Choque total entre Ayuso y la izquierda por las políticas de igualdad y la creación de un centro de atención a hombres víctimas de violencia sexual

El choque es total. La mecha es el anuncio de que el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso creará un centro de atención a hombres víctimas de violencia sexual, que provoca un nuevo encontronazo con el Gobierno central, que lo tilda de “trumpista” por boca de la ministra de Igualdad, Ana Redondo. La dinamita, sin embargo, está en otro lugar. En las políticas de igualdad. Y ese es el tema que explota este viernes durante la segunda jornada del Debate del Estado de la Región, donde Más Madrid acusa a Díaz Ayuso de no tener estrategia en ese terreno clave, o de no concienciar en los colegios contra la violencia machista. La presidenta responde anunciando que recuperará la denominación de la Dirección General de la Mujer (lo que implica sustituir la Dirección General de Igualdad), y minusvalorando las propuestas del partido que lidera la oposición como fruto de “una igualdad pop” o “un falso feminismo” creados para lograr “una división maniquea” entre hombres y mujeres que permita a la izquierda crear “un business”. De esta manera, la líder del PP encuentra en el tema que le sirvió de trampolín a la primera línea política (“Para ser mejor mujer no tengo que ser feminista”, dijo en 2019, cuando era una desconocida) un nuevo argumento para su estrategia de choque ideológico con la izquierda para neutralizar a Vox y atraer a sus votantes.

Los diputados acuden a la segunda jornada del debate del estado de la región esperando oír el análisis de la izquierda sobre cómo está Madrid y sus propuestas como alternativa al Gobierno del PP. Sin embargo, se encuentran con otra cosa. Sí, hay medidas, por supuesto. Pero sobre todo hay una crítica a lo dicho la víspera por Díaz Ayuso, y una enmienda a la totalidad de la gestión del Ejecutivo, lo que en sí es ceder la iniciativa, hablar del otro antes que de uno mismo, por mucho que la convocatoria sea a debatir cómo está Madrid. Y así empieza todo.

Manuela Bergerot, la líder de Más Madrid, acusa a la presidenta de tener “políticas de igualdad ausentes: sin acciones para concienciar sobre la violencia machista en los colegios, sin una sola política para apoyar a las madres solteras y sin estrategia de Igualdad, que ahora van a sacar a concurso por 57.000 euros porque dicen que no son capaces con sus propios medios”.

La presidenta le responde afirmando que la izquierda busca hacer de la igualdad un negocio, y de promocionar un “falso feminismo”. “Ustedes”, sigue en referencia a Más Madrid; “son los que están borrando a la mujer”. “Se va a acabar ese mantra de la igualdad como si fuéramos iguales, porque hombres y mujeres afortunadamente no somos lo mismo ni queremos serlo”, añade. “Están impregnando las leyes estatales que después nos caen a todas las autonomías de mantras, de ridiculeces”.

Y en paralelo, explota el choque con el Gobierno central por el centro de atención a hombres víctimas de violencia sexual anunciado el jueves, y defendido de nuevo este viernes.

“Es muy irresponsable, es trumpista y es negacionista y lo que pretende es dividir, enfrentar a la sociedad como todas las políticas de extrema derecha, que lo que pretenden es enfrentarnos”, denuncia Redondo durante sendas entrevistas en TVE y Telecinco. La ministra destaca que el problema de fondo que tiene la sociedad española es la violencia machista, una violencia estructural que se ejerce contra las mujeres, tal y como lo revelan los datos: nueve de cada 10 víctimas son mujeres, y el 83% de las víctimas infantiles son niñas, según recoge la agencia Efe. En lo que va de año, 35 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas (hay además un caso en investigación), 1.279 desde se comenzaron a contabilizar los casos en 2003.

“Ese es el verdadero problema”, subraya Redondo, que puntualiza que todas las víctimas merecen absoluto respeto, pero “la violencia sexual hacia las mujeres, la violencia de género, la violencia machista es una categoría distinta y necesita de recursos y de foco, que es lo que no aporta la señora Ayuso”. Por ello, opina Rendondo, lo que ha hecho la Comunidad de Madrid es “reducir, rebajar y recortar” los recursos para víctimas de violencia machista. La ministra incluso denuncia que se han cerrado puestos y plazas de atención a víctimas de violencia de género y violencia sexual, que han pasado de 55 a 39 en los últimos años, se ha recortado en Puntos Violeta, en presupuestos y en educación.

“Mientras, todo esto se adereza con declaraciones como ‘por qué no un día del hombre’ o este tipo de propuestas”, lamenta la ministra, recordando así una frase pronunciada por Ayuso el último 8-M. Por ello, Redondo considera la iniciativa una “posición trumpista, negacionista y muy peligrosa, porque el negacionismo mata”.

En contraste, el Gobierno autonómico niega que el nuevo centro, que costará 700.000 euros, vaya a suponer una retirada de fondos para la lucha contra la violencia machista: “Miente”, dice la consejera Ana Dávila. Además, afirma que una media de 100 hombres sufren abusos sexuales cada año en Madrid, lo que considera una tendencia en aumento, y que en lo que va de año se ha atendido a casi 250 niños por esta razón. Agarrada a esos datos, Ayuso ha defendido de nuevo su proyecto este viernes, durante la segunda jornada del Debate del Estado de la Región, celebrada en la Asamblea autonómica.

La vuelta de la Dirección General de la Mujer

“Hay hombres que no denuncian por miedo a ser estigmatizados. Puede ir a más. Vamos a trabajar para atender a hombres y mujeres”, defiende Ayuso, que también ha anunciado que recuperará para su Gobierno la Dirección General de la Mujer, que desapareció en 2019, cuando el PP formó con Ciudadanos el primer gobierno de coalición de la historia de la región. “Esto de la igualdad, falsa igualdad, tiene que terminar de una vez”, sentencia.

“Se recupera el nombre de la Dirección General de la Mujer, hasta ahora Dirección General de Igualdad”, amplía una fuente del gabinete de la presidenta. “La mayoría de las políticas que desarrolla esa dirección general están enfocadas en la mujer y se quiere potenciar y atender con más intensidad los problemas y retos de la mujer”, añade este interlocutor, que afirma que Patricia Reyes, exdiputada de Ciudadanos, seguirá ocupando el cargo tras el cambio de nombre.

Neutralizar a Vox

La polémica tiene efectos políticos que van más allá del nuevo choque entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno central, dos administraciones que se han enfrentado ya por la política exterior, la fiscal, la económica o la sanitaria. Así, permite al PP de Madrid neutralizar a Vox, y atraer a sus votantes, como quedó demostrado en el hecho de que la portavoz de la extrema derecha, Rocío Monasterio, aplaudiera el jueves la iniciativa. Al tiempo, resitúa a Ayuso ante uno de los temas que le sirvió de trampolín para llegar a la primera línea política cuando era una desconocida a la que Pablo Casado había elegido como vicesecretaria de Comunicación.

“Estoy a favor de romper con la dictadura de las feministas radicales”, decía en 2018, cuando se posicionaba como representante de un PP sin complejos. “Para ser mejor mujer no tengo que ser feminista”, añadía en el arranque de 2019. Cinco años después, Ayuso ya es presidenta regional, primera espada en la política nacional y voz de referencia, y quizás por eso no abandona los temas que la han llevado hasta esa posición.

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