En defensa del bocachancla
Lo que antes se manejaba en privado y pocas veces llegaba a oídos del cocinero, se hace hoy público y encuentra eco en el mercado

A nadie le gustan los bocachancla. El modismo, habitual en la España de la última década, proporciona cobertura a personajes en los que coinciden dos circunstancias definitorias: el cerebro en modo ahorro de energía y una lengua suficientemente suelta para pregonar lo primero que le pasa por la cabeza. El término no figura entre los autorizados por la Real Academia de la Lengua, como tampoco aparece cuñao, que ajusta la condición de bocachancla al marco de la reunión familiar. Hay mucho bocachancla en el universo gastronómico y no suele caer en gracia, aunque el motivo cambia según el lugar qu...
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