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“No tenemos medicación para aliviarle”: la queja por la lenta llegada de medicinas al centro de menores de Hortaleza

Aunque la Comunidad asegura que todos los acogidos reciben atención médica, CC OO protesta por la tardanza en comprarles fármacos, darlos de alta en la Seguridad Social o hacerles pruebas para descartar tuberculosis

Juan José Mateo
CCOO
Una de las entradas al centro de primera acogida de Hortaleza, en la ciudad de Madrid.Europa Press

26 de marzo de 2024. Centro de primera acogida para menores en Hortaleza. Un documento interno, al que ha accedido EL PAÍS, recoge varias supuestas incidencias en el servicio médico. “Tratamientos no iniciados: desde el día 13 de este mes hemos solicitado Lamisil por diagnóstico de pie de atleta, y aún no se ha realizado el tratamiento debido a que no se han comprado los medicamentos y siguen las recetas en la encimera de la enfermería”, se lee. “Tampoco se autorizó la compra de Yodocefol [que previene deficiencias de yodo, ácido fólico y vitamina B12] para embarazada de 20 semanas + 6″, se añade. “Y siguen sin tener autorización para darles de alta en la Seguridad Social, para poder descartar con una prueba radiológica que tengan tuberculosis activa, y hacerles seguimiento en Infecciosos...”, se listan varios nombres. “No se pueden hacer los tests de drogas al no tener test, ni tampoco tenemos la autorización para su compra”, se añade. Y de un paciente con ojos congestivos, se dice: “No tenemos autorización ni medicación alguna para aliviarle”

La Comunidad niega que haya ningún problema y garantiza que los menores están recibiendo una atención adecuada, aunque declina aclarar si se habían comprado finalmente los medicamentos que aparecen en la lista de tratamientos no iniciados del informe, y tampoco detalla cuánto tardan de media en procesarse las solicitudes de alta de los menores en la Seguridad Social. Por su parte, el sindicato CC OO afirma que el contenido de ese documento interno refleja la realidad sobre un centro que tenía 76 acogidos a mediados de abril, según un listado interno.

“Nos reportan, desde hace tiempo, que hay problemas en la normalización de la atención sanitaria a unos menores que están en estado de especial necesidad y vulnerabilidad”, describe José Manuel Íñiguez, delegado de CC OO en residencias infantiles. “Con 35 plazas sería más fácil”, sigue. “Pero con la sobreocupación que hay, y la situación de cierto colapso, se complica, y el resultado deja mucho que desear”, añade. “Creemos que no se ponen todos los medios para que cuestiones administrativas no sean una traba en la atención. Y nadie hace nada”.

Frente a esa queja, una fuente de la dirección del centro contrapone que no hay ningún tipo de problema: ”Las cosas se hacen de la manera adecuada y siguiendo los pasos, nos pueden tardar más o menos, pero si hay que comprar, se compra, y si hay que pedir cita, se pide”. La Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, que lidera Ana Dávila-Ponce de León Municio, defiende la misma tesis a través de un portavoz.

“No hay ningún menor tutelado por la Comunidad de Madrid que no reciba la atención sanitaria que necesita”, afirma el portavoz gubernamental. “El Centro de Hortaleza cuenta con un médico y un enfermero para atender a los menores que residen en él y sí son dados de alta en el sistema sanitario público por si precisan atención médica”, agrega.

“Cuando es necesario son derivados al Centro de Salud Mar Báltico y si se presenta alguna sospecha de infección son derivados directamente a la Unidad de Enfermedades Infecciosas Pediátricas de La Paz”, recalca. “A los menores se les hace de forma sistemática una prueba para ver si han estado en contacto con la bacteria [de la tuberculosis] y si está latente o activa. En su caso, se le deriva directamente al Hospital La Paz”, continúa. Y subraya: “La menor embarazada a la que se hace referencia fue atendida en el centro de salud”.

Sobreocupación

Una afirmación que admite muchos matices, según dos fuentes conocedoras de lo que ocurre en el centro, y que solicitan el anonimato. “Esa menor se marchó con unas pastillas que sobraban, pero sin que llegaran a comprarse las que se habían pedido para ella”, refieren sobre las recetas que se habrían quedado sin utilizar para comprar los medicamentos. “Son todo cosas que se compraban antes y que ahora no autorizan”, añaden en referencia al Lamisil (para tratar infecciones como el pie de atleta o la tiña); Ciclochem (infección de uñas); amoxicilina (para infecciones bucales); o colutorios con clorhexidina (nos facilita el tratar las faringitis y gingivitis bucales). “Algunos de estos tratamientos son costosos, y quedan pendientes, no se dan. Es una situación que se mantiene al menos desde 2018″.

Ese año marcó un antes y un después en la situación del centro. Así, la instalación llegó entonces al 338% de su capacidad de ocupación, de la misma manera que entre 2017 y 2019 se superó el 100% de media en todo el año, según documentación a la que accedió este diario en aplicación de la Ley de Transparencia. Por ello, a finales de 2023, el Gobierno de la Comunidad de Madrid, que preside Isabel Díaz Ayuso, dio permiso a la gestora del centro de acogida de menores de Hortaleza para no cumplir la obligación legal de que los residentes disfruten de un espacio útil mínimo de 5,5 metros cuadrados por persona en sus dormitorios, según documentación oficial. La decisión de conceder esa exención para oficializar que las plazas de acogida aumentaban de 52 a 72 validó a posteriori la situación de sobreocupación que se da siempre en el centro cuando llega el frío propio de los meses de otoño e invierno.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.
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