Chris Evans habla de los ataques de pánico que casi arruinan su carrera

Los superhéroes también tienen miedos. Si no, que se lo digan a Chris Evans, mundialmente famoso por interpretar al Capitán América en la saga de Los Vengadores, que ha revelado los ataques de pánico que casi arruinan su meteórica carrera cinematográfica. Según ha contado el actor en el podcast Awards Chatter de Hollywood Reporter, llegó a rechazar el papel que le catapultó a la fama en varias ocasiones. “De repente, tu pasatiempo se convierte en tu trabajo”, ha dicho el intérprete, de 38 años, en referencia a sus inicios en la industria. “Y la ansiedad viene ligado a eso”, ha añadido.

Esa ansiedad le llevó a rechazar repetidamente el papel de Steve Rogers en 2011, Capitán América: El primer vengador, pese a que le ofrecieron un considerado aumento de sueldo y reducir el contrato de nueve a seis películas. “Mi sufrimiento sería solo mío”, pensó debido a su preocupación porque el papel protagonista hiciera que su ansiedad aumentara. Entonces también temía la reacción del público a través de las redes sociales, pues fue “durante la proliferación de la era de Internet, donde de repente puedes leer todas las opiniones en cada momento”, ha recordado.

Según ha contado, sus batallas contra la ansiedad comenzaron un año antes, en 2010, durante la grabación de Adicto, una película independiente. “Fue la primera vez que empecé a tener mini ataques de pánico en el rodaje”, explica Evans, que llegó a pensar si ese papel sobre un abogado drogadicto era el más adecuado para su estado de ánimo.

Pese a los múltiples rechazos, Marvel siguió insistiendo en él y, empujado por su familia, sus amigos y su terapeuta, quien le recomendó no tomar decisiones basadas en el miedo, finalmente aceptó y acabó formando parte de la factoría de superhéroes. “Fue la mejor decisión que he tomado”, ha admitido ahora Evans, quien también interpretó a la Antorcha Humana en la secuela de Los Cuatro Fantásticos en 2007.

“Para ser honestos, todas las cosas que temía nunca se materializaron realmente”, ha añadido el actor, feliz por haber sido capaz de vencer sus miedos. Aunque ahora ha sido de manera más detallada, esta no es la primera vez que Chris Evans habla públicamente de la ansiedad que sufre. Lo hace como parte de su proceso de liberación interior y también con el fin de concienciar sobre las enfermedades mentales. “Interpretar al Capitán América era un gran compromiso porque implica un contrato para hacer seis películas. Algo que me dio miedo porque después de hacer la primera no podía arrepentirme y decir: ‘Vale, aquí lo dejo, no hago más’. Suponía comprometerme 10 años de mi vida. No estaba preparado para tomar esa decisión”, contó en un vídeo que grabó para el canal de YouTube Motivation Madness en 2017.

Hablar abiertamente de este tipo de enfermedades mentales además de otros temas más controvertidos le ha convertido en uno de los actores más empáticos de Hollywood y un fuerte activista que lucha contra todo tipo de acoso. En 2017, cuando el niño Keaton Jones denunció el bullying que sufría en el colegio por su físico y su vídeo se hizo viral, mientras muchos famosos mostraron públicamente su apoyo, Evans fue más allá y le invitó al estreno de una de las cintas de la saga de Los Vengadores. Y en 2018, fue muy aplaudida su defensa a Daniel Craig, cuando fue muy criticado en Twiter por llevar a su hija de dos meses en un portabebés. Entre sus detractores destacó la crítica del presentador Piers Morgan, quien le llamó “Bond castrado”, en referencia al agente secreto que Craig protagoniza desde hace 15 años. “Tienes que estar muy inseguro de tu propia masculinidad para preocuparte tanto por cómo otro hombre decide llevar a su bebé. Cualquier hombre que pierda su tiempo cuantificando la masculinidad está aterrorizado en su interior”, dijo Evans ante una ovación del público internauta.

Ser políticamente incorrecto también está entre sus cualidades, sobre todo cuando se trata del presidente Donald Trum, del que se ha declarado contrario. “Trump debería dejar de dar voz a las mentiras”, ha tuiteado en alguna ocasión. “Formo parte de un negocio donde tienes que vender entradas, pero no sería capaz de mirarme en el espejo si no dijera nada de todo lo que ocurre en el mundo. Todos tenemos derecho a no estar de acuerdo con algo. Si doy mi opinión y resulta que luego la gente no quiere ver mis películas, no pasa nada”, justificó en otra ocasión en la revista Esquire.