_
_
_
_

Ayuso afila su discurso más regionalista y define Madrid como la comunidad “más importante de España”

La presidenta marca la línea dura del PP en el choque con Sánchez y los independentistas catalanes y vaticina: “Antes se romperá la Cataluña independentista, que España y Madrid”

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, da un discurso durante el Debate del Estado de la Región, este jueves en Madrid.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, da un discurso durante el Debate del Estado de la Región, este jueves en Madrid.Rodrigo Jiménez (EFE)
Juan José Mateo

Es una vuelta de tuerca tras otra. Golpe va, golpe viene, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, emplea cinco minutos de su discurso de este jueves en el debate del estado de la región para afilar su discurso más regionalista y marcar la línea dura del PP en el choque con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por el reconocimiento de una financiación singular para Cataluña. Ocurre en el Parlamento de Madrid. Los diputados escuchan en silencio mientras Díaz Ayuso marca perfil nacional con la excusa de defender los intereses de Madrid. Justo cuando otros barones conservadores, como los de Andalucía (Juan Manuel Moreno Bonilla) o Murcia (Fernando López Miras), se muestran abiertos a citarse con Sánchez en La Moncloa, Díaz Ayuso, que rechaza esas citas bilaterales si la financiación autonómica está en el orden del día, abre un nuevo capítulo en su ristra de choques con el ejecutivo central. “Antes se romperá la Cataluña independentista, que las izquierdas rompan España y rompan Madrid”, advierte con el tono más duro posible, y tras definir a su región como “la Comunidad más importante de España”.

La referencia nacional llega en el arranque del discurso, señal de que se quiere subrayar. Y suena como una andanada contra las paredes marrones del hemiciclo madrileño, hasta donde llegan vestidos de punta en blanco los diputados para estrenar el curso político.

“Antes se hundirán los independentistas que la Comunidad de Madrid”, lanza Díaz Ayuso, refiriéndose así al pacto alcanzado por Sánchez con ERC para reconocer una financiación singular al gobierno catalán a cambio de la investidura de Salvador Illa como president. “Las izquierdas quieren que los madrileños y la clase media catalana paguemos los privilegios de los independentistas. Y no lo vamos a consentir”.

En una intervención llena de hipérboles, Díaz Ayuso asegura que en España “se construye una dictadura ante nuestros ojos” porque “Sánchez aseguró ante sus cargos del PSOE que gobernará con o sin el Parlamento”, y “se persigue a la Prensa, a los jueces, a las empresas”.

Nadie altera el gesto. Tampoco se monta una escandalera en los escaños de la oposición de izquieras. Como esas graves acusaciones ya han sido lanzadas antes, el público parece anestesiado, inmune a los adjetivos y las recriminaciones. En la tribuna escuchan Elías Bendodo, integrante de la dirección nacional de Alberto Núñez Feijóo; el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida; o dos expresidentes: Joaquín Leguina y Esperanza Aguirre.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La antigua presidenta bien puede sentirse reflejada en el tono que emplea Ayuso, que intenta personificar a Madrid, convertirse en Madrid, ser Madrid. Solo así se entiende que la baronesa tilde de “alegato cruel contra la Comunidad de Madrid” la intervención que hizo Pedro Sánchez el 4 de septiembre, pues en aquella ocasión el líder de los socialistas no se refirió a la región, sino a las políticas del PP en Madrid. Que no son lo mismo.

La referencia, en todo caso, sirve para que Díaz Ayuso entone su discurso más regionalista. Así, acusa a Sánchez de lanzar “mentiras” contra la Comunidad “más importante de España”. Es, en cierta manera, un Madrid por encima de las demás. Un Madrid, más allá de lo geográfico, en el centro de España. Y no es la única frase construida bajo esa tesis. Al contrario, una ristra de preguntas a los diputados de izquierdas multiplica ese acento regionalista que nunca había sido tan acusado.

“Cuando el Gobierno niegan a más de un millón de madrileños en sus balanzas fiscales o nos quitan proyectos de gran envergadura que querían venir a Madrid, ¿en qué piensan ustedes?”, empieza Díaz Ayuso. “Cuando se alimenta una supuesta madrileñofobia para justificar después meterle la mano en los bolsillos a todos los ciudadanos que cotizan en esta región, ¿no les da pudor?”, sigue. “Cuando la recaudación de una familia madrileña vaya a parar a la burguesía nacionalista catalana, ¿no les va a doler ni un poco?”, insiste. Y remata: “Todas y cada una de las medidas que vamos a anunciar esta mañana son sufragadas con los impuestos de los madrileños. Que siguen pagando muchos mientras aportan más que nadie a la caja común de todos los españoles”. Lo nuestro, pagado por nosotros, para nosotros.

El cuestionario precede a otro lamento regionalista. “Que [el gobierno] deje de estorbar y pague lo que le corresponde por cada madrileño, infrafinanciado por cabeza y de manera sonrojante si se compara con las regiones cuyos gobernantes viven del cuento”, dispara la baronesa conservadora. Palabras que contrastan con otras pronunciadas por la propia Ayuso en su discurso, como si estuviera buscando el equilibrio: “Conocemos los desastres que han causado los nacionalismos, el comunismo, el fascismo y todas las ideologías identitarias y totalitarias que se han colado en naciones prósperas y libres”. O casi al final: “No pedimos más que nadie porque tampoco lo somos”.

Luego llegan las propuestas para Madrid. Por ejemplo: apostar por una nueva rebaja de impuestos valorada en 180 millones de euros. Construir un parque en la zona cero de la línea 7B en San Fernando, donde el Metro ha obligado a derribar 73 casas, y que ha sido recibido con críticas de los vecinos. Crear el primer centro de atención para hombres víctima de violencia sexual. Más ayudas para la dependencia. Probar a transportar mercancías en el Metro para ver si ayuda a reducir el tráfico en superficie, con el objetivo de alcanzar los 5.000 paquetes diarios cuando funcione a pleno rendimiento. Impulsar 40 nuevas residencias de mayores y dependientes antes de 2030. O utilizar 225 nuevas casas de alquiler social para realojar la Cañada Real.

Pero para entonces ya está dicho lo que más le importaba a la presidenta: que Ayuso está dispuesta a ir al choque frontal con los independentistas catalanes y con Sánchez. Por Madrid, desde Madrid, para Madrid.

Suscríbete aquí a nuestra newsletter sobre Madrid, que se publica cada martes y viernes.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_