Todos quieren un trozo del pastel energético
Fondos especializados entran en España en un entorno de gran liquidez y con las energías renovables como gran objetivo
Los países necesitan inversiones y no pueden asumirlas solo con dinero público. Esta es la clara oportunidad que están aprovechando los fondos de infraestructuras, un tipo de inversión que ha crecido con decisión y mueve cifras apabullantes: en cinco años han surgido 375 nuevos vehículos por todo el mundo, con un valor de 475.000 millones de euros.
“Debido a la liquidez existente en el mercado y al atractivo del sector, los fondos que se están levantando [en proceso de recaudación] están batiendo el récord de tamaño”, señala Juan Carlos Raposo, director gerente sénior y responsable del área de Capital Advisors en Iberia de FTI Consulting. A modo de ejemplo, cita que recientemente se han abierto vehículos con recaudaciones cercanas a los 19.000 millones de euros como el Global Infrastructure Partners IV o el Brookfield Infrastructure Fund IV. “No sería de extrañar que en los próximos años veamos cómo estos fondos se convierten en accionistas relevantes de grandes compañías de infraestructuras”, advierte.
Las entidades con megafondos globales están cada vez más activas en España. Es el caso de Macquarie o Brookfield, interesados en la fibra óptica de Red Eléctrica; IFM, autor de la OPA sobre Naturgy, donde está como accionista GIP, otro actor de primer orden.
Pero ahora mismo todas las miradas se centran en EQT, en proceso de captación, con el EQT Infrastructure V, fondo que ha aumentado su objetivo de recaudación de los 12.500 millones de euros iniciales a los 15.000 millones. En la última década han adquirido en nuestro país Parkia, Islalink y Parques Reunidos, y se encuentran pendientes del regulador para hacerse con Solarpack. De hecho, “España, donde estamos activos desde 2011, constituye un mercado prioritario para la estrategia de infraestructuras de EQT. Continuaremos buscando oportunidades de inversión en empresas de calidad con un tamaño entre 500 y 1.000 millones de euros que presten un servicio básico a la sociedad, en las que tengamos una participación mayoritaria y exista potencial para crear valor a largo plazo”, indica su responsable en España, Asís Echániz. España también interesa a los fondos de pensiones que mueven grandes volúmenes, como los canadienses CPPIB, en proyectos fotovoltaicos regionales, o OTPP, que participa en la financiación de Capital Energy.
Precisamente, las energías renovables parecen ser uno de los sectores que más atracción produce. Lo confirman desde Allianz GI, gestora actualmente interesada específicamente en transición energética y que sigue con interés todo lo relacionado con el hidrógeno, “ya que España, junto con algunos otros países europeos, podría estar bien posicionada para producir, usar y exportar hidrógeno verde con costes competitivos”.
Los atractivos del dinero europeo
Jim Lydotes, gestor del BNY Mellon Infrastructure Income Fund, por su parte, espera “que los fondos del Pacto Verde Europeo, una iniciativa histórica orientada a facilitar la sostenibilidad y la neutralidad climática, empiecen a llegar a los mercados de infraestructuras. La inversión en renovables y en reforzar las redes de suministro siguen siendo temáticas atractivas de largo plazo”.
Empieza a haber algunas categorías de activos en las que hay cierta competencia entre los inversores de infraestructuras tradicionales y otros de diferentes características. Por ejemplo, “en centros de datos o en residencias, ya sean de ancianos, de estudiantes o de pacientes con necesidades concretas que atender”, asegura Jorge Vázquez, socio director de la oficina de Madrid del despacho Ashurs, especializado en derecho mercantil, que ha observado también mucho interés de inversores puramente inmobiliarios y, “en otras ocasiones, de entidades de capital privado compitiendo también con los inversores más tradicionales de infraestructuras para determinadas oportunidades”. Hay muchísimo dinero disponible para invertir, “con lo que no es fácil que haya ocasiones buenas para todos”, añade.
Diversos expertos consultados creen que los fondos de recuperación europeos que se dediquen al desarrollo de nuevas infraestructuras y que estén abiertos al capital privado pueden atraer el interés de estos fondos. Francisco Heras, director de Financial Advisory de Deloitte, es de esa opinión, pero siempre y cuando esas partidas se destinen a proyectos de esquema concesional. No obstante, en este punto “resulta importante señalar que la actual Ley de Desindexación de la Economía impone un límite a la rentabilidad de las concesiones públicas equivalente al rendimiento del bono español a diez años más un diferencial de 200 puntos básicos (2,424% actualmente) lo que, de facto, resulta una barrera muy difícil de superar a la hora de atraer la inversión de fondos de infraestructuras”.
Esta también es una traba que menciona Juan José Claveria, socio director adjunto de la firma de capital riesgo GED Infrastructure, quién resalta la cada vez mayor “competencia en los proyectos que salen al mercado, sobre todo en los de gran tamaño”.
En este sentido, Morgane Delledonne, directora de análisis de Global X ETFs, gestora especializada en fondos cotizados temáticos, recuerda que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) estima que las infraestructuras de energía, transporte, agua y saneamiento y telecomunicaciones requieren alrededor del 5% del PIB de la UE, “mientras que el gasto público en esas áreas representó alrededor del 2,5% del PIB en 2019. En particular, el gasto de España es uno de los más bajos de Europa, con un 2,1% del PIB”. Dado esa situación, hay todavía mucho negocio por explotar.
Operadores nacionales
También hay gestoras españolas que se encuentran en el proceso de recaudar fondos. Es el caso de la mencionada GED Infraestructuras o Altamar Cam Partners, firma especializada en capital privado que gestiona ya 970 millones de euros en tres vehículos de infraestructura y “conscientes de la importancia del sector y las peticiones de nuestros clientes estamos trabajando en el lanzamiento de un nuevo fondo”.
También KC Impact, entidad independiente centrada en la promoción y desarrollo de infraestructuras sostenibles, y muy activos en “licitaciones y adquisiciones de proyectos de movilidad, medioambiente y de infraestructura social/digital a nivel estatal o regional”, apunta su socio director, Joaquín Camacho.
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