Los 10 mejores puestos del mercado de La Boquería
En su recién estrenada edición mensual, la revista 'Barcelonés' incluye un artículo con mis 10 puestos favoritos del mercado. Como esta publicación no se distribuye fuera de la Ciudad Condal, lo reproduzco aquí con su permiso por si a alguien le resulta de utilidad. Las fotos son de Ainhoa Gomà.
Ya sabemos que la Boquería es uno de los mejores mercados de Europa. Pero el aluvión de turistas que recibe cada día lo ha convertido en una trampa para incautos en la que no escasean los timos. Esta es una guía de puestos de confianza, tan rebosantes de productos fantásticos como libres de precios abusivos.
1) Fruites Ibáñez
Algunos de los puestos más disfrutables de la Boquería están fuera de ella. Son las paradas al aire libre de la plaza de Sant Galdric, pegadas al mercado y también conocidas como “las pagesas”. Se supone que sus dueños venden productos locales de cultivo propio, pero ojo: hay mucho kilómetro 800 y mucha clavada. Para ir sobre seguro, Fruites Ibañez (parada nº 55) es una opción sin estafas y fácil de localizar -es el único que hace esquina-, que vende excelentes verduras y frutas de Viladecans y Gavá. Indispensables: sandía y pepino.
2) Fruites Costa
Más pródigo en verduras que en frutas, Fruites Costa (parada nº 57) suele tener algunas de las mejores ofertas de toda la Boquería, sin que eso suponga la habitual merma en la calidad. El puesto lleva allí “desde los abuelos y requeteabuelos”, asegura su dueña, Dolors, que por su energía parece haber absorbido todas las vitaminas de lo que vende. El impecable material, que viene de Santa Coloma de Cervelló y de Sant Boi, nunca me ha decepcionado en dos años de compra semanal. Indispensables: berenjenas y pimientos.
3) Peix Marta
Por qué las pescateras son el único gremio que capta clientes al estilo del zoco de Marrakech permanece como uno de los grandes misterios de los mercados barceloneses. Para mí es la experiencia más desagradable de comprar en la Boquería, por lo que siempre que entro en su zona voy derecho a Peix Marta (paradas 817-818). Sus delicias no son baratas -pocos pescados lo son- pero la frescura y la primerísima calidad están garantizadas. Y si te llevas cantidades grandes, Marta suele “arreglártelo”, ese entrañable eufemismo para bajar un pelo el precio. Indispensables: calamares y atún.
4) Avinova-Aviram
Con más de medio siglo de existencia, Avinova (paradas 689-690 y 703-707) es uno de los pocos puestos decentes que quedan cerca de las Ramblas. Su deslumbrante oferta de aves, conejo, caza o caracoles proviene de Cataluña y Francia, lugares donde picotean delicadezas de dos patas como la pintada, la pularda, los picantones o los pichones. También hay pollo o huevos para días normales, y los precios suelen ser muy competitivos al tratarse de una distribuidora. Indispensables: pollo de corral y conejo alimentado con romero.
5) Symposion
Trasladado hace cinco años de la calle Roselló a la Boquería, Symposion (paradas 923-924) es un islote griego en uno de los extremos del mercado que dan a la Gardunya. Vinos, conservas y olivas se mezclan con comidas preparadas como la spanakopita (pastel de espinacas), los gyros (pan de pita relleno de carne) o la melitzanosalata (crema de berenjenas). Pero si hay algo que te llevaría a condonarles toda la deuda a los helenos es la paprika, una adictiva crema de pimientos y queso. Indispensables: yogur y feta, sin discusión los mejores de Barcelona.
6) Bacallà Carme Gomà
Con 46 años de mercado a sus espaldas, Carme Gomà (paradas 754-755) es una pequeña institución en la Boquería. Empezó “con 2.000 pesetas”, y hoy tiene 3 puntos de venta y da trabajo a buena parte de su familia. La estrella de su intachable pesca salada es el bacalao de Islandia, pero también vende sardinas, anchoas, salmón o congrio, además de productos cocinados como buñuelos, croquetas o pimientos rellenos. Alerta para políticos: Carme amenaza con cantarles las 40 por la situación económica cuando vayan a hacer campaña. Indispensables: lomos y virutas de bacalao.
7) Carnisseria A. Casanovas
Antonio Casanovas (paradas 224-229 y 276-279) y su cuantioso personal venden carne de vacuno, cordero o cabrito en cantidades semi-industriales, con tanto éxito que hace poco ha tomado una parada cercana. Los motivos son simples: alta calidad, precios más que sensatos y un servicio tan eficaz como amable. El producto viene de Vic, pero los cortes pueden proceder de lejanos imperios de la carne como Argentina o Uruguay. Ah, y no te miran mal si les pides cosas raras como carne de cordero picada. Indispensables: hamburguesas con cebolla y filete tibón (o t-bone).
8) Llegums cuits Boquería
Si hay algo por lo que dar gracias al Señor por vivir en esta parte del mundo es por los puestos de legumbres cocidas. Los dos que hay en la Boquería son buenos, pero por cercanía -o más bien por lejanía a las Ramblas- prefiero Llegums Cuits Boquería (317-319). Garbanzos, judías blancas y lentejas en un punto perfecto de cocción se unen a platos preparados de legumbres, pasta o arroz hechos en el día, solución idónea para los que no tienen tiempo y quieren comer casero. Indispensables: mongetes del ganxet y garbanzos con gambas.
9) Aroma Ibèric
Por desgracia, muchos puestos de cansaladeria del mercado son guiri-oriented, es decir, están centrados en hacer caja con los extranjeros vendiéndoles jamón y lomo envasado al vacío a precios de aeropuerto. Aroma Ibèric (183-185) es una excepción en la exquisitez no significa atraco a mano armada. En su mostrador lucen espléndidos embutidos, jamones y fiambres de toda la península, carne fresca de cerdo ibérico, quesos españoles y europeos elegidos con acierto, y sorpresas como un lomo ahumado polaco espectacular. Imprescindibles: fuets y salchichas frescas.
10) Paramí
Los puestos de frutos secos de la Boquería son miel para los turistas por su vistosidad. Pero los compradores serios van a Paramí, una tienda pegada al mercado en la calle Jerusalem, 30. Esta empresa, que acaba de cumplir 100 años, es la única que tuesta y fríe dentro de la ciudad de Barcelona. Su producto no tiene pega, y aunque debes comprar en cantidades relativamente grandes (bolsas de un kilo o de medio), acaba resultando más barato y fiable que las paradas que venden a granel. Imprescindibles: tomates secos y almendras marconas.
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