Enrique Ponce, días de reclusión y silencio mientras su exesposa admite la separación

Desde que el pasado miércoles se supo que el matrimonio de Enrique Ponce, de 48 años, y Paloma Cuevas, de 47, estaba roto no se habla de otra cosa en la llamada prensa social. Primero porque nada hacía sospechar la crisis y después por el tsunami de noticias que se están filtrando por portavoces oficiosos de ambas partes. En teoría, los protagonistas no hacen declaraciones pero de hecho cada parte se encarga de que salgan a la luz sus versiones. Cuevas, en las últimas horas, ha declarado que está serena, que se ha refugiado en la fe y que lo que más le preocupa son sus dos hijas; Paloma y Bianca. Él guarda silencio oficialmente pero los suyos se han ocupado de que se sepa que su amistad con Ana Soria, de 22 años, con la que está pasando estos días en Almería, no es la causante de la ruptura de su matrimonio, que este hace casi dos años estaba en crisis.

Hasta que ha estallado la noticia de su separación la vida de Ponce y Cuevas ocupaba portadas por noticias dulces y fotos bonitas que ellos manejaban a su conveniencia en las revistas que les apetecía. Su vida almibarada parecía para muchos perfecta y consolidada. Pero ahora se ha sabido que desde hace tiempo era una pantomima. La pareja, según fuentes consultadas, llevaba haciendo vida separada desde hace dos años. En este tiempo al torero se le ha visto solo en viajes y fiestas pero también con su todavía esposa. Semanas antes de que se decretara la pandemia se reunieron con un grupo de amigos, entre ellos Luis Alfonso de Borbón, Margarita Vargas y el cantante Luis Miguel, en un restaurante muy popular de Madrid. La aparente relación cordial que mantienen les ha permitido llevar con discreción su separación. Cuentan que Cuevas era conocedora de que el torero llevaba ya vida de soltero. Pero ambos querían medir sus tiempos. Antes de anunciar su separación deseaban que todos los papeles estuvieran resueltos.

Ponce es uno de los maestros que más dinero ha ganado con su profesión y pese a algún fracaso en los negocios atesora una importante fortuna. Cuando se casaron no lo hicieron el régimen de separación de bienes por tanto hay mucho que repartir. Ponce lleva en los ruedos tres décadas, en las que ha ganado mucho dinero que ha invertido en negocios inmobiliarios, ganaderos, aceiteros e incluso musicales. Su sociedad, Cetrina SL, fundada en 1994 y de la que es el único administrador, tiene unos activos de 5,5 millones de euros (según datos de 2018, los últimos registrados). Sin embargo, en ese ejercicio, aunque sus ventas aumentaron, su patrimonio neto descendió en medio millón de euros y el beneficio después de impuestos cayó. Ahora hay quien achaca tanto viaje a las ganas de libertad del matador.

Ponce ha puesto en manos de sus abogados el asunto y está dispuesto a llegar a un acuerdo amistoso con la madre de sus dos hijas. Pero los tiempos han cambiado ya que ahora el proceso se va a acelerar al filtrarse detalles de la nueva vida iniciada por el torero.

Ana Soria, una joven de 22 años de Almería, es la nueva mejor amiga del torero y con quien se ha refugiado estos días contando con el apoyo logístico de los padres de ella. Hay distintas versiones sobre desde cuándo están juntos. Parece que se conocieron hace dos años y que desde hace casi uno lo suyo va más en serio. Algunas fuentes aseguran que su historia va en serio. Los padres de Ana Soria conocían al torero hace tiempo ya que eran fans de él, pero fue su hija la que a través de las redes sociales se acercó a él. El programa Sálvame de Telecinco ha obtenido la primera foto de la pareja.

Ponce y Soria no se han escondido en los últimos meses pero tampoco exhibido, por eso hay alguna foto de ambos posando sonrientes. Incluso han estado juntos en México donde él ha acudido regularmente a casa de su amigo Luis Miguel, que le ha ayudado en la grabación de un disco en el que cuenta también con la colaboración de Julio Iglesias.

Ana Soria estudia Derecho. Sus padres son abogados pero su madre, además, tiene un rentable negocio de panaderías. La joven es muy conocida en Almería, una fama ahora acrecentada por ser la nueva mejor amiga de Enrique Ponce. Una popularidad que le ha estallado quizá no tan inesperadamente ya que, según algunas fuentes, estaba deseando salir de su escondite.