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Las ferias vinícolas recuperan el pulso

Tras dos años de parón, citas importantes como la de Ciudad Real reanudan su celebración para impulsar el negocio

Imagen de la edición de 2019 de Fenavin, en Ciudad Real.
Imagen de la edición de 2019 de Fenavin, en Ciudad Real.José Ramón Márquez

De entre todos los eventos que organiza el sector del vino, las ferias ocupan un lugar destacado. Estas citas suponen un lugar de encuentro entre productores, distribuidores y compradores en las que afianzar y crear nuevos acuerdos comerciales. Superada la fase más aguda de la pandemia, algunas de las ferias españolas más importantes retoman sus celebraciones con hambre de negocio y con la vista puesta principalmente en los mercados internacionales. Las exportaciones son la principal salida a una extraordinaria producción —España continúa siendo el tercer productor mundial— que no puede ser consumida por el mercado interno.

Tras el parón de dos años provocado por la pandemia, el sector del vino recupera el ritmo de la celebración de eventos anuales con la máxima expectación. Así lo explica José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino (FEV). “La interacción física es fundamental para dar a conocer los productos vinícolas. No es suficiente con realizar acciones de promoción, sino que los clientes tienen que probar el vino mientras los productores les explican las características de su producto. Esto solo se consigue con la celebración de encuentros presenciales”, apunta Benítez.

Las ferias son fundamentales para que el sector retome la senda de la normalidad. “Han sido dos años atípicos para la producción y comercialización del vino, y había muchas ganas de volver a potenciar este canal de promoción del sector”, añade el dirigente de FEV, que celebra el “éxito” que supuso la feria Barcelona Wine Week el pasado mes de abril. Esta edición contó con la presencia de 650 bodegas de todo el territorio español, presentando hasta 800 referencias, y una cifra récord de visitas que ha rondado los 18.000 profesionales.

La creación de negocio es el aspecto más importante en la celebración de este tipo de eventos. “Las ferias tienen un elevado coste debido a los desplazamientos y las pernoctaciones que implican la presencia física de los clientes, a lo que hay que sumar otros gastos de representación y servicios”, explica Benítez. “De modo que las empresas expositoras necesitan un retorno económico que se consigue con la creación de contactos con potenciales compradores para así afianzar la proyección de su negocio”, añade.

Reencuentro esperado

La próxima gran cita en España es la Feria Nacional del Vino (Fenavin), que se celebra en Ciudad Real del 10 al 12 de mayo. Más de 1.900 bodegas españolas distribuidas en ocho pabellones del recinto ferial ciudadrealeño esperan la llegada masiva de alrededor de 20.000 compradores, de los cuales una cuarta parte serán internacionales. El director de Fenavin, Manuel Juliá, destaca la estrategia comercial de la feria que, semanas antes de su arranque, ha desplegado para incrementar las oportunidades de negocio de los productores. Una treintena de delegados de Fenavin trabajan las relaciones comerciales en más de 100 países, “haciendo crecer la demanda del vino español de compradores internacionales que asisten a la feria”.

“En España no se puede consumir todo el vino que se produce y la exportación tiene un valor fundamental”, aclara José Luis Benítez. Más del 70% de las bodegas españolas son exportadoras, convirtiendo al país en el tercer mayor exportador del mundo en valor monetario. Según las cifras de FEV, la comercialización exterior alcanzó los 2.600 millones de euros en 2020.

Ferias como Barcelona Wine Week o Fenavin consiguen afianzar la tendencia de las ventas de vino español en los mercados internacionales. Como explica Juliá, la digitalización juega un papel fundamental para lograr estos objetivos. En el caso de Fenavin, “las herramientas digitales forman parte del ADN de la feria desde sus inicios”, hace ya dos décadas. “Cada edición trabajamos para perfeccionar una plataforma que mejore la búsqueda de referencias, productores y compradores”, añade Juliá.

Así, esta feria nacional del vino ofrece interesantes herramientas digitales como el programa “Contacte con…”, en el que productores y potenciales clientes pueden planificar reuniones durante la feria. “Se trata de una forma de agilizar el contacto entre las bodegas que ofrecen sus productos en la feria y los compradores, tanto nacionales como internacionales. De esta forma, se aumentan las oportunidades de cerrar acuerdos comerciales en apenas tres días de evento”, apunta el director de Fenavin.

La popularización del vino español, tanto dentro como fuera de sus fronteras, cuenta también con otros canales de promoción. En este sentido, el enoturismo juega un papel fundamental. Así lo entiende Ana Castro, gerente de la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin). “Dar a conocer la cultura vitivinícola de España supone también un impulso para el crecimiento comercial del sector”, apunta.

Acevin asiste como representante de enoturismo a ferias de gran relevancia e interés turístico, como la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) o FINE #WineTourismExpo, celebrada en Valladolid. Como explica Cano, “dados los grandes resultados de este tipo de eventos”, Acevin participará el próximo mes de septiembre en la Conferencia Mundial de Enoturismo, organizada por la Organización Mundial del Turismo en Piamonte (Italia) y que el año que viene acogerá La Rioja.

Galardones para impulsar la cultura de beber

Los profesionales del sector celebran cualquier esfuerzo “dirigido a promocionar el vino español y su calidad”. En este sentido, existen otros tipos de actos más allá de las ferias que permiten impulsar y dinamizar la producción bodeguera. En los próximos meses se conocerá el ganador del Premio Alimentos de España al Mejor Vino 2022, otorgado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Acevin, por su parte, organiza las Rutas del Vino de España y desde hace seis ediciones el Premio Enoturismo vinculado a esta actividad. Como explica su gerente, Ana Cano, “las 34 rutas que actualmente forman Rutas del Vino de España atraen a unos tres millones de visitantes anuales”. “Con este premio tratamos de poner en valor las acciones que se llevan a cabo para la promoción de la cultura vitivinícola de España”, concluye. 

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