Ayuso advierte de que la política de rebajas fiscales del PP en Madrid se agota: “Nuestros márgenes se van complicando”

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha reconocido este martes que la política de rebajas fiscales de los sucesivos gobiernos del PP se está agotando poco a poco. “Nuestros márgenes se van complicando”, ha dicho la líder conservadora que, aun así, proyecta rebajar medio punto el IRPF en todos los tramos durante la actual legislatura; atraer patrimonios extranjeros con bonificaciones; y redistribuir los 500 millones de recaudación obtenidos con el impuesto del Patrimonio que ha asumido el Gobierno regional tras una sentencia del Tribunal Constitucional que avalaba la legalidad de ese gravamen diseñado por el Estado para las fortunas de más de tres millones de euros. Desde 2004, los gobiernos conservadores han renunciado a ingresar vía reducción de impuestos más de 65.000 millones de euros, aunque sus portavoces defienden que eso no equivale a una pérdida de recaudación, sino a un ahorro fiscal, pues la dinamización de la economía ha redundado en mayores ingresos para las arcas públicas.

―¿Hasta dónde es posible seguir reduciendo impuestos?―, le han preguntado a Ayuso en un desayuno informativo organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) bajo el título Economía Digital en la Comunidad de Madrid. Palancas y factores de éxito para gobernar la digitalización.

―Es cierto que llevamos reduciendo impuestos de manera consecutiva muchos años y que, por tanto, nuestros márgenes se van complicando. Todavía este año nos vamos a beneficiar de la deflactación del IRPF, lo haremos cada vez que la inflación sea mayor del 2%. A lo largo de la legislatura, tenemos que hacer una reducción de medio punto del IRPF y tenemos una catarata de deducciones fiscales que estarán sobre todo enfocadas en la compra de vivienda, la conciliación, la vida en común con mayores en casa, para los estudios... todavía vamos a tener un margen en ese sentido―, ha contestado Ayuso.

El PP defiende que sus sucesivas rebajas fiscales han supuesto un ahorro medio de 18.000 euros por contribuyente, 7.000 de los cuales se deben a decisiones tomadas por Ayuso. Sin embargo, el efecto de estas medidas no es lineal, ni homologable entre ciudadanos, pues depende del patrimonio y los sueldos de cada uno y generalmente beneficia más a quienes más tienen.

Es el caso, por ejemplo, de la primera gran rebaja fiscal de los gobiernos Ayuso, aplicada al IRPF, valorada en 300 millones de euros y que convirtió a Madrid en la región con el tramo mínimo del impuesto sobre la renta más bajo de toda España (8,5%), y en términos relativos concentró el ahorro en las rentas más bajas (5,6%, frente al 2,8% de las altas). Sin embargo, en términos absolutos ha ocurrido lo contrario.

Así, en el tramo más bajo, los contribuyentes de hasta 12.450 euros se quedan con 4,42 euros más en la cuenta que antes, según los cálculos de la consejería de Hacienda... pero, en comparación, los contribuyentes desde 53.407,21 euros en adelante ahorran de 507,76 euros para arriba. Por la naturaleza progresiva del IRPF, lo mismo ha ocurrido con su deflactación, ejecutada para combatir la inflación. De esta manera, supone 44 euros de ahorro para las rentas bajas y 189 para las altas.

Que Madrid bonificara hasta ahora al 100% el impuesto del patrimonio y al 99% los de sucesiones y donaciones ha despertado las críticas de otras regiones, fundamentalmente las gobernadas por el PSOE, que acusan a la Comunidad de competencia desleal y dumping fiscal, ya que su oferta impositiva atrae a grandes fortunas hacia la capital. Todo se basa en la controvertida curva de laffer, que nació en una servilleta y teoriza que una menor carga impositiva se traduce en una mayor recaudación. Una propuesta tan controvertida que el Ejecutivo de Ayuso llegó a gastarse 20.000 euros en un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos destinado a validar la tesis, pues partía de la premisa de que una “fiscalidad moderada” como la impulsada por el PP explica que la región sea la locomotora económica de España.

Sin embargo, esa estrategia, que ha incluido eliminar todos los impuestos propios de la región, no podrá mantenerse para siempre. Así lo ha avanzado este martes la presidenta regional. Los márgenes se estrechan y, tras dos décadas de recortes fiscales, el final de esa política parece acercarse, al menos, en sus magnitudes más potentes.

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