Una citación a las 10.00 para Begoña Gómez: así se prepara la comparecencia de la esposa de Sánchez en la Asamblea de Madrid

Lunes 4 de noviembre por la tarde. “Personal funcionario”, en descripción de un portavoz de la Asamblea de Madrid, traslada hasta el palacio de La Moncloa una citación sin precedentes: la que convoca a Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a comparecer el miércoles 13 a las 10.00 en la comisión de investigación abierta en la Asamblea de Madrid para intentar esclarecer el supuesto “trato de favor” que habría recibido la profesional en la Universidad Complutense (UCM). El trámite, impulsado por el PP de Isabel Díaz Ayuso para desgastar al Ejecutivo Central, activa la cuenta atrás de una convocatoria que tensiona el día a día de la Cámara. De un lado, el PSOE está en permanente contacto con La Moncloa y la dirección federal de Ferraz. Del otro, el equipo de la Asamblea se prepara para coordinar con el del Gobierno el dispositivo de seguridad. Y en medio, el drama de la dana en Valencia rodea de interrogantes —“¿Y si coincide, por ejemplo, con un funeral de Estado?”, se preguntan en el hemiciclo— la concreción de una convocatoria que el PP no quiere retrasar.

El encuentro es en el Parlamento regional, pero bien podría ser en un plató de televisión. Si Gómez acude a la llamada del miércoles 13, como debe hacer, aunque no esté obligada a declarar, la Asamblea optará a batir su récord de periodistas acreditados ante el reclamo de una sesión organizada por el PP para erosionar la figura de Sánchez. En consecuencia, ningún detalle se deja al azar. Ni la escenografía —el PSOE intenta aclarar cuál es la sala de la comparecencia más de una semana antes de la cita— ni la imagen que se proyecte por cada compareciente —cada palabra habrá sido preparada y ensayada— ni las sorpresas que cada uno pueda llevar guardadas.

Porque al calor de la comparecencia de Gómez, que está siendo investigada por la justicia por la presunta comisión de los delitos de corrupción en el sector privado, tráfico de influencias, apropiación indebida e intrusismo profesional en su relación con la UCM, hay diputados socialistas que están repasando los vídeos de comisiones de investigación previas. Quieren analizar las estrategias y actitudes que tuvieron en el pasado otros convocados de renombre. Prepararse así para “el circo” y “el show” que se barruntan por parte de PP y Vox. Y por ello ya les sobran los ejemplos de que la convocatoria de Gómez dejará huella haga lo que haga: la historia parlamentaria se escribe igual con palabras que con gestos, ausencias y silencios.

Palabras: “A cojón visto, macho seguro”, dijo la expresidenta Esperanza Aguirre en 2018, cuando acudió a la comisión de investigación sobre la corrupción política en Madrid, y, fiel a su costumbre de no morderse la lengua, dejó un titular tras otro. “Mátenme, pero fue idea mía”, soltó, por ejemplo, sobre el proyecto de construir un campo de golf sobre el tercer depósito del Canal de Isabel II, que llevó a investigar al expresidente Ignacio González en el caso Lezo. “Decía Lenin que la confianza está bien, pero el control está mejor; en eso estoy de acuerdo con él”, lanzó. Y exigió: “El que haya robado, que lo devuelva”.

Gestos: En 2017, cuando fue convocado a declarar en ese mismo cónclave Alberto Ruiz-Gallardón, expresidente regional, acudió a la Asamblea paseándose sonriente por su icónico pasillo acristalado, acompañado por cargos del PP como Alfonso Serrano, dejándose fotografiar largamente, y respondiendo “orgulloso” de lo hecho a lo que se le preguntó sobre la polémica expansión internacional del Canal.

Silencios: dos años después, en 2019, Cristina Cifuentes, su homóloga, entró directamente desde el parking por un ascensor, para acortar lo máximo posible el vía crucis camino de la comisión del caso master, a cuya entrada dijo “buenos días”, para luego guardar silencio durante casi una hora por consejo de su abogada.

Esta última es la estrategia que previsiblemente seguirá Gómez el miércoles, cuando también están llamados a comparecer el rector de la Universidad Complutense, Joaquín Goyache, y la interventora de este centro educativo, Elvira Gutiérrez-Vierna. El riesgo, de optar por esa opción, son las preguntas que se queden flotando en el aire, a modo de sentencia. Como cuando el diputado Eduardo Fernández Rubiño le espetó a Cifuentes: “Lamento profundamente que no haya tenido ni siquiera unas palabras para toda esa gente que se ha visto dañada por usted”. Porque la andanada de preguntas del PP está garantizada.

“Esto no es una comisión de investigación, lo que se busca es una foto”, se queja una fuente que cuenta con la confianza de Juan Lobato, el líder del PSOE, sobre la convocatoria de Gómez. “No se nos tiene que olvidar que la comisión no es vinculante”, recalca. “Se está tratando como si esto fuera un juzgado. Y no es un juzgado. La justicia está en un sitio y nosotros en otro. Hay que diferenciar”, pide.

Los socialistas guardan con celo sus preparativos. “Es la mujer del presidente y del secretario general”, recalca un segundo interlocutor para resumir lo que se juega el líder regional. Nadie aclara siquiera si Lobato y su grupo parlamentario protagonizarán un gesto de apoyo explícito, como por ejemplo acompañar a la compareciente de camino a la sala. De hecho, hay quien elucubra con la posibilidad de que al final todo se cancele y retrase.

Retraso por la dana

“Las instituciones siguen funcionando”, defendió el lunes el portavoz del PP, Carlos Díaz-Pache, para explicar su rechazo a aplazar la comparecencia de Gómez por la tragedia causada en Valencia y Castilla-La Mancha por la dana. “Hay una emergencia nacional, pero esta Asamblea sigue haciendo sus trabajos”, añadió, en consonancia con las decisiones del Gobierno regional (que mantuvo su Consejo de Gobierno el miércoles pasado) y el propio Parlamento (donde ninguna formación ha solicitado la suspensión de la actividad, según un portavoz). “No creo que haya razón para posponer ninguna comparecencia”, remató.

Pero ni la argumentación, ni la solidez de la apuesta, convencen a la oposición. “Esta comisión se ha creado para hacer la batalla cultural con los impuestos de los madrileños”, expresa una fuente de Más Madrid, partido al que representa el diputado Antonio Sánchez en el organismo. “Y por eso la comparecencia se les vuelve un poco innecesaria si ven que la guerra la pueden hacer por otra parte, o que no pueden colocar cientos de titulares con que viene Begoña”, argumenta. “Por ello pueden alterar las comparecencias y moverlo a un poco más adelante, y usar el motivo de la dana, una justificación que todo el mundo entendería”.

Gómez figuraba el curso pasado en la web de la Complutense como codirectora de un Máster de Formación Permanente en Dirección de Fundraising Público y Privado en Organizaciones sin Ánimo de Lucro y de un Máster en Transformación Social Competitiva. En este último también aparecía como directora de la cátedra. Los populares están especialmente interesados en poner bajo los focos la relación de Gómez con el rector Goyache, y en que este explique la decisión adoptada durante su mandato de impulsar ese segundo título, qué criterio se aplicó para que Gómez dirigiera la cátedra del mismo, y la relación con las empresas que los financian. La investigación debe arrancar el miércoles. Un día de máxima tensión en la Asamblea de Madrid.