Las listas de espera de Madrid baten un nuevo récord con 116.000 pacientes más en cola que el año pasado

Las listas de espera médicas de la Comunidad de Madrid han registrado un dato histórico: en febrero de este año se han contabilizado 116.063 pacientes más que en el mismo período del año anterior. Es decir, en Madrid hay casi un millón de pacientes esperando una cita: 972.643 personas, según los últimos datos publicados por la consejería de Sanidad. Un récord que supera el peor dato obtenido desde que hay registros públicos (2016), incluido el momento más oscuro pospandémico, septiembre de 2022, que contó unos 40.000 pacientes menos. Los números contrastan con los eslóganes de la presidenta Isabel Díaz Ayuso, que presume de una demora baja en las cirugías (46 días, frente a los 112 de media nacional), aunque ignora mencionar que seis de cada 10 madrileños esperan más de tres meses para ser atendidos por un especialista, un requisito a menudo imprescindible para someterse a una operación.

Las listas que publica mensualmente la Comunidad de Madrid muestran una situación lejana a la que había antes de la crisis sanitaria: un embotellamiento que acumula cada vez miles y miles de pacientes enfermos a la espera. Aunque por parte de la consejería insisten en que no se trata de casos urgentes, suponen la radiografía de un panorama cada vez más colapsado de la sanidad madrileña. Los datos que rozan el millón suman tres tipos de pacientes: los que esperan una cirugía, los que han pedido una consulta externa y los que necesitan las pruebas diagnósticas o terapéuticas. Puede darse el caso de que un mismo paciente esté en varias listas al mismo tiempo, pero lo normal es que no se solapen, según fuentes médicas.

Otro de los datos relevantes que muestran las últimas cifras publicadas es que el tiempo de espera medio en Madrid para conseguir una consulta con un especialista es de 62,2 días en febrero de este año, una cifra que supera en dos días la situación del mismo período del año pasado, aunque se reduce en seis con respecto a enero de este mismo año. Lo que destaca del problema de las consultas externas en la sanidad madrileña es que más de un 61% de los pacientes se demoran más de 90 días (tres meses) en conseguir que los atienda un cardiólogo o un neurólogo, por poner un ejemplo: aunque la media sea de dos meses, la realidad es que la mayoría de los pacientes esperan más de tres.

El porcentaje de pacientes que espera más 90 días a ser atendido por un especialista también se ha incrementado en seis puntos porcentuales con respecto a los datos del año pasado y se ha duplicado con respecto a febrero de 2020, si se compara con la situación previa a la pandemia del coronavirus, donde solo un 31% de los pacientes tenían que esperar más de tres meses. En este punto, Madrid ocupa el lugar número 5 en tiempos de espera de toda España para una consulta: solo por detrás de Canarias, Cantabria, Murcia y Ceuta, según los datos del Ministerio de Sanidad de junio pasado.

Tres meses para ver a un especialista

Madrid destaca positivamente por ser una de las comunidades con menor demora para entrar al quirófano, 46 días, según las cifras que elabora semestralmente el Ministerio de Sanidad con la información que envían las comunidades. Desde la consejería lo señalan: “En el caso de la lista de espera quirúrgica, la demora media para someterse a una cirugía no urgente en los hospitales públicos de la Comunidad de Madrid ha registrado en febrero un descenso del 16,26% en comparación con el año pasado, pasando de los 54,84 días de 2023 a los 45,92 de este año, casi 9 días menos”. También, si se compara con la altísima espera que debían soportar los pacientes en septiembre de 2022, que llegó a su pico, se ha reducido en 25 días.

En el caso del tiempo que tiene que esperar un paciente en recibir una prueba diagnóstica, el panorama se mantiene sin muchos cambios desde hace dos años. Alrededor de dos meses es el tiempo que se tiene que esperar, aunque casi la mitad de pacientes (un 46,4%) se demoran más de tres meses en obtenerla.

La foto previa a la pandemia tampoco era idílica, porque las listas de espera llevaban años deteriorándose, pero el contraste muestra que hubo un tiempo más descongestionado para la sanidad pública y que la situación actual es anormal. En febrero de 2020 había 683.878 citas médicas pendientes, de las cuales menos de un tercio, 217.293, eran superiores a tres meses. Luego vino y se fue la pandemia, pero el sistema ha quedado desajustado y no se recupera. Pasa lo mismo en el resto de España y ese es el consuelo del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.

El caso es que el Gobierno de Ayuso no ha cumplido con sus objetivos de reducción de listas. La presidenta prometió en sus programas electorales de 2019 y 2021 que reduciría un 50% las listas de espera, una medida que iba a afectar a los tres tipos de listas (quirúrgica, pruebas diagnósticas y consultas con especialistas). En la campaña de este 2023, su promesa era más genérica y se limitaba a decir: “Vamos a reducir el tiempo de espera para las consultas del médico de familia, de enfermeros, de especialistas y para las operaciones. Las operaciones por cáncer no tardarán más de 30 días y las operaciones más habituales no tardarán más de tres meses”.

El plan integral 2022-24 que la presidenta presentó en septiembre de 2022 tiene un presupuesto de 215 millones y fijaba como objetivo una espera media de 45 días, pero ese objetivo solo se ha cumplido este mes en una de las tres listas, la quirúrgica: el tiempo medio de espera para las consultas es de 62 días y para las pruebas diagnósticas, de 60 días. En enero fue de 51 días para las operaciones, 68 días para las consultas externas y 63 días para los resultados de las pruebas. Los mayores embotellamientos se producen en las especialidades de dermatología (73 días de media), traumatología (60 días), oftalmología (55 días) y neurología (52), según las cifras de junio del Ministerio de Sanidad.

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