Chris Evans, de su lucha contra la ansiedad a su gesto en los Oscar del que todavía se habla
El actor que interpreta al Capitán América es de las pocas estrellas de Hollywood que se ha desnudado emocionalmente
Los actos de desnudo emocional no son nada habituales entre las estrellas de Hollywood. El actor Chris Evans (EE. UU., 1981) es una excepción. Famoso por interpretar al Capitán América en la saga de Los vengadores, Evans tuvo que luchar con un proceso severo de ansiedad que le tenía absolutamente atenazado. “Fui a un terapeuta. Tenía mucha ansiedad y en el fondo creía que igual aquello que me daba más miedo podía ser justo lo que debía hacer. Al final encontré la fuerza para decir: ‘Vale, vamos a por ello”, ha confesado el actor.
Superado este episodio, Evans se ha convertido en uno de los actores más empáticos de Hollywood. La última hazaña del actor de Los vengadores tuvo lugar durante la entrega de los Oscar el pasado lunes y la realizó vistiendo un esmoquin de terciopelo. Los hechos fueron estos: Regina King iba a recoger su Oscar a mejor actriz de reparto, el primero de la noche, por su papel en El blues de Beal street. Al levantarse del asiento, sus tacones se engancharon con el bajo de su vestido. De no ser por la agilidad de Evans, que le ofreció su brazo justo a tiempo, la actriz habría caído de bruces contra el suelo. Acto reflejo que ha despertado la admiración de anónimos y estrellas.
"Todos merecemos un Chris Evans en nuestra vida"; "que nunca acaben los caballeros como Chris Evans"; "todas necesitamos un Chris Evans" o "Chris Evans, mejor caballero de reparto" son algunos de los tuits que alaban el gesto del intérprete. Incluso la actriz Jamie Lee Curtis usó la red social para felicitar al actor, con quien coincidió en Knives Out (2017). "Chris Evans eres un caballero y estás muy guapo y arreglado. Acabo de interpretar a su madre [en Knives Out], así que creo que tengo derecho a decirlo", le felicitaba Curtis. A lo que Evans respondió rápido: "Significa mucho viniendo de mi madre de pantalla". Este es el momento tan comentado:
El de los Oscar no ha sido el único gesto del actor estadounidense que ha provocado felicitaciones. En octubre del año pasado, Evans salió en defensa de Daniel Craig (James Bond en las cuatro últimas películas de la saga) cuando fue criticado en Twitter por llevar a su hija de dos meses en un portabebés. Entre sus detractores destacó la crítica del presentador Piers Morgan, quien le llamó "Bond castrado". Chris Evans no dudó en intervenir mostrando su disconformidad con la actitud de Morgan, que ha adquirido fama por hacer comentarios salidos de tono sobre celebridades como Madonna o Ewan McGregor. "Tienes que estar muy inseguro de tu propia masculinidad para preocuparte tanto por cómo otro hombre decide llevar a su bebé. Cualquier hombre que pierda su tiempo cuantificando la masculinidad está aterrorizado en su interior”, dijo Evans.
En su proceso de liberación interior, Evans ha hablado abiertamente de la ansiedad que sufre. Y lo ha hecho con el fin de concienciar sobre las enfermedades mentales y ayudar a los 300 millones de personas que, según la Organización Mundial de la Salud, padecen ansiedad. El trastorno de Evans comenzó con el ascenso de su carrera en Hollywood. El actor rechazó en varias ocasiones ser el Capitán América por miedo a que la fama afectara, no solo a su vida, sino a la de toda su familia. "Interpretar al Capitán América es un gran compromiso porque implica un contrato para hacer seis películas. Algo que me dio miedo porque después de hacer la primera no podía arrepentirme y decir: 'Vale, aquí lo dejo, no hago más'. Suponía comprometer diez años de mi vida. Era una decisión que no estaba preparado para tomar", explica el actor en un vídeo que grabó para el canal de YouTube Motivation Madness. Evans terminó aceptando el papel, pero antes tuvo que ir a terapia. "Fui a un terapeuta para escuchar qué es lo que tenía que decirme y ver si podía ayudarme con mi decisión. Tenía mucha ansiedad y en el fondo creía que igual aquello que me daba más miedo, grabar estas películas, podía ser justo lo que debía hacer. Al final encontré la fuerza para decir: 'Vale, vamos a por ello", continua en el vídeo de Motivation Madness.
"Fui a un terapeuta. Tenía mucha ansiedad y en el fondo creía que igual aquello que me daba más miedo podía ser justo lo que debía hacer. Al final encontré la fuerza para decir: 'Vale, vamos a por ello", ha dicho el actor
También ha dado ejemplo a la hora de sobrellevar una ruptura mediática. Evans empezó a salir con la actriz Jenny Slate (Milton, Massachusetts, 1982) en 2016, con quien rompió en 2018. "Ella es la mejor. Mi ser humano favorito", confesó el héroe de Marvel a People cuando ya no estaban juntos. En una entrevista a USA Today volvió a recalcar la admiración que sentía hacia su ex: "Las relaciones son complejas, pero estoy infinitamente agradecido de haberla conocido. Siempre estará en mi vida. Es una persona muy especial y un ser humano increíble. Si pasas cinco minutos con ella no podrías decir algo malo aunque lo intentaras". Slate, por su parte, siempre le ha pagado con la misma moneda. "Él es realmente vulnerable y muy sencillo. Es como los colores primarios. Tiene emociones hermosas, grandes y fuertes", declaró la actriz.
Los gestos caballerosos de Chris Evans saltan como un resorte. Sin embargo, ser políticamente correcto no está entre sus preocupaciones. Cuando ha sentido que debía pronunciarse públicamente sobre cuestiones políticas lo ha hecho, a pesar de que sus asesores le recomiendan no hacerlo. Por ejemplo, es anti-Trump declarado. "Me siento furioso. La gente estaba tan desesperada por encontrar culpables que ahora son felices escuchando que hay alguien enfurecido [en alusión a Trump]", declaró a Esquire. Y ha tuiteado: "Trump debería dejar de dar voz a las mentiras". También se ha enzarzado en Twitter con el exlíder del Ku Klux Klan, David Duke, cuando este acusó al actor de ser antisemita. "El amor es más fuerte que el odio. Nos une. Prometo que está en ti bajo la ira y el miedo", espetó Evans a Duke.
"Formo parte de un negocio donde tienes que vender entradas. Pero no sería capaz de mirarme en el espejo si no dijera nada de todo lo que ocurre en el mundo. Todos tenemos derecho a no estar de acuerdo con algo. Si doy mi opinión y resulta que luego la gente no quiere ver mis películas, no pasa nada", justifica el actor en la entrevista a Esquire.
Una lección más de que la caballerosidad pasa por luchar contra las injusticias, sean del tipo que sean, se lleven o no se lleven las mallas puestas.
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