Menú semanal de El Comidista (5 a 11 de octubre)

La kale lleva años asomando sus hojas por nuestras tiendas, y es hora de que dejes de considerarla una berza para modernillos.

Este tataki, que utiliza una técnica oriental pero unos ingredientes muy mediterráneos, le da la vuelta al sistema tradicional –que marca las piezas en el último momento– para jugar a a favor del sabor, especialmente si se quiere consumir frío.

Un postre fácil, fresco y de origen italiano, que te ayudará a sobrellevar los calores mientras el horno sigue de vacaciones forzosas.

Una de las cosas que lleva al rechazo de la remolacha es su largo tiempo de cocción. Con esta receta no hay excusa porque va cruda y se hace en un abrir y cerrar de ojos. Eso sí, necesitas una mandolina.

Estamos en plena época de setas, frutos secos y cursiladas otoñales. Rendimos homenaje a las tres cosas en una pasta cocinada de una forma poco convencional: como un risotto.

Aprovecha que las uvas ya están de plena temporada y cómelas a todas horas aunque las pepitas te den pereza.

Enciende el horno y date el gustazo de preparar unas setas rellenas sin rebozado ni fritanga, pero igualmente crujientes y con un reconfortante sabor a otoño. El aroma que dejan en toda la casa viene de regalo.

Boniato, calabaza, setas, quinua y arroz son la base de unas albóndigas veganas tiernas como los mofletes de un bebé. Mojarlas en all i oli de manzana asada redondeará una experiencia otoñal completa.

Una versión de las tortitas de toda la vida, ligera y aireada gracias a la magia de la clara de huevo batida a punto de nieve. Puedes cambiar el requesón por mató, el limón por naranja y la vainilla por canela.

Las ensaladas de otoño tienen más sentido que nunca cuando en la mitad del país lo pasamos a 30 grados. Prueba esta con rúcula, caqui persimon y burrata y descubre lo bien que combinan estos tres ingredientes.

Si le quitas las escamas y te curras unos filetes limpios, el salmonete al horno encima de un lecho de verdura de temporada previamente asada se convierte en un bocado digno de los días más finolis.

Vale: el olor de las mandarinas no se quita fácil de los dedos, pero es un mal menor comparado con su jugosidad.

Mezcla mantequilla con miso y descubre el aderezo que mejorará cualquier plato en un instante, gracias a su textura fundente y el profundo sabor de la soja fermentada.

En El Comidista no desperdiciamos ninguna oportunidad de cocinar con la hortaliza que nos presta su imagen. En esta ocasión, las preparamos con un braseado sencillo y una potente vinagreta.

Estas trufas del restaurante Rasoterra cambian la suavidad de los derivados de la leche por la rotundidad del aceite de oliva arbequina.

El placer de preparar en casa un bocadillo completo -sí, el pan también- está al alcance de tu mano con esta receta de teleras mexicanas rellenas de alambre. Son de primero de panadería, pero de máster en sabor.

Están jugosas, están buenas, están de temporada y se pueden comer solas o combinadas. No hay fallo.

Cuando en lugar de mezclar el vino con refresco de cola para echártelos por el gaznate lo haces para cocinar, la combinación se dignifica y se vuelve incluso apta para celebraciones y fiestas de guardar.

Hablemos claro: pocos postres superan a un flan bien hecho, con su maravillosa textura y su perfecto equilibrio de lácteos, huevo y azúcar.

¿Creías que el zumo de tomate solo se llevaba bien con el vodka? Manel Vehí, al frente de la coctelería Boia Nit de Cadaqués, le da una vuelta de tuerca al Bloody Mary usando ginebra, aceitunas y mostaza.