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Buzones para denunciar el consumo de porros en los institutos de Madrid: “Dicen que doy clases drogado”

Dentro del plan antidrogas de Ayuso, desde enero hay buzones físicos, un formulario digital y un mail para alertar de la presencia de drogas en los centros y ya se han recogido 82 denuncias anónimas

Buzón de denuncia en un instituto de Madrid para denunciar anónimamente a quienes fumen porros, en una imagen tomada de redes sociales.
Buzón de denuncia en un instituto de Madrid para denunciar anónimamente a quienes fumen porros, en una imagen tomada de redes sociales.
Natalia Jiménez Segura

Los lunes suelen ser complicados para todos. Se retoma la rutina y se enfrenta una nueva semana laboral. Pero, para el profesor de Historia de un instituto madrileño, este lunes fue mucho más cuesta arriba de lo normal. “Vino el director y me dijo: ‘¿Puedes venir a mi despacho?’. Y me enseñó siete denuncias que pusieron diciendo que yo voy a dar clases drogado, que voy hasta las patas”, cuenta a EL PAÍS por teléfono. El docente, que ha pedido no ser identificado por miedo a dañar aún más su imagen, ha sido señalado por uno de los canales habilitados por la Comunidad de Madrid para denunciar, de manera completamente anónima, a las personas que consuman drogas en los centros. Hay buzones físicos, un formulario digital y un correo electrónico para que cualquiera pueda colgar estas denuncias y hasta ahora se han recogido 82. “Intuimos que puede ser un alumno, pero claro, como es totalmente anónimo, puede ser quien sea y da pie a que las personas denuncien lo que quieran”, narra criticando duramente la medida, que pudo haberle costado su trabajo. CC OO y la oposición han tachado la iniciativa de “irresponsable”, mientras que la Consejería de Educación defiende en cambio que “está siendo muy bien acogida, tanto por los equipos directivos como por las familias”.

El profesor, que tiene a su cargo 180 estudiantes adolescentes, cuenta esta anécdota entre sorprendido e incrédulo y tacha de “poco efectivo” el sistema. “Las denuncias decían básicamente que consumo drogas en mi puesto de trabajo”, narra, mientras hace una pausa para reírse. “Lo pueden hacer los estudiantes para vengarse por una mala nota, por tener que trabajar, por hacer una gracia. Es terrible que la consejería establezca estos mecanismos que lo único que hacen es ponernos a los docentes como una diana”, reclama.

El buzón de denuncias es parte del Plan Regional contra las Drogas que anunció en noviembre la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso. En ese momento se detallaron algunas de las 75 medidas de concienciación y prevención para los más jóvenes, entre ellas la instalación de “un nuevo buzón anónimo, virtual y físico que alertará de la presencia de drogas en colegios e institutos”. El sistema está funcionando desde enero. “Se han dado instrucciones a los más de 700 institutos públicos y colegios concertados que imparten ESO y Bachillerato para que coloquen el buzón físico, la mayoría ya lo ha hecho”, confirma la consejería. Adicionalmente, en la página web de los colegios e institutos hay un código QR que lleva a un formulario para denunciar; también está operativo el correo buzonfueradrogas@madrid.org.

Hace pocos días, la Comunidad solicitó al director de este instituto, según cuenta el docente afectado, que colocara el portal de denuncias en un lugar visible dentro de la página principal de la web del centro. Pocas horas después, ocurrió lo que ocurrió. “Es totalmente anónimo y lo puede hacer cualquiera: un chaval del instituto, yo, otros profesores, o lo puede hacer mi tía, la de Albacete, para denunciarme a mí”, dice el profesor, que insiste que se trata de acusaciones falsas.

Resalta que pudo haberle costado el puesto, pero no ha sido así gracias a que en el centro lo conocen. “Yo llevo dos años ahí y saben que esto no tiene ningún fundamento. No obstante, para mí fue una situación bastante desagradable. Te pueden denunciar por esto, pero en la misma denuncia igual pueden poner que estoy abusando de una menor, o que le estoy haciendo fotos a los niños, yo qué sé. Es terrible. Pueden hundirme la reputación completamente”, añade, molesto.

La Federación de Enseñanza de CC OO Madrid respalda por completo la posición del profesor y asegura que “es una práctica que no garantiza los derechos humanos ni las garantías de un Estado democrático”. “Esto promueve las prácticas que se basan en venganzas, rencores y subjetividades. Son denuncias sin pruebas e impunidad”, manifiesta Isabel Galvín, responsable de Educación del sindicato, que exige su retirada inmediata. Mientras tanto, darán cobertura jurídica y apoyo a los equipos directivos de los centros.

La oposición también insiste en que la medida, que no tiene ningún tipo de control, es una “auténtica barbaridad”. “Esto solo puede crear más problemas de los que tratan de resolver. ¿Qué se va a hacer con eso? Van a recibir una serie de denuncias que van a ir aumentando por la sensación de poca responsabilidad de echar un papel en un buzón”, considera Esteban Álvarez, portavoz de Educación del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid. Considera que la Comunidad lo hace porque es “más barato” que adoptar medidas que impliquen contratación de personal, y que se debe exigir que el denunciante asuma su responsabilidad.

Un total de 82 denuncias

El consejero de Educación, Emilio Viciana, ha presidido este martes el pleno del Observatorio para la Convivencia escolar en los centros docentes de Madrid, en el que se han revelado la cantidad de acusaciones lanzadas por esta vía. Las denuncias recogidas hasta ahora han sido 82, según ha confirmado a este diario la Federación de la Comunidad de Madrid de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (FAPA) Francisco Giner de los Ríos, que ha estado presente en el acto.

Viciana también han confirmado que esas denuncias han provocado al menos siete intervenciones de los “agentes tutores” de la Policía Local. Una vez recibidas, son gestionadas por la Unidad de Convivencia, “abre de oficio un protocolo antidrogas y comunica al equipo directivo del centro en cuestión la naturaleza de esa denuncia para que pueda tomar las medidas oportunas”. De momento, y mientras sigan activos estos buzones, los profesores temen que haya cada vez más señalamientos injustos.

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