La Nudista: una taberna moderna con conservas de lujo
La Nudista es una taberna de vermuteo actual. Podrás picotear conservas, raciones, bocadillos y ensaladas elaboradas con el máximo respeto al producto que sale de sus buenas latas.
¿Una taberna moderna? Donde estén las de toda la vida…
Siento adoración absoluta por los bares, tascas y tabernas con solera. Pero revisar los clásicos con buen gusto me parece un ejercicio sanísimo. En La Nudista lo han hecho: en lugar de abrir una taberna decorada con una falsa pátina de tiempo, han creado un espacio luminoso –destacan los azulejos blancos y el mármol del país– donde disfrutar como un enano del vermú y las conservas.
Bah… moderneces. Seguro que no saben ni tirar las cañas
Pues te equivocas. Lo primero que pedí al llegar fue una de esas, y te aseguro que las tiran más que bien. Por cierto, tuvieron la cortesía de acompañar la caña con una Gilda deliciosa: verde, salada y picante, como dice el canon que debe ser, y con un equilibrio magnífico entre el picante y el ácido.
No te pongas exquisito que solo era una Gilda.
Ya, ya. Pero era muy rica. Y en las cosas sencillas se nota el buen hacer de un negocio de hostelería.
En eso llevas un poco de razón…
¡Claro! Y ocurrió lo mismo con los mejillones en escabeche, una de mis conservas fetiche. Según me contó Micky Irisarri, propietario de La Nudista, él ha seleccionado cada una de las latas de entre la oferta de distintas conserveras nacionales. Los mejillones, y buena parte del marisco, los compran en Galicia.
Bueno, me va gustando un poquito más.
Te gustaría más aún si hubieras probado los puerros y las alcachofas. Se presentan al natural, muy tiernos y de sabor potente. No podía ser de otra manera, dado que las conservas vegetales les llegan de Navarra.
¿Qué más?
Las patatas fritas: finísimas y nada aceitosas, me recordaron a las de Bonilla, mis favoritas, pero no puedo asegurar que lo fueran. Y la ración de boquerones llegó con un pescado terso y con el punto justo de vinagre.
Bueno, y si te hartas de latas, ¿qué?
Yo solo probé lo anterior. Pero la carta también incluye platillos como los garbanzos con bacalao y pimientos de piquillo, raciones como la de caballa con cebolla dulce y piparras, ensaladas, bocadillos fríos y tostas de salazones, encurtidos y ahumados.
Ah, también tienen postre: trufas, tocinillos de cielo, melocotón en almíbar.
Pues parece ‘arreglao pero informal’.
Es un sitio perfecto para hacer el aperitivo o para una comida o cena informal. A veces apetece más una comida rápida que sentarse en un restaurante durante hora y media. Además, pueds comprar latas y llevártelas a casa.
El precio, ¿es consecuente con la oferta?
Por unos veinte euros sales regalado. Y si vas a picotear, te dejas menos.
Oye, pues no hay más que hablar: me haré nudista.
Pero ponte camiseta, que comer con el pecho descubierto es muy feo.
La Nudista. Calle Luchana, 27. Madrid. Tel. 913 776 424. Mapa,
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