Menú semanal de El Comidista (21 a 27 de octubre)

Unas verduras sabrosas, caramelizadas y sin calorías añadidas. Y acompañadas de una salsa que, mira, justifica todo lo injustificable.

El manido filete empanado puede tener otras vidas: le damos una vuelta con una salsa de alcaparras, hierbas y limón. Para que animes la cena o te las des de cosmopolita, diciendo que has hecho Schnitzel. Toma ya.

Si echas de menos el café con hielo del verano, este postre te hará feliz. Solo necesitas dos cosas: hacer café y tener un congelador.

Decántate por la versión original o la creativa y, si no consigues queso de cabra canario, no sufras, puedes hacerlo con casi cualquier variedad curada.

Su preparación es algo laboriosa, pero cuando veas el resultado dirás "vale la pena". ¿No te gustan las setas o la col kale? Cámbialas por ingredientes que sí te molen.

Aprovecha que las uvas ya están de plena temporada y cómelas a todas horas aunque las pepitas te den pereza.

Inauguramos la temporada de cremas calentitas –o no, tú eliges– con una deliciosa combinación de sabores otoñal. Y encima es de color rosa.

Los mejores arroces para los risottos italianos son los arborio y los carnaroli, pero este con la variedad normale e corrente sale muy bueno.

Una versión de las tortitas de toda la vida, ligera y aireada gracias a la magia de la clara de huevo batida a punto de nieve. Puedes cambiar el requesón por mató, el limón por naranja y la vainilla por canela.

El alga wakame tiene un textura carnosa muy interesante, es fresca y de sabor suave. Te gustará incluso si no eres muy fan del verde de mar.

Si se quiere un plato más completo, se pueden rehogar antes unas patatas cortadas en láminas con cebolla y ponerlas en la base del asado.

Están jugosas, están buenas, están de temporada y se pueden comer solas o combinadas. No hay fallo.

La patata al vapor conserva mejor el sabor que cocida, mientras que el pimiento y el ajo se relajan hasta no resultar ni dominantes ni indigestos.

Salvo por el chile rojo (reemplazable por guindilla) para esta receta no es necesario volverse loco buscando rarezas.

Un clásico dulce de la cocina tradicional francesa que se hace en un periquete y con solo cinco ingredientes.

Una receta cuaresmal que más que una penitencia es una bendición. Hacemos fácil la versión tradicional y te damos ideas para tunearla a tu gusto con lo que tengas a mano en casa.

Además del blandito –el de toda la vida– encontramos también el saroni y el persimon, con una textura más parecida a la de la manzana.

Panceta, cebolla y shiitake doraditas sobre un puré de boniato bien realzado con Ras al hanout. Extremadamente fácil teniendo en cuenta su resultado.

El licor saca lo mejor de esta fruta de temporada, y el yogur aromatizado con vainilla fresca hace que el conjunto se venga arriba.

Este cóctel sirve para salirse un poco de los daiquiris más convencionales -piña, fresa, plátano- con un producto alternativo y ahora en plena temporada.