El Ayuntamiento de Madrid pone fecha al cierre de la incineradora de Valdemingómez: como tarde en 2035

Los vecinos del sureste de Madrid y la oposición llevan años reclamando el cierre de la incineradora de basura de la planta de Las Lomas en el complejo de Valdemigómez, que entró en funcionamiento en 1993 y a la que llegan a diario 4.000 toneladas de residuos de Madrid capital y de pueblos como Rivas o Arganda. El viernes, Más Madrid denunció que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, está estudiando alargar su vida hasta 2040 para rentabilizar la inversión de las empresas concesionarias. Pero este martes, el delegado de Urbanismo, Media Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha prometido que se cerrará en 2035, cuando Madrid cumpla con la normativa europea sobre reciclaje y eliminación de residuos y reduzca del 40% al 10% la proporción que acaba en el vertedero. La fecha de 2035 es el límite marcado por la directiva europea, pero si se puede lograr este objetivo antes, la planta se cerrará antes, ha dicho Carabante.

“Alargar la vida de la incineradora va en contra del sentido común y de la Directiva Europea”, denunció el pasado viernes José Luis Nieto, concejal de Más Madrid, que durante el mandato de Manuela Carmena (alcaldesa entre 2015 y 2019 con Ahora Madrid) planeó que la infraestructura dejara de prestar servicio en 2025. Ahora, tras la noticia de que el Ayuntamiento ha puesto fecha final a la incineradora, el portavoz de la oposición critica que “las previsiones de Carabante no tienen ninguna credibilidad” porque “no se basan en nada más que la ocurrencia”. “La improvisación continua es lo que marca la política de residuos de Almeida”, añade Nieto.

Este martes, Carabante ha contestado al portavoz de Más Madrid. Ha asegurado que, según la misma Unión Europea, “la incineración es mejor que los vertederos”, aunque, en realidad, tanto el vertido de residuos como su incineración están desaconsejados por Bruselas. Con todo, el representante del Ayuntamiento mantiene su compromiso de acabar con la incineración que, según Ecologistas en Acción, lleva a concentraciones alarmantes de dioxinas y furanos ―gases perjudiciales para la salud― en el entorno de la planta.

Así, el delegado de Medio Ambiente ha sido claro este martes: la fecha límite es 2035. Y antes, si Madrid consigue reducir sus vertidos del 40% al 10% con antelación. Madrid, ha dicho “está en la línea” de hacerlo. “La pretensión del Ayuntamiento de Madrid es prescindir de la incineración cuando esto sea técnicamente viable”, ha señalado la mano derecha del alcalde, José Luis Martínez-Almeida. “En todo caso, en el 2035, porque estamos seguros de que vamos a alcanzar ese 10% del vertido”, ha añadido. “Pero si es antes de 2035 [cuando se alcance ese dato], lo haremos antes”, ha rematado desde la nueva planta de Los Cantiles, dedicada exclusivamente al tratamiento de materia orgánica.

Es la Unión Europea quien establece ese objetivo de que como máximo el 10% de los desechos vayan al vertedero en 2035, ha recordado Carabante, lo que viene acompañado de la exigencia de que el 65% de los residuos se debe reciclar o reutilizar dentro de una década. Según los últimos datos, que corresponden a 2023, de los residuos domésticos y comerciales recogidos por el Ayuntamiento de Madrid se recicla el 39%, se incinera el 21% y va al vertedero el 40%.

“Si Madrid es capaz de alcanzar ese objetivo antes, se cerrará la planta de incineración, puesto que no será necesario incinerar residuos dado que habrá capacidad suficiente de vertedero”, ha dicho el delegado. “Tenemos que trabajar en varios aspectos, como la mejora de la recogida selectiva”, ha admitido.

Para Más Madrid, el problema de le la gestión de basuras en la capital debería abordarse a distintos niveles. “Hay que plantear una propuesta ambiciosa con enfoque global” señala Nieto. “Debe empezar por reducir los residuos en su origen, mejorar su separación y diversificar su tratamiento”, remata. Asegura que es la única manera de conseguir que se reduzca la cantidad de desechos que llega a vertederos e incineradoras.

La Comisión Europea marcó en 2018 el límite de vertidos para 2035, pero también puso otros objetivos intermedios a los distintos municipios de la Unión. Este año, el límite está en el 40% de vertidos, así que Madrid consigue un aprobado raspado, ya que se ajusta exactamente a esta marca. Tendrá que reducirlos al 20% en 2030 y seguir sumando políticas para reciclar una mayor proporción de desechos para alcanzar el último objetivo de no superar el 10% de vertidos.

Si la gestión de residuos consigue reducirlos a la cuarta parte de los que se desechan ahora, el gobierno municipal tendrá que invertir cerca de cien millones para abrir una nueva etapa en Valdemingómez. La planta actual tiene ya más de 30 años, y tendría entonces que ser modernizada para reducir las emisiones que genera. “Para ello está previsto analizar las nuevas tecnologías de tratamiento de residuos, pero mientras estas no se consoliden y sea necesaria la incineración para cumplir con el objetivo del 10% de vertido, se mantendrá la incineración”, apunta un portavoz del gobierno municipal.