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‘Limoná’ madrileña para la verbena de la Paloma

Una bebida refrescante a base de vino blanco aromatizado con canela, fruta y mucho hielo para combatir el calor

Imagínate con una en la mano y bailando un chotis
Imagínate con una en la mano y bailando un chotisAlfonso D. Martín
Alfonso D. Martín

El 15 de agosto, en Madrid se celebran las fiestas de la Paloma y la gente sale a la hora más amable –para no morirse de calor– vestida de chulapa y manola para bailar unos chotis. Es en este ambiente donde nace la limoná madrileña, una bebida hecha a base de vino blanco, limón y canela que también se toma en las fiestas de San Isidro. En realidad podemos tomarla durante todo el año, pero se agradece especialmente cuando suben las temperaturas y necesitamos bebidas que nos refresquen y bajen un poco la temperatura corporal. En España, por suerte, necesidad e ingenio, tenemos muchas de esas.

Preparar la limoná madrileña no tiene ningún misterio: un vino blanco ligeramente dulzón se aromatiza con la piel de los limones, una ramita de canela y manzana cortada. La manzana normalmente suele ser amarilla, pero si os sentís ligeramente creativos os recomendaría el toque ácido y herbal de la manzana verde. Otra alternativa es usar melocotón, y las nectarinas también son bienvenidas, y si se busca un efecto más chisporroteante se le puede añadir, en lugar de agua con gas, un sobre de gaseosilla o soda. El caso es prepararla, refrescarse y pasarlo bien, sea dentro o fuera de la M30.

Dificultad: Que es una limonada, por favor

Ingredientes

  • El zumo de 5 limones y la cáscara de 3
  • 2 manzanas Golden o Granny Smith
  • 1 ramita de canela entera
  • 750 ml de vino blanco (yo usé Marina Alta)
  • 4 cucharadas de azúcar blanco (o al gusto)
  • 350 ml de agua fría o agua con gas fría
  • Hielo

Instrucciones

1.

En una olla grande, poner la canela ligeramente quebrada, una manzana troceada en cubitos y la piel de los limones. Cocinar cinco minutos a fuego bajo-medio para activar los aromas y apagar.

2.

Añadir el vino blanco pasados unos cinco minutos y dejar infusionando en la nevera 24 horas. Si hay prisa, añadir el vino con el fuego al mínimo -es muy importante que esté al mínimo- para que la infusión sea más rápida y refrigerar dos horas como mínimo. 

3.

Quitar la canela, la piel del limón y la manzana cocida.

4.

Añadir el zumo de los cinco limones, el agua fría, la otra manzana cortada en daditos y el azúcar al gusto. Servir muy fría, con mucho hielo y los trocitos de manzana. 

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Sobre la firma

Alfonso D. Martín
Es cocinero, asesor gastronómico y fetichista de especias y fermentados. De pequeño gateaba al bar de al lado de casa para pedir un huevo duro y después empezó a tener dolor abdominal continuo por echarle picante a todo a escondidas de su madre. Si profanar recetas clásicas fuese un pecado, ya habría pasado los nueve círculos del Infierno de Dante.
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