CC OO denuncia que la Comunidad de Madrid planea suprimir 200 plazas del Ramiro de Maeztu

El instituto de Educación Secundaria (IES) Ramiro de Maeztu, uno de los centros de referencia en Madrid, ha vuelto al centro del huracán. La Federación de Enseñanza de CC OO ha denunciado que la Comunidad planea reducir, para este curso y el siguiente, unas 200 plazas de Bachillerato. La caída venía ocurriendo de manera progresiva, pero ahora se ha acelerado. Hace pocos meses los focos también apuntaban al Ramiro de Maeztu, cuando el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso intentó incrustar una escuela internacional para hijos de funcionarios de la UE (EEA), pero tuvo que frenar el proyecto tras las protestas de familias y profesores. Para CC OO, esta disminución formaría parte de “la tarea de Ayuso” de reducir las plazas en el sistema público para que sean ocupadas en centros concertados. E incluso lo ven como “un castigo” por haber tenido que frenar el proyecto de la escuela internacional. La Comunidad, por su lado, ha asegurado que la reducción es parte de una previsión, pero no ha proporcionado las cifras.

Las disminuciones en este centro, conocido por ser uno de los primeros en implementar el Bachillerato Internacional, han venido ocurriendo progresivamente desde hace algunos años, según los datos de CC OO. Sus cifras revelan que antes de la crisis de 2011 había 150 docentes impartiendo clases, mientras que la cifra actual se sitúa en 109, incluidos los de media jornada.

La cantidad de estudiantes también ha variado. En 2014, tanto primero como segundo de Bachillerato tenían 14 grupos cada uno, divididos en cuatro de Humanidades y Sociales, dos de Biosanitario, dos de Tecnología, otros dos de Artes y cuatro de Bachillerato Internacional. Es decir, 28 grupos. El año pasado esa cifra ya iba por 26,5 grupos, mientras que ahora hay 24,5. Y seguirá cayendo, según ha comunicado la Dirección de Área Territorial (DAT) al centro: la previsión 2025-2026 es de 21,5 grupos y en 2026-2027 llegará a 19,5. Es decir, de 2014 a 2026 la cifra pasaría de 28 grupos a 19,.5. “Esto es, por una parte, para que Ayuso siga cumpliendo sus planes de reducir la oferta pública y más familias que vean obligadas a buscar una plaza en la concertada o en la privada”, critica Isabel Galvín, secretaria general de la Federación. La reducción, por ende, también aplicaría a los docentes.

Los datos más recientes de matrícula, proporcionados a este diario por el sindicato, también reflejan parte de esta disminución: en el curso 2023–2024 la cantidad de alumnos en todo el instituto era de 1.533, mientras que en el curso actual la cifra cayó a 1.440 estudiantes, casi 100 espacios menos.

La Comunidad de Madrid no ha proporcionado cifras. Únicamente han comunicado que son parte de una previsión: “Cada año se ha hecho una previsión en los centros educativos de la región, que se ajustará a la demanda de plazas que se produzca durante el periodo de admisión que comienza el próximo mes de marzo”. Y que en “función de esa demanda”, se podrían incrementar los grupos previstos inicialmente.

Para el sindicato, es una “decisión injustificada” que también afectará gravemente a los estudiantes y familias en lista de espera, quienes se mantienen con la esperanza de conseguir un espacio en el prestigioso centro. “Si cierran los grupos, las listas de espera serán más grandes. Y esas son personas que, aunque saben que no hay plazas, insisten por si acaso; no quieren otra cosa para sus hijos”, agrega la portavoz, que es también la delegada de CC OO del Ramiro de Maeztu. Fuentes del sindicato confirman que los padres ya han empezado a organizarse para movilizarse en contra de la medida.

Otra de las preocupaciones para los docentes es el hecho de que el instituto se encuentra Chamartín, distrito en el que solo hay dos institutos públicos, por lo que la reducción de plazas incumpliría la normativa de la Comunidad de Madrid de “libertad de elección” de centros educativos.

Posible castigo

Comisiones Obreras también cree que la decisión se ha podido tomar tras el freno que se logró en junio a la intención de la Comunidad de instalar un centro élite dentro del instituto. En ese momento, el Gobierno de la Comunidad de Madrid, que preside Isabel Díaz Ayuso, intentó abrir una escuela internacional para hijos de funcionarios de la UE (EEA). Pero las familias y profesores lo impidieron.

El proyecto pretendía abrir el centro a partir de este curso, y de hacerlo crecería hasta acoger a 390 alumnos de infantil, primaria y secundaria, distribuidos en 22 aulas en el 2028-2029. Incluso, iba a multiplicarse posteriormente con la inclusión del Bachillerato, que llevaría el total de estudiantes de las dos instituciones que compartirían los mismos espacios hasta unos 2.000. Las familias habían denunciado que el proyecto supondría “la segregación del alumnado”, pues los hijos de funcionarios de la UE tendrían preferencia de ingreso; implicaría “mermar los espacios, recursos y capacidades” del centro original. “Claro que nos hace sospechar que sea un tipo de castigo”, reconoce Galvín.

En esta discusión, Comisiones Obreras tiene su petición muy clara: que se dé marcha atrás con los cierres ya efectuados y con las previsiones para los próximos años. “Nos hemos dirigido a la Consejería de Educación, le hemos mandado una carta a la DAT que es quien ha comunicado los recortes, una al consejero y otra al viceconsejero, exigiendo dar marcha atrás de estos planes”, señala Galvín, para rematar “No se justifican los cierres, no dan una explicación porque no la tienen. Es un centro que tiene mucha demanda, no tiene justificación que antes de una escolarización cierren unidades”. EL PAÍS ha intentado comunicarse con la asociación de padres y madres, pero no han respondido a la solicitud.