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Decir adiós dos veces: los daños colaterales de una ruptura sentimental y cómo afecta esta al círculo de amigos y familia

Tras el final de una relación amorosa, perder el contacto con quienes tuvimos un vínculo afectivo puede suponer un dolor y un vacío social añadidos

Ruptura sentimental amigos
Jorge Marzo Arauzo

A sus 29 años, Marta echa la vista atrás y rememora los ocho en los que estuvo saliendo con su expareja. Abandonar la rutina diaria de mantener un contacto con otra persona con la que hemos compartido una fuerte conexión siempre es difícil. Pero, en algunos casos, esa separación arrastra consigo ciertos daños colaterales que pueden hacer más intenso el sentimiento negativo: esas nuevas personas que conocimos a través de nuestra pareja y que, al cortar, desaparecen. Ya sean amigos, familiares o incluso mascotas.

Y Marta conoce esa experiencia al dedillo: “Por la parte familiar, mi relación era excelente. Su círculo se limitaba a sus padres, pero eran unas personas a las que quería muchísimo. Para mí, se llegaron a convertir en familia. Y con su entorno de amigos, que era más amplio, había de todo. Con algunos de ellos sentía una verdadera amistad, con otros nunca se traspasó la barrera de ‘son amigos de mi pareja”.

Cuando borramos a una persona de nuestra vida, o al menos la relación que nos ataba a ella, a menudo esto perjudica a terceros. Si estos solo son ‘amigos de’ el daño es menor, pero cuando son calificados como ‘mis amigos’, todo cambia: “Cuando tienes una pareja y conoces a su grupo, te genera también un vínculo emocional y afectivo con esas personas, con independencia de la figura o lugar que ocupe tu pareja. Es una pérdida añadida porque hay cariño y un vínculo afectivo. También es un duelo sentimental. Son relaciones o lazos que se crean”, explica María Álvarez, psicóloga sanitaria.

La experta trabaja mucho con situaciones así: en casos de duelo sentimental, se encuentran con el dolor añadido de la pérdida de esas amistades o familia política, e incluso se les plantea el dilema de si continuar con esas amistades, o, por el contrario, dejarlas ir. “Puede ser que, al inicio, el nexo de unión haya sido a través de la pareja, pero luego se puede generar un vínculo independiente. Siempre digo que lo importante no es tanto si se mantiene la relación con los amigos de la pareja o no, sino saber el motor que lleva a la persona a mantener ese vínculo. Si está relacionado de manera muy directa con la pareja y es un indicador de que mantener contactos con los amigos va a prolongar el duelo, soy partidaria de romper esos lazos. Pero si el interés es real, es un vínculo independiente, se marcan unos límites claros de que los amigos sean neutrales y no sea para saber de la otra persona, tampoco estoy en contra”, desarrolla Álvarez.

La revista científica Frontiers in Psychiatry publicó este 2025 un estudio titulado Impacto emocional, cognitivo y social de las rupturas en jóvenes adultos, en el que daban un dato clave: un 63% de los encuestados afirmaba que la ruptura había impactado en sus amistades, de los que un 5% consideraba esto muy significativo. Marta se incluye dentro de este último porcentaje, porque no solo le afectó a relaciones con personas sin lazos de sangre con su expareja: “Con sus padres sentí la ruptura desde el momento en que me dejó. Como era una familia muy aislada, su hijo estaba enaltecido, y siempre supe que era un complemento. Me remueve mucho no saber nada de ellos. Respecto a los amigos, intenté mantener el contacto sin él con algunos, pero fueron encuentros muy extraños. Se comportaban como si estuviesen ‘traicionándole’, y notaba que estaban tensos. Me dolió muchísimo. Son mucho amor y tiempo dedicado a personas que de pronto no están y dejas de importarles. Pero la ruptura más grande que llevo dentro es la de mi gata, a la que adoptamos y vi crecer. No he vuelto a verla y pienso en ella a menudo, y lloro de la impotencia por no poder volver a verla nunca”.

Ruptura amigos

Cuando una pareja se rompe, es común que las terceras personas vinculadas con ambos miembros de la pareja se sometan a un dilema sobre cómo mantener una amistad con los dos. Puede suceder que tomen partido por uno de ellos, o que traten de seguir la relación con ambos. “Muchas veces nos encontramos con que los bandos se crean por la ruptura. Si, por ejemplo, uno de los miembros ha sido infiel y su comportamiento, desde un punto de vista externo, no ha sido muy ético, es mucho más probable que las personas se coloquen del bando que ven más débil o vulnerable. Si la ruptura es sana, donde puede haber un desgaste y ninguna situación excesivamente dolorosa, lo normal es que nadie tome partido por uno de los dos lados, sino tratar de estar con los dos”, desarrolla la psicóloga.

El sentimiento de traición sobrevuela ocasionalmente las cabezas de quienes buscan mantener una relación con la persona con la que tu amigo o familiar ya no mantiene una relación de amistad. “En las rupturas con dolor, es más común que la persona más traicionada tenga una vista más radical, sobre todo al inicio. Puede haber una postura de oposición a que su círculo hable con la otra persona. Es un poco una manera de castigar, te sientes dolido y buscas como castigo el aislar a esa persona y que no pueda disfrutar de las amistades que le has presentado. Pero cuando la herida cicatriza y la persona ya se ha recuperado, no se suele oponer a que mantengan el vínculo”, afirma Álvarez.

“Intenté mantener el contacto con los padres alguna vez, pero contestaban sin seguir mucho la conversación. Y con los amigos que creía más cercanos, era una situación tensa. A día de hoy solo me llevo con uno, que justamente era con el que peor me llevaba. Un día quedamos para hablar de cómo nos habíamos relacionado durante los años que estuve saliendo con mi ex, y nos pedimos perdón mutuamente por lo mal que nos habíamos tratado. Desde entonces hemos generado una bonita amistad y es el único de todo su círculo que ha estado acompañándome en el duelo”, comenta Marta.

Amistad ruptura

Este último caso es el final feliz de mantener una relación de amistad surgida a raíz de conocerse por una relación sentimental. “Una estrategia para cortar con los amigos o la familia de la expareja es el hecho de poder tener una despedida donde poder explicarse y agradecer el apoyo y cariño recibidos. De alguna forma, en ese momento se marcan los límites o la decisión de no continuar con la relación por la ruptura de la pareja. Si tienes una relación estrecha con el mejor amigo de tu expareja y, al romperse la relación sentimental, esa persona desaparece de golpe, genera un impacto más negativo que si tienes la oportunidad de encontrarte un momento, aunque sepas que es para despedirse”, aconseja la experta.

Por otro lado, también pone el foco en el crecimiento personal y la aceptación de la nueva realidad de estar soltero, así como la necesidad de tener un vínculo afectivo propio: “No por el hecho de tener pareja hemos de abandonar nuestros círculos o grupos de pertenencia. Es importante durante la recuperación que la persona, dentro de la pérdida, pueda seguir tirando del apoyo social. Es decir, que se mantenga ese tipo de vínculo y pueda continuar con ese apoyo y disfrutar de lo que le puedan proporcionar sus amigos previos a la relación”.

Marta volvería a vivir la misma relación de cercanía con los amigos y familiares de una pareja en el futuro: “Repetiría todos y cada uno de los momentos en los que he amado y disfrutado con personas que ya no están en mi vida, por mucho que luego pueda doler perderlas. No creo que reprimir las ganas de disfrutar del entorno de una futura pareja pueda ser positivo de ninguna manera.” Además, da consejos si alguien vive una situación parecida a la de ella: “Que no pierda la oportunidad de mantener los lazos que considere importantes. Las personas no son posesiones y no debería existir un límite entre ‘estos son los amigos de mi expareja y estos los míos’. Pueden surgir amistades preciosas entre medias y mantenerse en el tiempo. Pero si no, es un doble dolor, durísimo, pero inevitable. No podemos no relacionarnos con el entorno de nuestras parejas y es raro que al romperse las relaciones, no se rompan muchos otros vínculos. Para mí, ambas cosas van de la mano siempre”.

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Sobre la firma

Jorge Marzo Arauzo
Es colaborador de la sección Estilo de Vida desde 2025. Antes fue redactor de Deportes en 2024 y de Narrativas Visuales en 2022/23, donde aprendió sobre el mundo de la infografía y el periodismo de datos. Graduado por periodismo en la universidad de Valladolid y máster de periodismo UAM - EL PAÍS con la promoción 2021-2023.
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