Tita Cervera, un 77º cumpleaños confinado en Andorra y envuelto en incertidumbre
La baronesa Thyssen continúa sin cerrar el futuro de su colección en el museo Thyssen de Madrid y tiene su residencia oficial en el pequeño principado por cuestiones fiscales
Tita Cervera, la mujer que se reinventó una y mil veces hasta llegar a ser la baronesa Thyssen y la mujer que influyó para que una de las grandes colecciones privadas del mundo se quedará en España, y en concreto en el museo Thyssen de Madrid, cumple 77 años. Lo hace confinada en su chalet de Andorra, donde tiene su residencia oficial y por tanto está obligada a vivir gran parte del año para disfrutar de los beneficios fiscales que ofrece el pequeño principado. Allí está con sus dos hijas pequeñas, Sabina y Carmen, a quienes adoptó en 2007. Y allí también vive su hijo mayor, Borja Thyssen (40 años), o al menos ha de hacerlo durante parte de los 183 días al año que debe pasar fuera de España para evitar que le apliquen la fiscalidad española. Sin embargo, él se encuentra en Madrid con su mujer, Blanca Cuesta y sus cuatro hijos, Sacha, Eric, Enzo y Kala, en su domicilio de la exclusiva urbanización madrileña de La Finca, donde le pilló el estado de alarma decretado por el Gobierno español el pasado 13 de marzo.
El 77º cumpleaños de la baronesa es algo más tranquilo que el del año pasado pero ni su fortuna, ni sus propiedades, ni los valiosos cuadros que todavía posee amortiguan la preocupación por algunos de los frentes que aún tiene abiertos. El fundamental tiene que ver precisamente con su hijo Borja, a quien Heinrich von Thyssen adoptó en 1984 por amor a Carmen Cervera, quien se convirtió en su quinta esposa en 1985. El que se convirtió en nuevo e inesperado heredero de la fortuna del empresario y coleccionista de arte, se ha dedicado a disfrutar de su herencia sin que se le conozcan ocupaciones laborales importantes. También es de sobra conocido el enfrentamiento que han tenido durante años con su madre primero a causa de la elección de Blanca Cuesta como esposa —se casaron en 2007— y después a causa de reclamar a su madre bienes de la herencia del barón y cuadros que actualmente forman parte de la colección privada Carmen Thyssen, constituida por 430 obras de las cuales dos le pertenecen.
El distanciamiento entre ellos pasó, al menos se ven de vez en cuando, pero los que no están totalmente resueltos son los problemas que Borja Thyssen todavía tiene con la Hacienda española. La Fiscalía le pedía dos años de cárcel y 1,2 millones de euros por ocultar a Hacienda parte del dinero que ganó en 2007 por las exclusivas de su boda con Blanca Cuesta y el bautizo de su primer hijo en ¡Hola!. La acusación afirmaba que Borja Thyssen simuló una mudanza para eludir los impuestos de los 1,4 millones que la revista pagó a través de una empresa de Nevada y el Juzgado número 1 de Pozuelo de Alarcón ha fijado una fianza de 629.240 euros por fingir su residencia en Andorra. Además, tiene otra causa abierta por la renta de 2010 —que su letrado ha calificado en distintas ocasiones como “discrepancias de liquidación”— respecto a cinco millones de dólares recibidos como parte de la herencia del barón. Los problemas de su hijo se han suavizado porque en el primer juicio pudo demostrar su residencia en Andorra y que por tanto no tenía que pagar impuestos en España, pero tanto él como su esposa tiene aún varios contenciosos abiertos a la espera de resolución.
La baronesa Thyssen tampoco ha resuelto, después de años de negociación con el Ministerio de Cultura español, el acuerdo de alquiler de su colección privada de arte. Un proceso que sigue en el aire y en el que se han ido sucediendo prórrogas que la baronesa extiende en un sine die y que varían desde 2016 entre seis y tres meses. Está en juego un lote de unas 430 obras —de las cerca de mil en total— que el ministerio de Cultura quiere atar por al menos 15 años y que la propietaria se resiste a depositar a tan largo plazo.
Así soplara las velas hoy en Andorra Carmen Cervera, la mujer que fue miss España, miss Europa y se quedó a un paso de llevarse la corona de miss Universo. Que se casó con el actor Lex Barker, que dio vida a Tarzán después de Johnny Weissmuller. Que enviudó y volvió a enamorarse de Espartaco Santoni, con quien llegó a casarse en Los Ángeles y cuyo matrimonio acabó poco tiempo después tras una apasionada y tortuosa relación que el actor, productor y empresario venezolano contó con todo tipo de detalle en unas memorias. A su hijo Borja lo tuvo con el empresario Manuel Segura, con quien aún mantiene una muy buena relación, pero que acabó siendo el heredero de un barón millonario y amante del arte por amor a su madre, que le proporcionó la paz y el cariño que siempre dijo que había buscado y halló en ella durante sus últimos 17 años de vida.
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