10 sopas prodigiosas de restaurante para acabar con el frío
Tradicionales, exóticas o de fusión pero todas preparadas para reconfortarnos en pleno invierno. Si con estas sopas no te calientas, saldrás en la próxima temporada de 'The walking dead'.
Cuando el grajo vuela bajo es porque desciende atraído por una sopa caliente.
Bueno, más o menos.
Sirva la rocambolesca introducción para ilustrar algo en lo que solo Donald Trump puede estar en desacuerdo: con este frío –donde yo vivo, hoy hace un frío que no te lo sacas de los pies– no hay nada mejor que un buen plato de sopa.
Humeante y calentita, las sopas son la versión culinaria de una calefacción central sin instalación, y también unas de las preparaciones más reconfortantes del Universo.
Las que vienen a continuación no pretenden ser las mejores de España ni nada parecido. Pero están de vicio cada una en su perfil: más tradicional o más exótico. Si quieres añadir alguna, no te cortes: déjanos un comentario y tomaremos nota.
Sopa castellana de La Portada de Mediodía
Mikel López Iturriaga arranca las recomendaciones soperas con un estandarte tradicional: la sopa castellana. “La Portada de Mediodía es un megarestaurante como para celebrar bodorrios de Torrecaballeros (Segovia), donde se suele ir a tomar cochinillo o cordero. Sin embargo, su carta esconde una estratosférica sopa castellana que no se la salta un comunero. La versión de este local cumple con todos los cánones de esta obra maestra de la cocina pobre-pero-muy-pobre española, que transforma unos ajos, pan duro y un poco de cerdo en uno de los alimentos más reconfortantes de la galaxia”, afirma nuestro Gran Cucharón.
La Portada de Mediodía. Calle San Nicolás de Bari, 31. Torrecaballeros, Segovia. Tel. 921401011. Mapa
Mònica Escudero se mueve entre pucheros mucho más exóticos. Ella destaca este producto de la ósmosis cuyo origen hay que buscar en la especiada y picante cocina de Sichuan. “Cuando tengo frío y me apetece una sopa, mi cerebro vuela inmediatamente hasta el tan tan men de Fan Shoronpo. La base es un caldo espeso y blanquecino, a base de sésamo, y lleva una generosa cantidad de fideos, cebolleta en brunoise, alguna verdura de temporada salteada y una carne picada guisada con un sabor intenso y ligeramente dulzón altamente adictiva. Comértelo con un huevo marinado en soja, un poco de vinagre y aceite picante es de lo más placentero que puedes hacer con ropa y dentro de la legalidad. Si lees esto en verano, también puedes probarlo en versión fría y hasta sin caldo: en este último caso, solo para fanses de la potente salsa de sésamo, que se convierte en la auténtica protagonista del plato”, asegura la coordinadora de esta sopa de letras.
Fan Shoronpo. Calle de Séneca, 28. Barcelona. Tel. 930092235. Mapa.
Marta Miranda, defensora del cocinero y maestra de la cocción lenta, se declara un tanto escéptica con las sopas de restaurante. Pero cae rendida ante un clásico. “Pocas sopas de restaurante me han sorprendido y dado la vuelta a los ojos. Una de ellas es la sopa de ajo de El Bohío, una interpretación de Pepe Rodriguez en la que, por muchas vueltas de alta cocina que tenga el plato, el sabor de la sopa de ajo tradicional está marcado a fuego”. Una nueva demostración que la cocina humilde puede llegar a las más altas cotas de satisfacción.
El Bohío. Avenida Castilla-La Mancha, 81. Illescas, Toledo. Tel. 925511126. Mapa.
Sopa de cebolla del Restaurante Paolo
Marta, de nuevo, opta por una recomendación de corte tradicional y deja claro que tanto le da un ajo que una cebolla. “Cuando pido sopa en un restaurante estoy haciendo una gran apuesta, porque si hay una elaboración con la que soy exigente y que puede defraudarme (esos fondos, por Dios) es la sopa. Si la pido, voy buscando un plato que me reconforte y me haga mimos por dentro. Esto fue exactamente lo que pasó cuando probé la sopa de cebolla del restaurante Paolo: francesa a más no poder, rotunda y deliciosa. Es un clásico en su carta y no veo el momento de volver a por más”, sentencia Miranda. Las cuatro décadas que el Paolo lleva defendiendo una carta tradicional se tienen que notar en el resultado de esta sopa.
Restaurante Paolo. Calle de Julián Romea, 10. Madrid. Tel. 915544428. Mapa.
Guiso de callos, pata y morro del Restaurante Marcano
Antonella Ruggiero y Edy Costero, habituales de las recomendaciones de este blog y fundadores de Platunique, señalan con el dedo pero sin mala educación lo que parece un platazo del chef David Marcano: su guiso de callos, pata y morro. Además de muy madrileño, el resultado tiene que ser una inyección de colágeno de las que te dejan los labios sellados. Y es que Marcano es un defensor confeso de la cocina de cuchara y de la cocina de base clásica.
Restaurante Marcano. Calle Doctor Castelo, 31. Madrid. Tel. 914093642. Mapa.
A Anna Mayer –cara humana de Panepanna, 50% de Guitián Mayer y guiri en Kilomeaters– no duda en señalar el ramen de sopa de ajos de Trivio. En este plato, el chef Jesús Segura juega al ‘es , pero no es’ transformando corteza de cerdo en ramen para luego bañar el resultado en una sopa con potente sabor a ajo. Ojo con ella, porque a pesar de que esta sopa ser producto de la fusión culinaria, expertos tan solventes como José Carlos Capel dan su bendición a Trivio.
Trivio. Calle Colón, 25. Cuenca. Tel. 969030593. Mapa.
No es la primera vez que Jorge Guitián –el otro 50% de Guitián Mayer y el local de Kilomeaters– nos encandila glosando las virtudes de La Molinera. Si en este post ya nos hizo babear con su cocido gallego, ahora vuelve a la carga con el caldo. Cerdo, habas, berzas, ternera… todo cocinado con amor y bajo la supervisión de Diego López, elegido mejor cocinero gallego en 2014 durante el Fórum Gastronómico de A Coruña. No puede fallar.
La Molinera. Rúa Molinera, 3. Lalín, Pontevedra. Tel. 986 78 20 55. Mapa.
Padron Pepper Crab de O Camiño do Inglés
También Jorge Guitián nos recomienda esta sopa que casa las tradiciones culinarias de Singapur y de Ferrol, algo aparentemente improbable. “El Padron Pepper Crab juega con la idea del chili crab pero traída a Galicia: pasta de pimiento de Padrón, un caldo de pescado reforzado con los jugos de la cabeza de la centolla y la carne de la centolla desmigada”, explica Guitián. De nuevo, un ejemplo de fusión bien entendida.
O Camiño do Inglés. Calle San Francisco, 17. Ferrol, A Coruña. Tel. 981 352 090. Mapa.
El Pho bo de Elephant, Crocodile, Monkey
En su desembarco barcelonés, el chef Estanis Carenzo regala a la Ciudad Condal un Pho que no se lo salta un phorero. Carenzo versiona aquí esta receta tradicional de la cocina vietnamita marinando la carne de ternera. El tazón tiene un sabor profundo e intenso a carne, aligerado por toques cítricos y aromáticos típicos del sureste asiático. Muy, muy bueno.
Elephant, Crocodile, Monkey. Gran Via de les Corts Catalanes, 700. Barcelona. Tel 935458077. Mapa.
Sopa de pollo y fideos de l’Os Panda
Los paladares más exquisitos de este país me dirán de todo, menos sofisticado, por esta recomendación. L’Os Panda es un restaurante chino bastante cutrón del barrio de Gracia, donde puedes comer por cuatro duros –concretamente esta sopa cuesta tres euros y medio– y en cinco minutos, pero eso no quita que su sopa de pollo y fideos sea el antídoto perfecto para el húmedo invierno barcelonés. Espesa, densa y glutamática, esta poción devolvería a la vida a un mamut enterrado en los hielos perpetuos siberianos.
L’Os Panda. Calle Verdi, 56. Barcelona. Tel. 932378443. Mapa.
Antes de ir a la sopa, quiero decir que de Nobook me perturba casi todo: la música alta, los uniformes carcelarios de los camareros y el predominante color naranja de la decoración. Pero dejando esto a parte, reconozco que su Love Soup –una receta con la que el propietario encandiló a su mujer, no está mal– es gloriosa. Jugo de cabezas de gamba, coco, cilantro y jengibre se citan en el bol con un dumpling de gamba y aroma de lima kéfir. Tiene un punto picantito muy reconstituyente que hasta te hace olvidar el entorno.
Nobook. Calle Provenza 310. Barcelona. No admite reservas. Mapa.
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