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El Gobierno de Ayuso apuesta por ampliar la escuela europea incrustada en el Ramiro con más estudios y alumnos a partir de 2029

EL PAÍS accede al proyecto de Madrid, que incluye dedicar 22 aulas a 390 alumnos hasta el final de Secundaria, y luego solicitar la implantación del Bachillerato

Juan José Mateo
Ambiente de la votación de las elecciones europeas en el Ramiro de Maeztu.
Ambiente de la votación de las elecciones europeas en el Ramiro de Maeztu.Álvaro García

El Gobierno de la Comunidad de Madrid, que preside Isabel Díaz Ayuso, planea expandir la Escuela Europea Acreditada (EEA) que quiere incrustar en el colegio público Ramiro de Maeztu antes incluso de que eche a andar, según consta en documentación oficial a la que accedió EL PAÍS. El proyecto de instalar este centro dentro del original desde el próximo curso 2024-2025, y hacerlo crecer hasta acoger a 390 alumnos de infantil, primaria y secundaria distribuidos en 22 aulas en el curso 2028-2029, tendría una segunda fase. En ese momento, el Ejecutivo quiere solicitar permiso para implantar también el Bachillerato, lo que implicaría acoger a más alumnos y profesores en las mismas instalaciones que ya usan casi 2.000 pupilos del Ramiro. Las reformas para adecuar los espacios inquietan a familias y profesores, que denuncian que el proyecto supondrá “la segregación del alumnado”, pues los hijos de funcionarios de la UE tendrán preferencia de ingreso; implicará “mermar los espacios, recursos y capacidades” del centro original, que describen como ya saturado; y abrirá la puerta, opinan, a un posible recorte de plazas públicas en el futuro para liberar espacio para las de la EEA.

“Planeamos registrar una segunda solicitud tan pronto como esté abierto el último curso de Secundaria, en el curso académico 2028-2029″, se lee en la documentación que envió Madrid a Bruselas durante el proceso de acreditación de la EEA, que será pública y gratuita. “De aprobarse, sexto de Secundaria [equivalente a primero de Bachillerato] empezaría en el curso 2029-2030, y séptimo de Secundaria [equivalente a segundo de Bachillerato] lo haría en el curso 2030-2031, dando a los alumnos acceso directo a todas las universidades de los estados miembros [de la UE] en las mismas condiciones que sus nacionales, a través del diploma de Bachillerato europeo”.

Aunque los detalles del proyecto están en revisión, según una fuente conocedora del plan y, por lo tanto, pueden variar en el futuro, esto es lo que ha propuesto Madrid: la EEA arrancará el próximo curso 2024-2025 con 100 alumnos, según documentación consultada por este diario. A partir de entonces, no parará de crecer desde las mismas tripas del Ramiro, según la proyección recogida en la solicitud de acreditación de centro europeo: 210 alumnos en el curso 2025-2026; 280 en el 2026-2027; 350 en el 2027-2028; y 390 en el 2028-2029. En paralelo, crecerá lógicamente el número de profesores: de los necesarios para que equivalgan a 17 maestros a tiempo completo a los 34 previstos para el curso 2028-2029. Números todos ellos que seguirán creciendo si se registra finalmente la solicitud del Bachillerato, y se aprueba.

Hasta entonces, las más de 400 personas que movilizará la EEA cuando esté a pleno rendimiento en el curso 2028-2029 se distribuirán entre dos aulas de Infantil, diez de primaria y otras diez de secundaria, según la documentación del proyecto. Disfrutarán, además, de biblioteca, gimnasio, siete aulas de tecnologías de la información, cinco de laboratorio, tres de arte, otras tantas de música... Y convivirán en esas instalaciones con los alrededor de 2.000 alumnos que se distribuyen entre el CEIP y el IES del centro educativo en el que se incrustará el proyecto europeo.

“No hay espacio físico”

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“Todos los datos que recogemos es que en el instituto no hay lugar, no hay espacio físico para albergar la ampliación que están planteando”, explica Isabel Galvín, del sindicato CC OO. “He visitado las instalaciones que están pensando para habilitar las nuevas aulas”, sigue. “Algunos son semisótanos, otros espacios catalogados como protegidos, porque el edificio alberga auténticas joyas, tanto arquitectónicas como de otro tipo”, añade. “Lo vemos imposible, ni siquiera en secundaria, y mucho menos si llegara Bachillerato, como se plantea para 2029 en el proyecto”. Una inquietud que comparten las familias, y los partidos de la oposición de izquierdas.

“La consejería bajo los mandos del consejero Emilio Viciana no ha dejado de mentir en lo que a la EEA se refiere en los plazos y en los procedimientos”, opina Alicia Torija, de Más Madrid, ya que las gestiones empezaron formalmente en mayo de 2023, y las familias no fueron informadas hasta un año después. “Ha mentido sobre las obras y nos han impedido desde Más Madrid preguntar sobre ello”, añade. “Han ninguneado a familias y profesorado”, denuncia. “Los informes que hemos conocido muestran que todo es un plan diseñado y justificado al milímetro desde hace muchos meses y ocultado interesadamente”, detalla. “En nuestra opinión no es compatible la EEA incrustada en el Ramiro de Maeztu sin una merma de calidad, reducción del alumnado actual, segregación en el acceso futuro y modificaciones profundas en el modelo a corto plazo”, advierte. “Este jueves, las familias se lo dijeron a las puertas del centro: no quieren ahí su EEA. Esto es una batalla que no ha hecho más que empezar”.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.Rodrigo Jimenez (EFE)

La concentración, con carteles alusivos a la falta de espacio (”no somos sardinas”), contó con el apoyo de políticos de PSOE y Más Madrid, de sindicatos como CC OO o de la FAPA Giner de los Ríos. Pero no fue el único acto relacionado con la EEA de la jornada. El AMPA del Ramiro de Maeztu, un referente de la educación pública madrileña, celebró una Asamblea extraordinaria tras constatar el rechazo mayoritario de las familias al proyecto a través de una encuesta. Las familias también han contactado con Bruselas para que reconsidere un plan por el que el Gobierno ha apostado con todo.

“Este añadido a nuestro sistema educativo será un activo importante tanto para los estudiantes de Madrid como para la región”, escribía en una carta firmada el 31 de mayo de 2023 Enrique Ossorio, por entonces vicepresidente regional, y titular de Educación en una comunidad que aspira a atraer cuantas más sedes internacionales mejor.

Para ello, la documentación enviada por Madrid en Bruselas incluye mapas con la geolocalización de las decenas de embajadas situadas alrededor del Ramiro, y de sedes internacionales de organismos radicados en San Martín de la Vega, Torrejón de Ardoz, o Villanueva del Pardillo. También señala la presencia en la capital de Airbus y las consultoras KPMG, PWC o Deloitte como una de las razones para inaugurar la escuela. Y se apunta el público objetivo: “Estudiantes pertenecientes a familias de trabajadores de la UE, diplomáticos, y otras organizaciones internacionales establecidas en la región de Madrid, además de los estudiantes españoles interesados en el currículo europeo”.

De hecho, la Administración espera que alumnos que ya están en el Ramiro, y que son hijos de funcionarios de la UE o de embajadores, puedan dar el salto al nuevo centro, que estará, según transmite el Gobierno, “en evaluación constante”. Para que todo esté listo para arrancar el próximo curso, el Ejecutivo pretende empezar las obras de adaptación de los espacios nada más acabar las clases, con un presupuesto menor del inicial, que era de 1,5 millones, ya que el grado de protección del edificio impide actuar sobre él tanto como se quisiera: sería poco más de 800.000 euros, según una fuente conocedora del planteamiento.

“El proyecto sigue en marcha con normalidad”, resume un portavoz gubernamental; “y se están explicando y aclarando las posibles dudas a los representantes de las familias, con los que se reunió el lunes el consejero, al claustro y a todos los implicados”.

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Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.
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