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Marquise de chocolate (sin horno)

 No hay pera aburrida / EL COMIDISTA
No hay pera aburrida / EL COMIDISTA

Esta tarta tiene, como todo, ventajas e inconvenientes. Las primeras: que no requiere horno ni una exactitud milimétrica como muchos otros platos de repostería, y que se puede acompañar con lo que os de la gana. A mí sobre todo me gusta con un helado ácido, rollo sorbete de mandarina, maracuyá o frambuesa, para compensar el chocolatamen, con frutas –también ácidas o tropicales– y seguro que con una salsa de frutas del bosque o cualquier cosa no muy dulce también está cañón. Ibán Yarza dice que hay que ponerle mucha nata (aunque le he oído decir lo mismo de el 99% de comidas del mundo, creo), y esta vez le he hecho caso, dejándola un punto menos que montada (que es como más me gusta porque queda aún más untuosa, pero ahí cada uno a lo suyo).

Vamos con los inconvenientes: engorda más locamenti que el amor de Las Grecas –eso se compensa moviendo un poco más el culo ese día, o tomando un trozo pequeño– y la crema inglesa tiene una cierta complicación para los neófitos, ya que puede cortarse y convertirse en una especia de sopa de tortilla dulce. Para evitar esta posibilidad, lo suyo es hacerla a fuego moooooooy lento (citando de nuevo a Ibán), y aquí la vitro –es difícil que leáis esto por aquí alguna otra vez– puede ser una gran ventaja.

La he acompañado con una pera conferencia salteada porque creo que se ningunea injustamente esta pobre fruta de temporada –menos en las cenas de mi infancia, donde la "tortilla francesa y la pera pelada" estaban a la orden del día en el menú de mi abuela–, que sólo pide un poco de alegría para dar lo mejor de sí misma en cualquier plato al que se le invite. Además de lo ya indicado, para que el postraco en cuestión salga bien solo hace falta un buen chocolate y una buena mantequilla.

Dificultad: Para gente que dice "no me gusta el chocolate" mientras llaman a su nave espacial para que les recojan.

Ingredientes

Para 8-10 personas.

Para la crema inglesa

  • 3 yemas de huevo
  • 60 g de azúcar
  • 225 ml de leche

Para la tarta

  • 300 g de chocolate de cobertura de calidad (yo usé 70% cacao, pero es arriesgado)
  • 225 g de mantequilla

Además

  • 4 peras
  • 1 cucharada de mantequilla
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 200 g de nata montada

Instrucciones

1.
En un cazo a fuego muy bajito o al baño María, fundir el chocolate y la mantequilla y mezclarlos bien. Reservar. Preparar un baño invertido poniendo abundante hielo en un bol grande y un bol más pequeño encima y reservarlo también.
2.
Es el momento de preparar la crema inglesa. Mientras se lleva la leche a ebullición a fuego suave, batir las yemas junto al azúcar en un bol y volcarles encima la leche muy caliente sin dejar de remover. Mezclar bien con una varilla y devolver a la olla a fuego mínimo para terminar la cocción.
3.
Sin parar de remover con unas varillas o cuchara de madera, la crema estará lista cuando forme una especie de película en lo que usemos para remover y las paredes del recipiente, y la espuma de la superficie haya desaparecido. En ese momento, pasarla al baño frío para bajar la temperatura y que no se pase de cocción y se corte.
4.
Mezclar bien la crema la fría con la mezcla de chocolate y mantequilla, poner en un molde tipo plum cake (si es metálico se puede poner papel film, con la silicona no hace falta) y llevar a la nevera al menos durante 4 horas. Si queréis hacer menos cantidad o raciones individuales podéis usar otro tipo de moldes.
5.
Poco antes de servir la tarta, saltear las peras peladas y cortadas a octavos con un poco de mantequilla y un pelín de azúcar en una sartén bien caliente. Emplatar unos minutos antes de servir para que la tarta no esté dura, con las peras a temperatura ambiente (o desharán la marquise) y una cucharada generosa de nata.

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