El recorte de horarios del único autobús que llega hasta el Zendal a última hora deja a los trabajadores sin transporte
Los operadores del Summa 112, trasladados en febrero de 2023 hacia este centro infrautilizado, que terminan su turno a las 23.00 no tienen cómo salir de este agujero porque el último recorrido sale 15 minutos antes


La línea de autobús SE709 de la Empresa Municipal de Transportes ya era de por sí una línea fantasma y ahora tiene menos frecuencia, y menos pasajeros. Uno de los pocos transportes públicos que llega directamente hasta el Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal, en el distrito Hortaleza, ha sufrido un recorte de sus horarios debido a la poca afluencia de viajeros, que son principalmente los trabajadores que van día a día a esa institución médica que apenas recibe pacientes. Con la nueva frecuencia, algunos de esos pocos que se subían a la línea con regularidad, como son los operadores del Servicio de Urgencia Médica de la Comunidad de Madrid (Summa 112), ya no podrán hacerlo porque los autobuses de la última hora no coinciden con la salida de los operadores por tan solo 15 minutos.
Hasta hace poco más de dos semanas, los turnos de los operadores del Summa 112, encargados de atender las llamadas de emergencias en la Comunidad de Madrid, calzaban a la perfección con los horarios del autobús SE709: el primero salía de las cabeceras a las 7.00 y el último, a las 23.00. Con las nuevas reducciones, desde el 3 de octubre, el primer autobús sale a las 7.15 y el último lo hace a las 22.45.
En febrero de 2023, el equipo del Summa 112 fue trasladado hacia las instalaciones del Zendal para darle un poco más de sentido a los 80.000 metros cuadrados con los que cuenta esta infraestructura. Desde entonces, eran estos trabajadores los principales ocupantes del primer y último autobús de la línea SE709, que se puso en marcha poco después de la inauguración del complejo hospitalario, en diciembre de 2020, porque hasta esta instalación ubicada entre descampados de Valdebebas solo llegaban dos líneas más del transporte público y ninguna lo hacía hasta tan tarde.
La SE709 fue concebida como una lanzadera de solo tres paradas ―Feria de Madrid-Avenida de las Fuerzas Armadas (que coincide con la estación de Cercanías de Valdebebas)-Zendal, y viceversa― con una frecuencia de 15 minutos y un recorrido de solo 30 entre el viaje de ida y vuelta. Mientras el Zendal funcionó como centro de vacunación, la línea tuvo gran demanda, pero luego quedó tan infrautilizada como el propio hospital, que en 2023 recibió una media de un paciente al día.
El 6 de octubre, Vicky Damario, empleada del Summa 112 del turno de la tarde, salió a las 23.00 junto a otros cuatro trabajadores y se sentaron a esperar bajo la marquesina frente al Zendal donde debía parar el autobús que los llevaría hasta Ifema. Pasó el tiempo y el autobús no llegó, así que terminaron llamado a una compañera para que los sacara de ahí. “Al principio pensamos que se trataba de una incidencia puntual y pusimos una reclamación a la EMT, que nos respondió que habían recortado el servicio al 50%”, comenta.
Las quejas de los trabajadores por este recorte no se hicieron esperar. “Encima ahora la EMT nos hace pasar por locos y nos dice que el servicio de las 23.00 nunca existió ¿Entonces en qué salíamos todos los días del Zendal?”, agrega.

Durante casi todo el día, los conductores van de un lado a otro con el vehículo apenas ocupado, lo que indica que la EMT se ha replanteado la necesidad de mantener el servicio con la misma frecuencia que tenía hasta inicios de octubre. Este diario se ha puesto en contacto con el área de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, que se encarga de la gestión de la EMT, para preguntar sobre este recorte y sus razones, pero no ha recibido respuesta.
“Con esta reducción del horario del transporte público, Almeida y Ayuso reconocen lo que todos sabemos: que el Zendal es un hospital fantasma”, asegura Ignacio Benito, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid. “Que no cuente con pacientes no significa que no haya trabajadores”, aclara Benito, que tacha de “inadmisible” y “lesiva” esta nueva medida.
Los trabajadores de Emergencias entienden que la reducción del servicio tiene sentido si no hay afluencia, pero no que los que no tienen otra opción se queden tirados en medio de la carretera a medianoche por tan solo 15 minutos de diferencia. Más aún, cuando hace dos años se les trasladó desde su anterior ubicación en Legazpi hasta el Zendal, a pesar de que muchos de los empleados no tienen coche y de que en Madrid cobran un sueldo muy bajo porque sus contratos están en la categoría de “teleoperadores” en lugar de “gestores de Emergencias” como en el resto de España.
Benito afirma que la EMT “está hecha añicos”. 200 autobuses se quedan cada día en cocheras por falta de conductores y eso, dice el concejal, se traduce en paradas llenas, esperas interminables y viajeros apretujados. “La única respuesta de Almeida es retirar autobuses, como en el Zendal, para intentar cubrir otras líneas. Madrid no puede gestionarse a base de remiendos ni de improvisaciones”.
Según Damario, la jefa de su equipo del Summa 112 les dijo que en cualquier caso no había problema con el recorte del autobús porque tenían la estación de Cercanías de Valdebebas, a unos 500 metros del Zendal y por la que pasan las líneas C1 y C10. Sin embargo, los trabajadores alegan que el último tren debería pasar sobre las 23.30 y que en muchas ocasiones se adelanta o se retrasa, dejándolos tirados en una estación “fantasma”.
Frente a esta posibilidad les respondieron, entonces, que si perdían el último tren podían pedir un Uber y la empresa se los reintegraba. Eso sí, debían llevar una justificación escrita por parte del personal de Renfe en la que se aclarara que ese último tren no había pasado en hora. “¿A quién le pedimos ese justificante si a esas horas en la estación no hay trabajadores?”, se pregunta Damario. “Nos dicen que no es un problema de la empresa y que le pidamos a los compañeros que nos lleven, pero no podemos obligarlos todos los días a que se desvíen para ayudarnos”. Este diario también se ha puesto en contacto con Ilunion, pero tampoco contestó a las preguntas.
Los empleados del Summa 112 han pedido a Ilunion que les facilite una furgoneta u otro vehículo que los mueva entre Ifema y el Zendal en los horarios de mayor afectación, pero hasta el momento no han recibido respuesta. “Están jugando con la seguridad de los trabajadores”, dice Damario, que recuerda que en julio el techo de la entrada se desplomó para sorpresa de los trabajadores de la Centralita del Summa 112 que estaban ese día. “Seguimos sin plan de evacuación y ahora, sin transporte”, concluye.
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