La Comunidad de Madrid confirma la muerte de 450 cigüeñas en tres días

Una semana después de la aparición de cientos de cigüeñas muertas en el agua del Manzanares, sigue sin haber una explicación clara sobre los motivos de la presencia masiva de cadáveres en las inmediaciones de Perales del Río. El argumento de que se trata un virus leve no concuerda con la gran cantidad de animales encontrados.

En los últimos días, guardias forestales han estado llevando decenas de bolsas negras de las que asomaban patas y picos con los animales dentro a la incineradora para tratar de erradicar un foco de gripe aviar denunciado antes por los bomberos que por las autoridades de la Comunidad de Madrid.

Precisamente por ello, el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, envió ayer miércoles un mensaje de “tranquilidad” y dijo estar coordinado con el Ministerio, los Ayuntamientos y los profesionales para intentar que la gripe aviar no afecte “a exportaciones de aves comerciales”.

El portavoz del Gobierno madrileño, Miguel Ángel García Martín, confirmó que son “más de 450” las aves muertas y que aparecieron entre el jueves y el sábado de la semana pasada en el Manzanares, a la altura de Perales del Río y La Marañosa, donde la Policía Local dio la voz de alarma al ver la cantidad de aves flotando.

Desde la Comunidad de Madrid insisten en que “los cadáveres fueron incinerados mientras esperan los resultados del laboratorio oficial del Ministerio” de Agricultura, Pesca y Alimentación, dijo el portavoz. Unos resultados que se conocerán probablemente este jueves.

Desde la Consejería explicaron a este periódico que “las primeras analíticas que se realizaron hace unos días confirmaron el resultado positivo en influencia aviar de baja patogenicidad, que no conlleva la necesidad de notificar el foco”. Sin embargo, ante la aparición de “un grupo numeroso de ejemplares fallecidos”, se ha solicitado un nuevo diagnóstico en el Laboratorio Central y “se está a la espera de resultados”, aunque el Ejecutivo autonómico, reitera, ya está aplicando las medidas para focos de influenza aviar de alta patogenicidad.

Siguiendo los protocolos del Ministerio, las medidas adoptadas incluyen la prohibición de la cría de patos y gansos junto con otras especies de aves de corral, la cría de aves de corral al aire libre, la limitación de visitas a instalaciones de crías o el control del suministro de agua para asegurar que no ha sido contaminado.

Sin embargo, entre el personal que trabajaron en el río sacando animales hay una gran indignación por la falta de información y de una aplicación rigurosa de los protocolos, tanto en lo que se refiere a bomberos y agentes forestales a los que no se está dando seguimiento como en el manejo de los animales muertos.

En paralelo al desastre medioambiental, la aparición de las cigüeñas ha alimentado el enfrentamiento institucional habitual entre la Comunidad de Madrid y la Delegación de Gobierno. Para Novillo la responsabilidad del tema de las cigüeñas ”es del Ministerio de Agricultura” y criticó al delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, que dijo que la institución que encabeza no ha tenido hasta el momento “noticia alguna”. “Yo creo que este delegado se tiene que ocupar de la seguridad en nuestro territorio y hay suficiente tarea para que esté pendiente de los problemas que nos afectan desde el punto de vista de la seguridad”, le contestó Novillo.

Según los medioambientalistas consultados, el manejo no ha sido el adecuado y recuerdan que es obligatorio declarar si hay un brote para evitar problemas y expandir un virus que se transmite por al tocar las mucosas. En Madrid solo se comunica si es un brote grave.

Insisten también en que los animales se metieron en bolsas de plástico que se rompían con los picos y las patas y se transportaron en un camión sin condiciones de bioseguridad por personal que no llevaba mascarillas.

Algunos de los animales encontrados estaban en estado de descomposición y otros habían sido mordidos por animales de la zona. Los ejemplares anillados señalan que las cigüeñas podrían haber llegado desde el Norte de Europa.

Esta temporada ya se han identificado más de 200 focos de gripe aviar en criaderos de aves de corral en Europa, lo que supone un nivel más alto que en años anteriores, aunque todavía lejos de los miles de puntos afectados durante el pico de 2022, cuando tuvieron que sacrificarse decenas de millones de aves de corral.

Hace un mes, la Comunidad de Madrid comunicó el caso más grave de gripe aviar en una explotación ganadera de Valdemoro, que obligó a sacrificar a más de 400.000 gallinas, aunque también se detectaron casos de influenza aviar altamente patógena en aves silvestres en un parque de Alcobendas, y otros dos focos en Móstoles y Alcorcón.