A la caza de superhéroes de la sostenibilidad
La avalancha regulatoria para transformar el modelo económico y frenar el calentamiento global impulsa la formación medioambiental, social y de gobierno corporativo
El Acuerdo de París ha supuesto un antes y un después en el desarrollo económico mundial. La imperiosa necesidad de luchar contra el cambio climático ha obligado a gobiernos, empresas y sociedad a replantear y transformar su modelo productivo, muy dependiente de los combustibles fósiles. Esto implica no solo la instauración de energías renovables, sino también nuevas formas de hacer negocios, de consumo, que a la vez exigen otras necesidades de formación.
“La Cumbre de Clima de 2015 [COP21] marca la tendencia de lo que está pasando. El hecho de que se estableciera limitar el aumento de la temperatura media global del planeta en 1,5 grados es lo que ha generado el estrés de los últimos años. Hemos vivido un tsunami normativo, que lo califico casi de naufragio”, admite Jesús Mardomingo, abogado de Dentons en España, curtido en esta materia. “Todo”, prosigue, “en medio de crisis económicas, escándalos financieros, pérdidas de reputación e incorporación de productos financieros muy sofisticados, unido a una intensa irrupción de la tecnología”.
El cumplimiento de la Agenda 2030 de la ONU, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobada también hace nueve años, señaliza ese camino. Desde entonces, la sostenibilidad es un mantra: la piedra angular de una metamorfosis compleja e inédita. “Tanto las empresas como los individuos se encuentran con una barrera crítica para alcanzar sus metas. Más de 150 millones de profesionales tendrán que actualizar sus conocimientos antes de 2030″, advierte Pablo Sánchez, fundador de Skills4Impact.
Cultura y liderazgo ético
El reto es crear una cultura en las empresas que cale hasta la médula, esté en el centro de las estrategias y en todas las áreas de actividad de forma transversal; no como un mero postureo. “El 84% de los empleados opina que su organización carece de esta cultura y casi la mitad de los trabajadores más jóvenes presionan para que las compañías sean más ambiciosas, según un estudio de Gartner,” apunta Sánchez. Esta academia acaba de lanzar un programa online y presencial de ocho semanas, el Building Leadership for Sustainable (2.975 euros). Además, ofrece bootcamps (campamentos de entrenamiento) de uno o dos días en directivas europeas, descarbonización, acción climática o análisis de riesgo en la cadena de suministro.
“Se trata de forjar un liderazgo ético que piense más en el medio y largo plazo”, cree Carlos Cascante, vicedecano de EAE Business School. “Para que sea completa, debe abarcar acciones relacionadas con la salud ambiental, con nuestra sociedad y con una buena gobernanza”, sostiene. El Máster en Sostenibilidad y Responsabilidad Corporativa (10 meses,14.500 euros) y el Global Executive Master en Sostenibilidad y ESG (12 meses, 13.900) son las ofertas de esta escuela en Madrid, y el Global Master en Sostenibilidad y RSC, en Barcelona (14 meses, 12.900).
La hiperregulación, sobre todo en Europa, acelera su implantación y la búsqueda de cursos y asesoría. “Hay quien requiere conocer las valoraciones de rating, los criterios de inversión o cómo adaptarse al nuevo reporte de información no financiera, y hay otras personas que van a hacerse cargo del área y necesitan una visión general”, detalla Nieves Álvarez, directora sénior de Comunicación Corporativa y ESG —factores sociales, ambientales y de gobierno corporativo— en LLYC. Esta compañía tiene un programa ejecutivo de una semana para directivos (1.500-2.000 euros).
“En España, más del 80% de las empresas emprende estrategias a partir de los ODS. A escala internacional, Microsoft, Pepsico y Unilever la han incorporado a su ADN, y han surgido otras a raíz de esa necesidad, como Ecoalf”, señala Alba Barbarà, vicedecana de OBS Business School. “Está en auge en el mundo empresarial y se vuelve cada vez más relevante”, añade. La materia se aborda en su Máster en Sostenibilidad y Gestión Ambiental y en el de RSC y Liderazgo Sostenible. Ambos con una duración de 12 meses y un coste de 7.500 euros cada uno.
Más allá del cumplimiento de la normativa, los expertos afirman que es una oportunidad para aumentar la competitividad y crear empleo. Lo constatan en la Escuela de Organización Industrial (EOI). “Hace 40 años que lo identificamos. Comenzamos especializando en 1976 en Ingeniería Ambiental y hemos ido incorporando especializaciones en renovables, RSC (ahora ESG), y dando respuesta a la demanda de la industria en hidrógeno renovable, eólica marina y almacenamiento energético”, comenta su director general, José Bayón. El Máster en Energías Renovables y Mercado Energético es un referente, apostilla. O el Executive en Sostenibilidad ESG. Ambos virtuales, de un año de duración y por 12.000 euros cada uno.
¿Quién debe formarse? Todos los profesionales de una organización, responde Marta Olavarría, directora académica de Programas Formativos en Finanzas Sostenibles del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB). “Desde la alta dirección, incluido el consejo de administración, hasta las más funcionales y de soporte para integrarla de manera efectiva en todas las funciones y procesos”, recalca.
Clave en los MBA
Por eso, en el IESE Business School es una materia que se toca en todos sus programas de dirección (MBA), aclara Fabrizio Ferraro, director del Instituto de Liderazgo Sostenible de esta entidad. “En clases de contabilidad, tienes que hablar del cálculo de la huella de carbono; en finanzas, entrar en financiación climática…”. Y alerta sobre una de las problemáticas: “Hay bastantes directivos que no entienden el negocio. Pero lo que no puede ser es que el responsable esté en el departamento de Comunicación. Va a ser una posición muy central en las compañías que se lo tomen en serio y debe reportar al CEO y estar en el comité ejecutivo”. Aun así, el IESE cuenta con uno online de una semana en Sustainability & ESG (5.000 euros) para directivos. También confecciona programas a medida para los consejeros.
Olavarría, del IEB, explica que el ámbito de aplicación es vasto: “Puede especializarse en temas sociales, medioambientales o de gobernanza, o adquirir conocimientos más transversales. Aunque las empresas cada vez demandan más expertos en áreas concretas, como Gestión de Riesgos Climáticos”. El Curso Superior de Finanzas Sostenibles (45 horas, 1.500 euros), el de Inversión Socialmente Responsable (100 horas, 550) y el Programa de Especialización en Energías Renovables: inversión y financiación (104 horas, 2.400) centran su oferta.
El departamento debe estar conformado por un director y especialistas en las distintas áreas. Liderazgo, capacidad de análisis, de comunicación y colaboración; conocimiento profundo del negocio, visión global de la sostenibilidad y sensibilidad por la problemática del cambio climático; dominio de la normativa, de los criterios utilizados en las inversiones verdes; qué y cómo reportar o hasta el mejor software a usar, y manejo de lo medioambiental (clima, tecnologías de descarbonización, análisis del ciclo de vida) y lo social (derechos humanos, políticas de inclusión, diversidad) son las habilidades que resaltan. Esta última, dicen, de difícil ejecución.
Para el jurista Mardomingo, dada la transición en la que se está inmersa y la exigencia constante de actualización de conocimientos, se trata de que los profesionales, en su caso, los abogados, se conviertan en una especie de supermanes: que no se limiten a lo jurídico, sino que sean también medio economistas e informáticos. Y cuenta una anécdota que le inspiró a lanzar el Curso de Especialización en Derecho de un Mercado Financiero Sostenible del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (105 horas, 3.500 euros), que combina lo jurídico con finanzas, fintech y codificación. “Hace ya cinco años, un alto directivo de un banco, al que invité a mi despacho, le contó a mi equipo que no fichaban abogados que no supieran programar [por la digitalización puesta en marcha]”, dejándolos perplejos.
Transparencia improrrogable
Las grandes empresas cotizadas lideran en la inclusión de la filosofía ESG, es decir, de los aspectos sociales, ambientales y de gobernanza. Sin embargo, desde este año, la nueva directiva sobre informes de sostenibilidad corporativa (CSRD) obliga a las compañías de más de 500 trabajadores, que coticen o no en Bolsa, a divulgar la información no financiera. En 2025 se extiende a las sociedades con más de 250 trabajadores o un volumen de negocios de 50 millones de euros. Y en 2026, a las pymes cotizadas.
Ningún sector se escapa: energéticas, alimentación, automoción, textil, construcción, tecnología, gran consumo… Es ya de obligado cumplimiento, por regulación, supervivencia del planeta y rentabilidad.
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