante se sometió a una intervención por una amigdalitis que le impedía hacer lo que más ama en el mundo: cantar. Tras la operación, la artista se vio obligada a cambiar muchos de sus hábitos si quería seguir dedicándose a la música y tuvo que estar un tiempo sin hablar absolutamente nada, algo que le sirvió para hacer una especie de terapia de introspección. Un cambio que, según reconoció ella misma a la revista Variety, la ha llevado a alcanzar una madurez profesional y también personal. “Ha sido muy importante para mí durante el último año vivir un estilo de vida sobrio porque realmente quería pulir mi profesión”, contó Cyrus, quien desde entonces ni bebe ni fuma marihuana. “Pensé mucho en mi historia familiar, que tiene muchos problemas de adicción y salud mental, y me pregunté: ¿Por qué soy yo como soy? Al entender el pasado entendemos el presente y el futuro de una manera mucho más clara. Creo que la terapia es genial”, añadió.
El presente de Miley Cyrus llega con un cuerpo y una mente mucho más sanos y con la misma energía que derrocha desde que hace 14 años se dio a conocer como Hanna Montana en la factoría Disney. Sin renegar de su pasado, ni de sus locuras, ahora Miley ocupa portadas más reputadas como el pasado julio, cuando protagonizó la de The Wall Street Journal Magazine; conversa con importantes personalidades como la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren o el mismísimo Pedro Sánchez sin dejar de lado sus amigos de siempre; y promueve una vida saludable pero, sobre todo, familiar. Es especialmente su madre, This Cyrus, y su pareja, Cody Simpson, quienes se han convertido en los grandes pilares para la cantante.
This Cyrus reconoció recientemente que su hija es otra persona desde que dejó a un lado los estupefacientes y la mala alimentación. “Pese a la mala fama que algunos le atribuyen, Miley es la persona más limpia que conozco. Es muy disciplinada con su cuerpo y con su salud”, dijo. Simpson, por su parte, no se ha separado en ningún momento de su lado y la ha acompañado en los momentos más duros de su recuperación, por ejemplo cuando se vio obligada a lidiar con la idea de que si no bebes eres una persona aburrida. “Es realmente difícil, porque siendo joven existe el estigma de que ya no eres divertida. Es como, ‘cariño, puedes llamarme muchas cosas pero sé que soy divertida’. Lo que de verdad disfruto de la sobriedad es poder despertarme al 100%, sin estar mareada y sintiéndome lista”, contó Miley Cyrus a Variety. La pareja, que ha pasado junta el confinamiento, ha sabido aprender el uno del otro. “Ella está muy feliz de salir con Cody y a él le gusta mucho su nueva vida limpia y saludable, y apoya su sobriedad. Son una gran pareja”, ha contado a la revista People una fuente cercana.
Este tiempo no solo ha servido a Miley Cyrus para encaminarse hacia la madurez, sino también para trabajar en su nuevo álbum, She is Miley Cyrus, cuyo lanzamiento está previsto para este año. Por ahora prepara nuevo sencillo, Midnight Sky que, como está anunciando a bombo y platillo en sus redes sociales, verá la luz el próximo 14 de agosto y promete no dejar indiferente ni a la nueva Miley.
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