Un brote no declarado de gripe aviar deja cientos de cigüeñas muertas en el Manzanares

Cientos de cigüeñas muertas han aparecido entre el jueves y el sábado en el río Manzanares, a la altura de Perales del Río y La Marañosa, en el término municipal de Getafe. Ambos márgenes del río presentaban un aspecto desolador desde que el miércoles la policía local dio la voz de alarma al ver la avalancha de cadáveres que flotaban en el agua.

“Lo que vimos era dantesco”, resume uno de los bomberos que estos días ha estado metido en el agua sacando cigüeñas, pero que prefiere no decir su nombre. “Yo saqué unas 250 cigüeñas muertas. El turno anterior entre 50 y 100 y al día siguiente se sacaron otras cien”, explica. “Era una imagen espantosa. La mayoría de cigüeñas había muerto en estos días, pero otras estaban descomponiéndose o habían sido mordidas por otros animales”, añade. Frente a tales imágenes, el gobierno de la Comunidad de Madrid guarda silencio, aunque fuentes de la Consejería confirmaron a este periódico que se trata de un brote de gripe aviar.

La orden que recibieron los bomberos de Arganda, con el apoyo de los de Aranjuez y Alcalá de Henares, era sacar las aves que aparecieran en el agua, dejarlas en los bordes del río y los guardias forestales se encargarían de retirarlas y así sucedió durante el jueves, viernes y sábado.

El temor de los bomberos está en que desconocen el resultado de los análisis realizados. Aunque utilizan los trajes Tyvek oficiales, parecidos a los Epis que utilizan los sanitarios, no se da seguimiento a quienes han estado en contacto con las aves ni hay certezas sobre qué medidas se han puesto en marcha más allá de retirar los animales.

Desde la consejería de Medioambiente de la Comunidad de Madrid señalan que los análisis confirmaron que se trata de “un brote de Influenza aviar de baja patogenicidad, lo que no obliga a informar al ministerio”.

En su página web, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación diferencia los casos de gripe aviar entre alta y baja patogenicidad. Sin embargo, su descripción no coincide con el diagnóstico que hace la Comunidad. Según el Ministerio, un brote de baja patogenicidad “causa enfermedades leves” al animal, para el que “pasa desapercibida, incluso, sin presentar sintomatología”. En cambio, la Influenza aviar de alta patogenicidad “provoca signos clínicos graves y altas tasas de mortalidad”, como es el caso del Manzanares. Las fotografías muestran a decenas de animales amontonados y repartidos a cada lado del río.

La Comunidad de Madrid señala que, ante un brote de gripe aviar, sobre la que no distingue entre alta y baja patogenicidad “el riesgo de contagio en la población general es muy bajo. Solo en casos muy excepcionales se ha observado la transmisión al ser humano de una cepa del virus de la gripe aviar (H5N1), tras el contacto estrecho con animales infectados o entornos contaminados, ya que ha mostrado muy poca eficacia para transmitirse de las aves a las personas”. La explicación, sin embargo, no convence a quienes han estado en contacto con los animales y que han elevado la voz: “Son cientos de cadáveres de cigüeñas las que se han recogido y no se ha informado a la plantilla de forma oficial de los resultados de los análisis, a pesar de ser una intervención altamente sensible al ser de riesgo biológico”, denuncia Israel Naveso, del sindicato de bomberos. Naveso denuncia que el protocolo obliga a dar seguimiento a quienes participan en estas tareas y desconocen que se está haciendo con la montaña de cigüeñas recogidas.

Desde la Comunidad de Madrid contestan que se llevan a una incineradora en Colmenar Viejo, aunque algunos expertos recomiendan utilizar cal viva para estos casos.

Tan ajenos a la dimensión del problema como los bomberos está el Ayuntamiento de Getafe, que fue el primero en dar la voz de alarma y que no ha tenido información oficial alguna sobre el resultado de los análisis efectuados. El viernes la alcaldesa Sara Hernández envió una carta al consejero Carlos Novillo expresando su preocupación, pero hasta el momento no ha habido respuesta. La zona donde han aparecido la mayoría de cigüeñas está junto a un carril bici y es una zona habitual de paseo para caminantes con sus perros.

Tanto desde la Comunidad como desde Getafe creen que la proximidad con la incineradora de Valdemingómez puede estar detrás de un contagio masivo de aves.

La gripe aviar en cigüeñas como animal transmisor es un problema cada vez más frecuente en España que se mueve por la península Ibérica mismo ritmo que las aves. En agosto se detectó un caso de gripe aviar en una cigüeña en Girona. Un mes después, a finales de septiembre, se detectaron varios casos en Doñana y, en noviembre, la aparición de 20 ejemplares muertos en Córdoba activó todas las alertas. Ahora son cientos las aparecidas en pocos días sin que ninguna autoridad haya dicho una palabra. Desde la organización Ecologistas en Acción de Getafe han pedido explicaciones al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid.

La gripe aviar se ha convertido en uno de los fantasmas que sobrevuelan la industria alimentaria española. En los últimos años, se han multiplicado sus brotes y los contagios de influenza aviar A (H5N1) y ha afectado y provocado la muerte de numerosas aves domésticas y silvestres en múltiples zonas, incluida la Antártida.

El mes pasado la Comunidad de Madrid tuvo que sacrificar casi medio millón de gallinas para controlar el mayor foco de gripe aviar y primero en aves de corral registrado en la región este año. Se trató de una explotación de gallinas ponedoras en Valdemoro en la que se gastaron más de 800.000 euros para controlar esta enfermedad altamente contagiosa y mortal para los animales. La empresa Tragsatec fue la encargada de realizar estas labores, ponerle freno a la propagación de la influenza por todo el territorio madrileño y sus alrededores. El encargo incluyó la destrucción, desinfección y enterramiento del casi medio millón de gallinas de esta macrogranja en Valdemoro, dijeron desde la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior.

España se ha convertido en uno de los puntos calientes del continente en la propagación de gripe aviar. Desde el verano hasta noviembre se han detectado alrededor de 14 focos en explotaciones de aves de corral, lo que ha afectado a más de 2,5 millones de animales, entre sacrificados y muertos. Las comunidades más golpeadas incluyen Castilla y León, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid y otras zonas donde convergen rutas migratorias de aves silvestres. La situación está cerca de controlarse, pero sus efectos han provocado grandes pérdidas a los productores y ha disparado el precio del huevo, que ha subido un 22% en el último año y es el alimento que más aumentó de precio en España.