Tortilla de pan y chistorra
Una receta de aprovechamiento exprés para conseguir una comida sabrosa y completa a base de sobras. Nunca más volverás a mirar los chuscos de pan duro de la misma manera.
En todas las casas hay una bolsa de tela tirando a horrible que acumula curruscos de pan y trozos de pistola que parecen la mismísima ídem de Harry el Sucio. Duros como una peña, son primorosamente guardados hasta el día del Juicio Final pensando en que algún día les darás utilidad en unas torrijas, una buena sopa de ajo o para los menos ambiciosos, triturado en forma de pan rallado casero.
Pero dependiendo de tu fuerza de voluntad y de lo escondida que esté la dichosa bolsa, es posible que estos buenos propósitos nunca se lleven a cabo y que lo acabes tirando. Mal. Tu abuela te daría una colleja, porque el pan seco y duro es una materia prima que te puede ayudar a alegrar el menú y a estirar el presupuesto de la compra. ¿Esa tristona tortilla francesa que haces para cenar? Con un poco de pan e imaginación puedes convertirla en una señora cena para cuatro personas, añadiendo una fuente de proteínas que esta vez hemos introducido en forma de atrayente chistorra. Busca en tu nevera y seguro que encuentras algo para sustituirla: desde chorizo fresco hasta carne picada, una punta de jamón serrano o cocido, atún o pollo asado del que sobró hace un par de días. Y por qué no un poco de menestra o verduras salteadas. Lo importante es que añadas variedad y calidad a la vez que vas acabando con esos poquitos de cualquier cosa que tienes en la nevera.
La tortilla de pan ha sido siempre un básico de las recetas de aprovechamiento y guarda recuerdos especiales para aquellos que hemos crecido en una familia numerosa, donde el milagro de los panes y los peces palidecía al lado del funambulismo culinario necesario para llegar a fin de mes. Con un aspecto similar al de la tortilla de patatas perfecta, la de pan y sobras no tiene nada que envidiarla. Más tierna o más hecha, podéis jugar no sólo con el relleno sino con el tiempo de cocción o el sazonado: el majado en mortero puede variarse según las hierbas o especias que os gusten, y rizando el rizo del ahorro, queda fetén con el verde de la cebolleta o el puerro picado y previamente pochado.
Por si alguien se queda con la mosca detrás de la oreja, la leche es necesaria para hidratar y reblandecer el pan. De otra manera absorbería el huevo batido y nos quedaría una tortilla más seca que la mojama. Si por un casual usáis pan fresco del día se puede omitir este paso.
Dificultad: Indicada para emancipados primerizos.
Ingredientes
Para 4 personas:
- 4 huevos grandes
- 120 g de pan duro
- 1 taza de leche (240 ml)
- 120 g de chistorra
- 1 diente de ajo
- media cucharadita de orégano (fresco o seco)
- sal y pimienta
Instrucciones
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