El informe del crimen de la boda de Torrejón concluye que el conductor aceleró al aproximarse a los peatones

La instrucción del crimen de la boda de Torrejón de Ardoz (Madrid) en el que cuatro personas fallecieron atropelladas por uno de los invitados en 2022, se acerca a su conclusión. Uno de los últimos informes recibidos es el de la Policía Municipal, que analiza la conducción del vehículo que embistió a los asistentes y que iba conducido por Micael S. El análisis sentencia que el conductor aceleró significativamente cuando se aproximó al grupo de asistentes que estaba en los alrededores de El Rancho, donde se celebraba en ese momento el convite de la ceremonia. Este estudio técnico contradice la versión aportada por el acusado, que asegura que los atropellos fueron accidentales cuando trataba de escapar del lugar tras una pelea en el aparcamiento.

Según las conclusiones de la Policía Municipal, el vehículo pasó de una velocidad aproximada de 48 kilómetros por hora hasta los casi 63 cuando se aproximó a la multitud de invitados que se encontraban en ese momento en la calle. Según las mediciones, este acelerón aumentó entre un 40 y un 70% las posibilidades de muerte en caso de atropello. El informe también indica que, según la experiencia previa, a esa distancia y con la iluminación artificial de las farolas, el conductor debería haber tenido perfecta visibilidad de los peatones. Para llegar a estas inferencias, los agentes se han basado en las imágenes de las cámaras de seguridad, en la inspección del vehículo, en la posición en la que quedaron los cuerpos, en los testimonios de los supervivientes y las autopsias de las víctimas mortales.

Más de 200 asistentes habían asistido al enlace, que se había celebrado unas horas antes. En el momento del atropello, sobre las dos y media de la mañana del 6 de noviembre de 2022, permanecían en el complejo de festejos. Según varios testimonios, se produjo una reyerta entre Micael S. y sus familiares y otros invitados, y el acusado de los homicidios acabó siendo expulsado de la fiesta. Fue en este momento en el que salió al aparcamiento, se montó en su coche y arrolló a todo aquel que se puso en su camino. El acusado, sin embargo, defiende que se produjo ese enfrentamiento y que escuchó disparos de pistola, por lo que huyó en su vehículo y, accidentalmente, atropelló a varias personas. En la escena, sin embargo, no se halló ninguna aprueba de que nadie hubiera percutido un arma de fuego.

Micael iba acompañado en el coche por dos sobrinos y su hijo menor de edad, pero el informe técnico excluye la participación en el atropello de los otros dos ocupantes. La titular del juzgado número 4 de Torrejón de Ardoz solo acusa al conductor por los cuatro homicidios y las lesiones, algunas de ellas de gravedad, a otros 10 asistentes. La jueza ha ordenado el sobreseimiento provisional de las actuaciones contra los sobrinos del conductor. Una de las víctimas mortales era menor.

Tras el suceso, el conductor y sus familiares huyeron del lugar, pero no por mucho tiempo. Solo unas horas después, la Guardia Civil dio el alto al vehículo en Seseña (Toledo) y los ocupantes trataron de escapar a pie, algo que fue en vano. El estado del coche era lamentable, había perdido varias piezas y todas las lunas delanteras estaban destrozadas. En su carcasa y sus ventanas había restos de los abalorios y las telas de las personas a las que había atropellado.

Después de la emisión de este informe técnico, para el que se usaron simulaciones digitales y drones, la magistrada ha acordado transformar las diligencias en procedimiento por Tribunal del Jurado, uno de los últimos pasos antes de que se pueda fijar una fecha para la vista oral. La jueza apunta que los hechos podrían constituir cuatro delitos de asesinato y 10 en grado de tentativa imputables a Micael S.

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