Pollo en adobo filipino
Uno de los platos más representativos de la cocina filipina se marina en leche de coco, vinagre de arroz, ajo y especias mientras se asa con doble cocción para conseguir una carne tierna y una salsa cremosa.
Para los que conozcáis poco o nada la gastronomía filipina, dos palabras: adobong manok. Si son vocablos demasiado complicados, os damos dos más fáciles que significan exactamente lo mismo: chicken adobo. En castellano, pollo adobado: uno de los platos bandera de Filipinas, que refleja perfectamente el eclecticismo de sabores y la enorme capacidad que tiene su gastronomía para asimilar otras cocinas foráneas. Como dicen los lugareños, su comida fue condimentada por los chinos, guisada por los españoles y “hamburgueseada” por los estadounidenses.
Del contacto con los comerciantes chinos surgió el pancit canton, la versión filipina del chow mein. De la colonización española salieron centenares de versiones de platos como el puchero, con salsa de pescado, plátano macho y bok choy, el menudo -con salsa de soja y a veces incluso con trocitos de hot dog- y la paella (con arroz glutinoso, cúrcuma, achiote, cilantro y en ocasiones leche de coco). De la ocupación estadounidense nació la devoción que los filipinos tienen por la comida enlatada y los establecimientos de comida rápida, similar a la sienten por cantar karaoke en bares y restaurantes en cualquier momento del día.
Algunos gastrónomos apuntan que la razón por la cual desconocemos la gastronomía filipina tiene que ver con su cercanía de dos tótems culinarios que la eclipsan demasiado: Vietnam y Tailandia. Sea por este motivo o por otros, en España deberíamos estar un poco más familiarizados con ella, porque aquí viven más de 30.000 filipinos repartidos mayoritariamente entre Barcelona -mayoritariamente en el Raval- y Madrid (muchos en el barrio de Tetuán). Recomendamos a los debutantes en la gastronomía filipina que hagan dos cosas cuando vayan a un restaurante filipino por primera vez: pedir un halo-halo de postre y cantar una balada tagala en el karaoke.
Hay tantas maneras de elaborar chicken adobo como islas tiene el archipiélago filipino: nosotros hemos optado por una sencillita y relativamente rápida. Lleva salsa de soja, aunque en algunas partes del país no se usa. Para el adobong manok se suele emplear vinagre de coco o de caña. Nosotros lo hemos sustituido por vinagre de arroz, pero también podéis usar de sidra. En Filipinas, este plato se acompaña con un plato de arroz frito con ajo y un huevo duro, aunque hay quien también lo decora con daditos de piña o mango.
Dificultad: Tener un poquito de paciencia tiene su recompensa.
Ingredientes
Para unas seis raciones
- 1 k de muslos de pollo deshuesados
- 250 ml de leche de coco
- 250 ml de vinagre de arroz
- 60 ml de salsa de soja
- 6 dientes de ajo
- 2 hojas grandes de laurel
- Una guindilla roja
- Una cucharadita de granos de pimienta negra
- Arroz para acompañar
Instrucciones
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