“La bañera de los dioses”: la piscina de cuatro millones de litros de agua y cine de verano en barca en el interior de Jaén
Amurjo, en Orcera, en la jiennense Sierra de Segura, cautiva por su entorno mágico y sorprende por sus enormes dimensiones: 85 metros de largo que tardan tres días en llenarse
“Desde el espacio se ve la Muralla china, el Himalaya y también la piscina de Orcera”, dice la letra del tema que la cantante Zahara dedicó a la gran alberca de Amurjo, en Orcera (Jaén), un enorme remanso en el que caben cuatro millones de litros de agua, rodeado de pinos e incrustado en un paraje natural idílico. Zahara Gordillo compuso la canción con la complicidad del humorista David Broncano. Los dos coincidieron de pequeños en el colegio de Orcera —las madres de ambos eran profesoras allí― y, años después, juntaron de nuevo sus caminos para ensalzar a los cuatro vientos las bondades de la que ya es la piscina más famosa de España y, a falta de verificación científica, puede que también la más grande. Además, es pionera en contar con un cine de verano donde los espectadores disfrutan de la película recostados en barcas sobre este inmenso mar interior.
“A todo el mundo que viene lo reto a hacerse un largo, es una pasada”, comenta, orgulloso, José Luis Endrino, un joven orcereño que acude casi a diario a bañarse a esta gran charca cuyas medidas oficiales son 85 metros de largo por 30 de ancho. Los operarios tardan casi tres días en llenarla y se necesitan 500 kilos de pintura para adecentar su vaso al inicio de cada temporada. Su aforo es de 1.200 personas (poco menos de los 1.700 habitantes con los que cuenta este pequeño municipio de la Sierra de Segura jiennense), una cifra que ha permitido que ni siquiera se hayan tenido que aplicar restricciones en los dos primeros veranos de la pandemia.
Pero este lugar mágico no siempre ha estado así. Hasta 1987 era una zona donde se embalsaba el agua procedente del río Amurjo. Posteriormente, se firmó un convenio con el Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA) para desviar el curso del río y convertir esta zona continental de baño en un “bendito piscinón”, como se entona en la canción de Zahara, que prepara su nuevo trabajo discográfico tras el éxito alcanzado con Puta.
Un estanque descomunal que se nutre de dos sondeos municipales, con su depuradora y que requiere de hasta 25 kilos de cloro cada seis días para garantizar la calidad de sus aguas. “Realizamos tres analíticas al día y utilizamos dosificadores para regular el PH, pero el estado del agua es inmejorable gracias a que llega de un surgente natural”, afirma a EL PAÍS en plena tarea Felipe de la Fuente, responsable de mantenimiento.
De alguna manera, este océano interior que representa la piscina de Amurjo sirve de metáfora de la grandeza que antaño tuvo este paraje, convertido en gran reserva de la Marina española. En Orcera se firmaron en 1580 las Ordenanzas del Común de Segura, marco de referencia legal durante casi 200 años hasta que, en 1748, Fernando VI declaró la llamada Provincia Marítima de Segura (que incluía territorios de Jaén, Albacete, Murcia y Ciudad Real) para la gestión de los recursos forestales que se destinaron principalmente a la construcción naval. “Amurjo es algo muy especial debido a la vinculación con este espacio cada verano. Hablamos de Amurjo con orgullo como uno de los elementos que nos identifican”, sostiene Sergio Rodríguez, historiador y cronista oficial de Orcera.
Campus deportivo, cursos de socorrismo, música sinfónica... y fuente de empleo
“Una piscina así, en medio de un paraje natural tan bello, es un auténtico lujo”, remarca Clara Herreros, que acude a diario con sus dos hijos a este “lugar privilegiado”. Esta usuaria destaca la accesibilidad y adaptabilidad de Amurjo y la amplia oferta lúdicocultural que se genera a su alrededor. Desde la Escuela de Verano al Campus Multideporte, pasando por los cursos de socorrismo acuático, todo tiene su epicentro en este paraje natural, que desde este verano es también punto de partida de un tren turístico. “Está claro que es el buque insignia del turismo de toda la comarca, pero al mismo tiempo se convierte en un importante yacimiento de empleo local”, señala Sonia Romero, la concejala responsable de la gestión de Amurjo. Además de la docena de empleos directos creados, el Ayuntamiento tiene abierta una bolsa de trabajo para jóvenes que buscan su primer empleo donde oferta contratos de 15 días de duración para las tareas de mantenimiento de esta gran poza que, como canta Zahara, más bien parece “la bañera de los dioses”.
Y el que es, sin duda, uno de los atractivos principales de este gran complejo acuático es su peculiar cine de verano. El escenario se monta dentro del agua y los espectadores pueden ver las películas desde los escalones de la piscina o bien alquilando una barca para verlas desde el agua. Las películas suelen estar relacionadas con el mundo acuático y durante la proyección se juega con la iluminación de la piscina, que cambia de color ofreciendo unos efectos espectaculares.
Una oferta, la del cine de verano, que forma parte del programa Aquasion, que también acoge cada verano un festival de música —la primera semana de agosto tuvo lugar un ciclo de música sinfónica―, monólogos y otras disciplinas culturales. “Para mí la piscina de Amurjo es una fuente de inspiración que llevo muy dentro porque es donde aprendí a nadar y tuve mi primera relación con el agua, y posteriormente, se ha ido convirtiendo en un espacio para la creación artística y una vía laboral”, indica el músico y gestor cultural Daniel Broncano, que ha llevado hasta este lugar varios conciertos y actividades lúdicas del festival Música en Segura, que organiza desde 2014. El verano pasado, sin ir más lejos, un cuarteto de cuerda representó El hundimiento del Titanic, donde los músicos acabaron sucumbiendo al embrujo de Amurjo.
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