Albóndigas de pavo al horno con salsa de arándanos
Si quieres celebrar Acción de Gracias pero cocinar un pavo para seis -como mucho- te parece excesivo, estas albóndigas te ofrecen el mismo sabor con bastante menos lío.

Hoy en El Comidista hemos querido hacer una simplificación libre y gamberra del plato de pavo asado que se sirve en el Día de Acción de Gracias en Canadá el segundo lunes de octubre, y en Estados Unidos el cuarto jueves de noviembre. Ya sabéis, esa celebración que hemos visto en películas y series tantas veces como a Donald Trump diciendo majaderías.
A modo de resumen, el Thanksgiving Day gira entorno a una comilona donde se junta la familia o círculos de amigos íntimos para comer y beber en exceso, lanzarse pullas pasivo-agresivas y recuperar rencillas pretéritas no resueltas… Os suena, ¿no? Efectivamente, es un ritual doméstico muy parecido a nuestra cena navideña patria, pero se celebra en otoño y se habla en inglés. Otra gran diferencia entre los dos ritos es que, en el gringo, los comensales empiezan dando las gracias por algo y/o a alguien.
En la receta tradicional de Acción de Gracias, el pavo se prepara entero, se rellena de pan de maíz y salvia, y se asa pacientemente durante horas. Se acompaña de diversos platillos de verdura, mazorcas de maíz, boniatos, puré de patatas y salsa de arándanos rojos. El festín se remata con un pastel dulce de calabaza. Nuestra receta prescinde de la laboriosidad, las verduras y el postre, y se centra en lo esencial: la carne y la salsa. No os volváis crazy si no encontráis arándanos rojos frescos. Funciona igual de bien con su versión congelada, y también se pueden sustituir por negros, que quizás son más fáciles de encontrar en nuestras fruterías.
Apartado edulcorante: azúcar blanco o moreno. Apartado especias: se puede tirar de canela, nuez moscada, clavo y jengibre molido. Apartado líquido: desde solo agua hasta zumo de naranja, mandarina o limón, pasando por ron y porto. Apartados adicionales: hay quien cuece dados de manzanas, peras o membrillos junto con los arándanos, y también los que le añaden frutos secos como almendras, pasas, nueces o pecanas.
La lista de ingredientes de esta salsa es tan libre como sus usos: es un excelente condimento para asados de cerdo, pollo y jamón, así como para postres tipo crepes, panqueques, bizcochos, pasteles de queso y yogures. En general, la salsa de arándanos se sirve a temperatura ambiente o fría (previamente refrigerada en la nevera durante 24 horas para que quede gelatinosa). En nuestra receta, la servimos caliente porque, ya puestos a pasarnos la tradición culinaria norteamericana por el Arco de Gateway (San Luis, Misuri)…
Dificultad: Tan fácil como ser agradecido/a.
Ingredientes
Para unas 12 albóndigas
- 400 g de carne picada de pechuga de pavo
- 1 huevo grande
- 4 cucharadas de pan rallado (unos 20 g)
- 2 ajos
- Perejil al gusto
- Pimienta negra al gusto
- Sal al gusto
- Harina para rebozar
- Aceite de oliva para engrasar una fuente de horno
Para la salsa
- 125 g de arándanos frescos (rojos o negros)
- 4 cucharadas de zumo de naranja recién exprimido (unos 50 ml) y parte de su piel
- 3 cucharadas rasas de azúcar (unos 50 g)
- 1/3 cucharadita de canela molida
- 1 pizca de sal
Instrucciones
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