_
_
_
_
_

Aló, Comidista: "¿Comer mucho pollo produce homosexualidad?"

Mikel López Iturriaga

Rocío: En este momento estoy viviendo una agria polémica con mis amigos en el bar acerca de lo que es un puré y una crema (de verduras). Una facción defiende que las cremas de verduras son de cuchara y que los purés de tenedor. Para la otra parte las cremas son con nata y los purés sin ella, pero todos se pueden comer con cuchara. ¿Quién tiene razón? Sácanos de este dilema por favor,antes de que nos retiremos el saludo.

Querida Rocío, me alegro de que la gente se siga peleando por temas realmente importantes y no por naderías como los recortes, el paro o la independencia de Cataluña. Bien, habiéndome imbuido de la personalidad del sabio Salomón y con mi perra disfrazada de reina de Saba a mi lado, sentencio que el equipo B tiene la razón. La crema, por definición, lleva algún lácteo (leche, nata, yogur), y el puré es un simple triturado de alimentos cocidos, generalmente algo más espeso. El problema es que "crema" suena más fino y menos abuelesco-infantil que puré, y por eso hemos pasado a llamar así a cualquier sopa pasada por la turmix. El equipo A no sólo deberá pagar las costas del juicio, sino que condeno a 20 latigazos al descerebrado que haya dicho que los purés sólo se comen con tenedor. 

Óscar: Soy un convencido de que, si en España escoges un bar al azar entre los tropecientos millones que hay, hay dos cosas cuya probabilidad de que sean buenas -o simplemente decentes- es prácticamente cero. Una es el café (no el engrudo sucio, a veces helado y a veces calcinado que te sirven) y la otra, la cerveza (no la gaseosa sosa, coloreada e insípida que te enfrían para asegurarse su objetivo: que no te sepa a nada -lo cual, dicho sea de paso, muchas veces se agradece). Siendo un país en que se nos llena la boca hablando de nuestra gastronomía y que estamos engorilados en este tema, ¿cómo es posible que en estos dos productos tan extendidos estemos jugando en una división regional y luchando para no descender? ¿El café y la cerveza no son gastronomía, o es que si nos sacan del vino ya patinamos?

Querido Óscar, te noto bastante búfala con la mala calidad de algunos alimentos en España. No sé a quién me recuerdas. Vayamos por partes. El café, en efecto, ha sido tradicionalmente un horror en España, exceptuando algunas zonas del norte. Ten en cuenta que hace no mucho, la mayoría de los habitantes de este país consumían café torrefacto, una auténtica porquería churrumada capaz de ahuyentar a un yonqui en pleno mono de cafeína. En cuanto a la cerveza, pues parecido: poca tradición y la costumbre de entenderla como un mero refresco, cuanto más frío e insípido, mejor. La buena noticia es que las cosas empiezan a cambiar: la calidad del café cada vez se cuida más en muchos lugares, y la locura por la cerveza artesana demuestra que hay un interés por ir más allá de la litrona de marca blanca.

Ella también está indignada con los cafés y las cervezas españolas.

Juan Carlos: Desde hace tiempo veo en los supermercados canarios que las patatas que vienen en mallas crudas enteras traen la indicación "para cocer" o para "freír". Yo tenía entendido que las patatas de verdad, las de toda la vida, eran para cocinarlas como te diera la gana. ¿Qué tipo de modificación genética tienen para que sólo sirvan para ciertos platos? ¿Qué crees nos puede suceder si nos atrevemos a cocinarlas al revés de como indica?

Querido Juan Carlos, no seas paranoico y no imagines más manipulaciones genéticas de las necesarias. La patata es todo un mundo y existen un montón de variedades, unas más apropiadas para la fritura, otras para el asado, y otras para el cocido. Dicho esto, no creo que ocurra ninguna catástrofe si utilizamos las que se venden en el supermercado de forma distinta a lo indicado: como mucho se nos desharán un poco al cocerlas o no funcionarán igual de bien fritas.

Querida Leire: Soy una bilbaína, bueno... casi bilbaína ya que vivo en un pueblo de al lado. Aunque los últimos 6 años estoy viviendo en Londres. Después de haber visto en tu consultorio hace unas semanas o mejor dicho meses el sándwich tan asqueroso de paella española, pensé que te podría interesar la New Covent Garden Soup que se puede encontrar en estos momentos en los supermercados Ingleses.

Photo
Photo

Querida Leire, gracias por compartir esta marranada con nosotros. No se me ocurre nada más apetecible que una sopa de patatas fritas. Y lo peor es que igual está buena...

Bárbara: Te escribo porque hay unas nubes que ensombrecen el horizonte de mi felicidad conyugal y me gustaría que con tu docta opinión mediases en nuestras diferencias. La primera es la insistencia de mi marido de guardar los Sobaos del Macho en la nevera. Para mí esto es una clara forma de cargarse el sabor del sobao, pero él insiste en que al estar hechos con mantequilla su ubicación óptima es dentro del frigorífico, y lo que es peor… se lo ha ratificado el cántabro de la tienda. La segunda es la manía que tiene de atemorizarme cuando me ve a punto de engullir alguna pieza de fruta en la cena. Insiste en que “la naranja en el desayuno oro, en la comida plata y en la cena MATA” pero lo extiende a la pera, el melón, la piña, la mandarina… Yo creo que estas supersticiones son herencia de su excéntrica abuela, quien consideraba que “el marisco contiene unas albúminas tan extrañas a nuestro organismo que provocan alteraciones en el intestino delgado”.

Querida Bárbara, meter los sobaos en la nevera y amargar la toma nocturna de fruta con teorías absurdas están tipificados como delitos graves en el nuevo Código Penal de Gallardón, así que yo esperaría a que esté vigente para meterle un buen puro a tu marido. ¿De dónde saca este majadero semejantes ideas? ¿De los editoriales de Mariló Montero? Vale que haber tenido una abuela experta en las albúminas de las gambas puede marcarte de por vida, pero pensar que un bizcocho, por mucha mantequilla que tenga, va a conservarse mejor en la nevera es como creer que al aceite de oliva le va a venir bien el solecito mañanero. Es decir, un dislate, por mucho que "el cántabro de la tienda" (muy fans de este personaje popular) se lo recomiende. Lo que hay que hacer con los sobaos es comerlos rápido, mantenerlos en un recipiente hermético y, si se secan, hacer pasteles con ellos.

Isabella: ¿Las recetas de cocina tienen 'copyright'? ¿Un restaurante podría proponer un plato cuya receta original y no tradicional esté publicada en un libro, y ponerlo en su carta como si fuera idea suya?

Querida Isabella, las recetas no tienen derechos de autor, y legalmente no puedes pretender cobrar porque alguien use en su restaurante una determinada combinación de alimentos o una preparación que hayas inventado tú. Personalmente, creo que está bien que sea así, porque lo contrario supondría un freno a la evolución de la cocina y lo último que necesitamos es una SGAE de las cazuelas. Otra cosa es que si copias una receta, tengas la decencia de reconocer su autoría, y no vendas como propios los descubrimientos ajenos. Esto vale para los restaurantes y para los medios, incluidos los blogs. 

Ciudad Real Entiende: Soy un fan manchego, de La Mancha profunda para ser más exactos. El otro día me quedé muy sorprendido cuando me contaron que un superhetero de mi pueblo no come pollo para no volverse homosexual. Bueno, exactamente oí para no amariconarse pero eso me parece muy del siglo XX para decirlo por aquí. ¿Sabes si existe alguna leyenda que justifique tal estupidez?

Querido Ciudad Real Entiende, puedes decir amariconarse tranquilamente, que el Aló Comidista es como un bar de ambiente y estamos entre hermanas. El origen de la conducta del superhetero de tu pueblo (espero que no sea como el superhetero de Quién quiere casarse con mi hijo, que se depila el culo y se siente como Pretty Woman) viene de la leyenda de que las hormonas suministradas a los pollos acaban produciendo una feminización de los machos humanos que los comen. Para entendernos, que te salen tetas. Supongo que el bulo, filtrado por los microcerebros de miles de garrulos a través de los años, acabó derivando en que los pollos producían homosexualidad. Hace unos años el presidente de Bolivia Evo Morales proclamó su fe en esta creencia, y en uno de sus discursos más memorables relacionó las aves "cargadas de hormonas femeninas" con las "desviaciones de los hombres en su ser como hombres". Mi experiencia me demuestra que estaba equivocado: ninguno de los 25 marineros con los que pasé la noche del sábado tomaba pollo.

Caponata
Caponata

¿Pollo gay o Caponata tróspida?

Luis: Me encantan las setas de todas las formas culinarias posibles, pero sobre todo crudas. El problema es que, aparte de los champiñones y boletus, no encuentro información sobre sí se pueden tomar todas crudas o hay algunas que es forzoso tratarlas con calor en algún guiso o plancha. ¿Puedes decirme algo al respecto?

Querido Luis, la mayoría de las setas más comunes -las que encuentras en las tiendas- se pueden comer tanto crudas como cocinadas, aunque algunas son un poco chiclosas como para tomarlas al natural. Pero ojo porque en el monte hay algunas variedades, en general de poco valor culinario, que son tóxicas si no se guisan. Infórmate bien antes de jugártela.

Álvaro: Buenos días Mikel y panda de perturbad@s mentales, como yo, que escribís aquí. Tengo una filosofía cuando viajo, allá donde fueres haz lo que vieres. Así que si voy a Asturias como fabada y bebo sidra, en Galicia pulpo y albariño, lo cual me lleva a cometer tonterías como obligarme a mí mismo a beber manzanilla en Andalucía o emborracharme con Aguardiente del Cauca en Colombia y resulta que no me gustan nada. Así que voy a hacerte la siguiente pregunta, ¿podemos tomar lo que nos apetezca estemos donde estemos? ¿Es moralmente aceptable que me pida unas butifarras en 'pa amb tomàquet' en Málaga o un pescaíto frito en Barcelona? Y mi segunda pregunta es, si no tengo ni puta id** de catalán, ¿tengo que decir 'pa amb tomàquet', puedo decir 'pan tumaca' como el resto de los que no saben catalán o mejor que me limite a decir pan con tomate y punto?

Querido Álvaro, supongo que los lectores estarán encantados de que les llames perturbados mentales. Ya verás como te dejan algunas flores en los comentarios y se te quitan las ganas de hacer bromitas. Sí, podemos tomar lo que nos apetezca estemos donde estemos, pero sólo un palurdo redomado o un guiri despistado iría a Cataluña a buscar pescaíto frito y a Málaga a probar la butifarra. Respecto al pa amb tomàquet, si no lo sabes pronunciar correctamente en catalán yo te recomendaría decir pan con tomate. Y desde luego, escribirlo bien en cualquiera de las dos lenguas, en vez de inventarse un zurullo lingüístico como el 'tumaca'. Que cualquiera diría que el catalán es suahili y no una de las lenguas oficiales españolas, para más señas románica y hermanita del castellano.

M.: LE RUEGO NO USAR EL ALUMINIO DOMÉSTICO PARA LAS COMIDAS, NO ES TRANSPIRABLE Y NO SIRVE SINO PARA ENVOLVER COSAS.

Querido M., por tu incapacidad para comunicarte en minúscula como las personas normales deduzco que eres familia de Guarapo el Cubano. Esto de que el aluminio no es transpirable me ha hundido: ¿y ahora qué hago yo con todas mis camisetas y calzoncillos de papel Albal? Un saludo y da recuerdos de mi parte en el cotolengo.

 

Ana: Mis dudas son respecto a la congelación y su proceso inverso, ¡y tengo muchas! ¿Por qué no se pueden congelar las cosas dos veces? ¿Los alimentos pierden propiedades o te pueden poner enfermo? ¿Por qué en cambio sí puedo congelar carne picada en crudo, por ejemplo, descongelarla y preparar albóndigas, y volver a congelarlas? ¿Cuál es la mejor forma de descongelar? ¿Qué pasa si descongelo mal? ¿Por qué puedo cocinar cosas congeladas ('nuggets', por ejemplo) y otras no (un filete de pechuga de pollo)?

Querida Ana, por lo que veo eres una de esas alumnas semilerdas que no viene cada semana a beber de la fuente inagotable de sabiduría que es Aló, Comidista. ¿No te das cuenta de que en el examen de final de curso entra todo? Por no saber por qué se puede congelar, descongelar y volver a congelar, estás castigada a promocionar 10 veces al día en tu Twitter y en tu Facebook la entrada en la que respondo a estas cuestiones. La mejor forma de descongelar es lentamente, en la nevera. Así someterás a un cambio menos brusco al alimento y le ayudarás a conservar mejor su estructura. Si descongelas "mal" no pasa nada grave, sólo que el alimento llegará en peores condiciones al plato. Las "cosas congeladas" que se pueden cocinar directamente suelen ser rebozados, en los que interesa una cocción rápida y fuerte del exterior y apenas un calentamiento del interior. Cocinar un filete de pechuga sin descongelar no parece la mejor idea, a no ser que quieras que tu cara quede desfigurada por los salpicones de aceite hirviendo y que tu familia te pague la operación de cirugía estética.

Female-trouble5
Female-trouble5

 

Mujer abrasada tras freír pollo congelado.

 

Ana Belén: Mi pregunta es muy sencilla, pero alberga un gran misterio como el de la Santísima Trinidad. ¿Cómo se consigue que la sepia a la plancha hecha en casa no te quede más dura que suela de un zapato?

Querida Ana Belén, la primera medida es someterla a un congelado corto. La segunda, cocinarla en la plancha bien caliente muy poco tiempo. A la que te pasas, los calamares y sus parientes se convierten en chicle. En la cocina, estos bichos sólo admiten extremos: o cocciones intensas y cortísimas, o suaves y largas, como en los guisos.

Rosalía: Vengo de Venezuela y tengo dos años viviendo en Valencia. Desde el primer día me ha llamado mucho la atención que cuando vamos a comer a restaurantes y colocamos los cubiertos en posición de "ya he terminado" sobre el primer plato, nos retiran el plato pero nos dejan los cubiertos sucios sobre el mantel para que comamos el segundo plato con los mismos cubiertos. Un amigo madrileño me acusa de ir a lugares cutres, pero tampoco me meto en merenderos de mala muerte. Voy con frecuencia a A Coruña porque mis padres viven allí. En A Coruña sí que me cambian los cubiertos en cualquier restaurante. ¡Y en Venezuela también! ¿La costumbre es sólo valenciana o se extiende por la geografía nacional?

Querida Rosalía, esta horrorosa costumbre de no cambiar los cubiertos está muy extendida por toda España, especialmente en los restaurantes de menú del día. No es demasiado grave si los manteles son desechables, pero cuando el cuchillo y el tenedor quedan posados sobre una mesa por la que sólo ha pasado una bayeta mugrienta, el asunto adquiere tintes dramáticos. Si el restaurante en cuestión es barato, yo perdono el cubierto fijo, pero a la que pasa de 15 euros, lo considero un buen motivo para no volver.

Marco Antonio: Hola le envió este video, espero y le guste es una ex alumna que está iniciando en la musica ranchera.

Querido Marco Antonio, te felicito, y no sólo por la brillante redacción de tu mensaje. Has venido al sitio adecuado: un blog dedicado a la música mexicana escrito por un experto mundial en rancheras. ¿Tú me has visto alguna vez vestido de mariachi o de señora de Jalisco? ¿No? Entonces, ¿por qué me mandas esto? ¿Es una venganza personal o algo así? Una cosa es que me guste Wendy Sulca, y otra que me vaya a interesar lo que haga esta señora. Un momento, espera: ¡cómo mola el final del vídeo! ¿Tiene algún tipo de mensaje satánico? Esa música tenebrosa rollo Cuarto milenio y ese plano final de la iglesia, ¿encierran alguna clase de maldición?

Enrique: Estimado Mikel, si me encontrase contigo en una acera oscura, no respondería de mis actos. Dicho lo cual: además de ser 'megafans' de tu blog y de tu persona, soy tremendamente aficionada a la 'birracola'. Sí, sí, cerveza + refresco de cola. Y hielo. Un amigo y yo misma resistimos a las críticas y a las miradas de odio del exterior. Nadie comprende nuestra afición, nos insultan, comentan que la espuma que produce es repugnante (y, vive Dios, no es así). La pregunta es: ¿qué podemos hacer para salir del oprobio social?

Querida Enrique, espero acabar mis días sin encontrarme contigo en ninguna acera ni cuarto oscuro, gracias. Como tu nombre es de macho pero te refieres a ti misma en femenino, entiendo que eres una travesti, una petarda o un homosexual que ha comido demasiado pollo. Me encaja con ese perfil la extravagancia de tomar coca-cola con cerveza, algo que sólo mujeres que llevan drag-queens dentro como tú o "tu amigo" son capaces de hacer. Para salir del oprobio social te recomiendo que os vayáis las dos del pueblo y os instaléis en una gran ciudad, que la gente suele ser más tolerante con lo que se sale de la norma.

Daniel: Acabo de leer tu blog de hoy y, me permito recomendarte para encontrar la perfección que buscas en las zanahorias y resto de verduras, una rejilla que he comprado recientemente, que se abre y cierra como una espiral, para cocer verduras al vapor. Se introduce en una cazuela con un poquito de agua y te garantizo que te saldrán 'perfects'. Las hice para un acompañamiento de 'atún plancha' el domingo y... ¿no escuchaste los aplausos de mi público en Barcelona? Bueno, el artilugio en cuestión es muy 'barateiro' en torno a seis euros en los chinos.

20121023_175002
20121023_175002

Querido Daniel, me encanta este artefacto que me envías. De hecho, tenía uno igual que me regaló mi madre hace un par de siglos, pero estaba el pobre acabó en tal estado de oxidación que lo tiré antes de que me causara un envenenamiento. Doy fe de que es barato y tan efectivo como muchas vaporeras pijas de diseñiqui. Ahora bien, tengo una pregunta para ti: ¿por qué dices que acabas de leer "mi blog de hoy"? ¿Acaso tengo otro blog? ¿No serás de esos que llaman "blogs" a las entradas/posts/artículos? Si es ese el caso, como soy muy buena persona, te advierto de soltar algo así en ciertos círculos significa ser catalogado de inmediato como un Paco Martínez Soria digital. De nada.

Virginia: Tengo un grupo de amigos con los que anualmente montamos una cena de Navidad. Este año me ha tocado a mí, y quiero dejar el listón bien alto. Mi problema es el siguiente: tengo que dar de comer a 16 personas, y procurar servirlo todo en su punto. Servir un segundo espectacular para 16 y que a todo el mundo le llegue caliente a la mesa me parece complicado. Había pensado hacer algo tipo estofado, que me permitirá tenerlo caliente hasta el momento de servirlo (y sin secarse), pero es un poco viejuno. ¿Me puedes recomendar alguna receta de estofado modernillo-rompedor?

Querida Virginia, el estofado sólo es viejuno si lo haces viejunamente, es decir, con cuatro tristes patatas, dos zanahorias lacias, la carne dura y el caldo aguachado. Pero si le pones algo de arte, entonces es vintage. Prueba con este estofado de ternera con brandy y mostaza, miénteles a tus invitados diciendo que en Nueva York es lo más, y ya verás cómo se lo zampan como si se estuvieran tomando el último grito en cocina tecnoemocional.

Henar: Cocinera intempestiva con niños solicita de afamado bloguero gastronómico ayuda en su cruzada mundial contra el “menú infantil” ¿Qué necesidad hay de condenar a los pequeños a comer, invariablemente, macarrones recocidos con tomate y pollo con patatas, con el agravante de que la ración es la misma para un niño de cuatro años que para un preadolescente de 13? Creo que sería una buena forma de ir educando gastronómicamente a los niños que los restaurantes ofrecieran raciones más pequeñas de los mismos platos que ofrecen en su carta, y así fueran descubriendo el gusto por comer un día en un vegetariano, otro en un oriental, o probar las delicias de la cocina mediterránea que se ofrecen en casi todo el país.

Querida Henar, hago público mi apoyo incondicional a tu cruzada contra el menú infantil, ese engendro inventado por el demonio para promover la estupidez alimentaria entre los más jóvenes. Por desgracia, yo creo que triunfa porque es un win-win, como diría cualquier MBA engominado: los padres vagos prefieren empapuzar al niño con "lo que le gusta" (pasta pasada y pechuga con patatas congeladas) que asumir el esfuerzo de introducirle en sabores diferentes, y los restaurantes sacan su rédito vendiendo basura a precio de comida. Eso sí, entre el menú infantil y los niños berreando, correteando y dando la caca por el local, no sé con qué quedarme... 

76243_10152020139287699_140328504_n
76243_10152020139287699_140328504_n

"A los niños desatendidos se les dará café solo y ginebra".

Tomás: ¿Soy el único que piensa que el pan sabe mejor si lo cortas con la mano en vez de con un cuchillo? Llámame 'retro-monger' si quieres.

Querido Tomás, eres un retro-monger. Me encanta que me pidáis que os insulte, así lo puedo hacer tranquilamente sin miedo a represalias. Esto que me dices del pan me parece una soberana tontería, pero si a ti te hace feliz creértela, tú mismo. Eso sí, cuando tengas invitados, dáselo cortadito con cuchillo, que si no pensarán que te has metido en una secta de friquis de Jesucristo que comparten el pan como en la Última Cena.

Elisa: La situación en mi hogar es insostenible (sé perfectamente que esto es un consultorio matrimonial encubierto). Llevo tres años viviendo con mi pareja, al principio de la convivencia quedamos en que yo haría el almuerzo y él la cena. Bien, el trato se cumplió hasta que llegó un día en que había poca cosa en la nevera e improvisó una receta: fideos chinos hervidos en caldo de puchero + caballa de lata + un resto de salmón ahumado. Cuando los fideos estaban cocidos les quitó el caldo, los puso en un plato, abrió el armario de las especias y los aderezó con todo lo que pilló. Por supuesto aquella noche cené una tortilla a la francesa y él se comió su "espectacular receta" alegando que "yo no entendía de comida". A partir de ese día todo ha ido a peor, así que ahora yo me preparo mi cena y el la suya. Al principio pensé que lo hacía para librarse de cocinar, pero creo que no, porque se prepara unas ensaladas que quitan las ganas de comer. Lechuga con mango, atún, paté de sardinas, espárragos y especias varias. ¿Qué hago? ¿Lo dejo? ¿Vuelvo con mi madre? ¿Lo mando con la suya? No tiene paladar, pero lo peor es que dice que somos los demás los que no sabemos de cocina.

Querida Elisa, historias como la tuya me reafirman en mi firme oposición al matrimonio heterosexual. Dile de mi parte a la acémila de tu pareja que, en la cocina, más no es más. Una cosa es la creatividad y el perder el miedo a las nuevas combinaciones de sabores, y otra muy distinta marranear y mezclar ingredientes sin ton ni son. La lechuga con mango, espárragos y paté de sardinas es la mayor cerdada que he oído desde el bocata de chorizo con mermelada mojado en Colacao. Te recomiendo que esta Navidad le regales La enciclopedia de los sabores, a ver si entiende el concepto de "unos alimentos pegan bien y otros se llevan a matar". Si es que sabe leer, claro.

Sobre la firma

Mikel López Iturriaga
Director de El Comidista, web gastronómica en la que publica artículos, recetas y vídeos desde 2010. Ha trabajado como periodista en EL PAÍS, Ya.com o ADN y colaborado en programas de radio como 'Hoy por hoy' (Cadena Ser), 'Las tardes de RNE' y 'Gente despierta'. En televisión presentó programas como El Comidista TV (laSexta) o Banana split (La 2).
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_