Planes para volver feliz al cole en Madrid: el Teatro Lara, Focacciamo y Mandarroso

Vuelta al cole. Aunque oficialmente al verano todavía le quedan un par de semanas, septiembre llega siempre con ese aire de vuelta a la rutina, con todo lo bueno y lo malo que esto tiene. Se acabó el descanso (para quien haya tenido la suerte de disfrutar de él) pero, a cambio, las amistades retornan, los locales vuelven a abrir y Madrid vuelve a vibrar lleno de vida. Esto, mientras las ganas de salir y disfrutar de los últimos días de sol y calor llenan las terrazas de la capital con reencuentros en los que se da testimonio (seguramente exagerado) de los amores de este verano.

Para librarnos de la famosa depresión posvacacional, Madrid Te Enreda recomienda tres planes para hacer en la capital esta semana en compañía. El recorrido empieza en la renovada plaza de Olavide, donde se puede parar a comer una focaccia, el bocadillo italiano primo hermano de la pizza, en el nuevo local de moda, Focacciamo. Después, se recomienda pasear hasta el barrio de Malasaña, concretamente hasta el Teatro Lara, para disfrutar de Toda persona vista de cerca es un monstruo. Para cerrar la noche, nada mejor que disfrutar en el barrio de La Latina de la verdadera comida italiana en Mandarroso.

Las ‘focaccias’ son tendencia

La idea de abrir Focacciamo (situado en la calle de Murillo, 8) surge de una pasión compartida por la gastronomía italiana que une a los tres socios. Estos crecieron disfrutando de los auténticos sabores de su tierra y se dieron cuenta de lo mucho que a los españoles les gusta la cocina italiana. “Vimos que había un vacío en Madrid. No había un lugar que ofreciera focaccias de alta calidad en un ambiente moderno y juvenil”, asegura Roberto Violante, uno de los socios. En ese momento, decidieron abrir su primer local en el centro de Madrid y llevar un pedacito de Italia al corazón español.

En Focacciamo hay dos focaccias que no puedes dejar de probar: la deliziosa es un deleite para los sentidos, una combinación perfecta de crema de pistacho, stracciatella y mortadela que te transportará directamente a Italia con cada bocado. Por otro lado, la focacciamo es una celebración de sabores intensos y equilibrados: stracchino suave, carpaccio de ternera, rúcula fresca y un toque lujoso de crema de trufa.

“La acogida ha superado todas nuestras expectativas, ha sido realmente extraordinaria. Nunca hubiéramos anticipado un éxito tan inmediato, y ha sido emocionante ver cómo la curiosidad y el entusiasmo por nuestro concepto ha atraído a tanta gente”, aseguran los dueños. Focacciamo es tendencia en redes sociales.

Una comedia ácida

Toda persona vista de cerca es un monstruo, en el Teatro Lara (calle de la Corredera Baja de San Pablo, 15) es una obra que surge del interés de la dramaturga argentina María Zubiri por crear un relato inspirado en películas como Un dios salvaje, de Polanski.

La obra cuenta las vivencias de dos parejas sumergidas en crisis íntimas cuando se reúnen para cenar. El evento se transforma en una escalada reveladora de sus más oscuros secretos y temores. El encuentro no solo pone a prueba sus vínculos, sino que también obliga a cada personaje a enfrentarse a su propia naturaleza y a las verdades incómodas sobre ellos mismos y los demás.

“Queríamos hacer una comedia ácida como esta, algo donde pudiéramos combinar parte de la cultura argentina con la española para conseguir la identificación y empatía de ambos públicos”, asegura su portavoz. La obra estará hasta octubre y se puede ir a ver todos los martes a las 19.30. El precio es de 18 euros.

El italiano más auténtico

Mandarosso (calle de Santa Ana, 21) es un local de auténtica comida italiana en el barrio de La Latina. Nacieron en Barcelona en 2008 y abrieron en Madrid después de la pandemia en el local donde antes estaba Nina Pasta Bar. El lugar es ideal para una cena con amigos o una cita bajo la luz de las velas.

Hacen cocina italiana tradicional del sur de Italia, lo que hace que los comensales pueden ir a pasar una noche estupenda cenando como si estuvieran en la mismísima cocina de la chef en su tierra natal, en la localidad de Avellino, a escasos 40 kilómetros de Nápoles.

En el lugar todo está bueno, pero recomendamos probar de entrante la stracciatella con speck, la mortadela con pistacho y las croquetas de Adriana. Como principal, la carbonara siempre es una apuesta segura. La lasaña es también uno de los platos más demandados. En el verano, la pasta con calabacín es una delicia. Para terminar, hay que pedir alguna de sus tartas caseras, recetas de la familia del dueño. El tiramisú y la tarta de queso no pueden faltar.

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